Estornudar es una acción cotidiana que la mayoría de las personas experimenta regularmente. Esta aparentemente simple reacción fisiológica tiene detrás una serie de beneficios importantes para la salud que merece la pena explorar. Al estornudar, el cuerpo expulsa aire a gran velocidad y acompaña este proceso con una serie de funciones que ayudan a mantener el bienestar general del organismo.
El estornudo es, en esencia, un mecanismo de defensa natural del cuerpo. Según explican los especialistas de la Mayo Clinic, este proceso ayuda a expulsar irritantes y partículas no deseadas que se encuentran en el sistema respiratorio. Estos irritantes pueden incluir polvo, polen, bacterias y otros agentes patógenos que han logrado ingresar a través de la nariz. Al estornudar, se evita que esos intrusos lleguen a los pulmones y causen infecciones o reacciones alérgicas.
Beneficios del estornudo
Un aspecto crucial del estornudo es su capacidad para eliminar bacterias y virus del tracto nasal. En términos prácticos, cada vez que una persona estornuda, expulsa de su sistema una gran cantidad de estos organismos potencialmente dañinos. En un artículo publicado por el Doctor James M. Steckelberg de la Mayo Clinic, se explica que el estornudo actúa como una primera línea de defensa para reducir el riesgo de infecciones respiratorias. Al evitar que bacterias y virus se asienten y proliferen en la nariz y garganta, el cuerpo se protege de enfermedades comunes como resfriados y gripes.
Además de eliminar patógenos, estornudar también cumple una función crucial en el despeje de las vías respiratorias. Muchas personas experimentan congestión nasal debido a alergias o infecciones. Al estornudar, estas obstrucciones son expulsadas, facilitando una respiración más libre y efectiva. Según Neil Kao, quien fue entrevistado por WebMD, el estornudo actúa como una “póliza de seguro” natural para el sistema respiratorio, que asegura que las vías se mantengan despejadas de mucosidad y otros bloqueos.
La regulación de la presión dentro de los senos nasales es otro de los beneficios asociados al estornudo. Los senos nasales son cavidades huecas en el cráneo que pueden experimentar cambios de presión debido a infecciones o inflamaciones. Cuando estornudamos, se produce una repentina liberación de presión en estos senos, lo que puede contribuir a aliviar molestias asociadas con condiciones como la sinusitis.
Estimulación del sistema inmunológico y sensación de alivio
Más allá de sus funciones mecánicas, estornudar también puede tener efectos positivos en el sistema inmunológico. Un estudio publicado en el Journal of Clinical Immunology reveló que el acto de estornudar activa ciertos reflejos corporales que potencian la respuesta inmune. Estos reflejos incluyen la expulsión de patógenos y una serie de respuestas químicas que fortalecen la capacidad del cuerpo para combatir infecciones. Esta activación del sistema inmunológico es crucial, especialmente en temporadas de alto riesgo como el invierno o durante brotes de enfermedades contagiosas.
Muchas personas reportan una sensación de alivio y limpieza tras estornudar. Esto se debe a que el estornudo puede eliminar la sensación de irritación en la nariz y despejar las vías respiratorias. Los expertos en salud de WebMD señalan que esta sensación de frescura y despeje contribuye a una mejor calidad de vida, que alivia temporalmente síntomas molestos y mejorando la respiración.
Es importante mencionar que aunque el estornudo tiene muchos beneficios, también es fundamental practicar buenos hábitos de higiene para minimizar la propagación de enfermedades. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el estornudo puede liberar microgotas que contienen bacterias y virus, por lo que se recomienda cubrirse la boca y nariz con un pañuelo desechable o con el codo al estornudar.
En algunas ocasiones, las personas intentan inducir estornudos frotando el interior de la nariz o exponiéndose intencionalmente a irritantes. Si bien esto puede proporcionar alivio temporal de ciertas molestias, los expertos de la American Academy of Allergy, Asthma & Immunology (AAAAI) advierten que no se debe abusar de esta práctica. Inducir estornudos de manera frecuente puede irritar el revestimiento nasal y, potencialmente, causar lesiones menores. Además, es importante permitir que el cuerpo regule naturalmente cuándo es necesario estornudar, en lugar de forzar el proceso artificialmente.
Estornudar es mucho más que una simple reacción molesta; es un proceso complejo y beneficioso para la salud. Desde la eliminación de bacterias y virus hasta la regulación de la presión sinusoidal y la estimulación del sistema inmunológico, estornudar cumple múltiples roles en el mantenimiento del bienestar general.