La diabetes sigue siendo uno de los desafíos más importantes en la salud pública actual. Hay al menos 62 millones de casos registrados en América Latina, aunque existe la posibilidad de que la cifra se eleve, ya que el 40% de las personas que tienen la enfermedad desconocen que la padecen. Si esta tendencia persiste, se espera que para 2040 se acumulen 109 millones de casos, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Hay diferentes tipos de diabetes: la tipo 1 se caracteriza por una producción insuficiente de insulina, una hormona necesaria para procesar el azúcar. Este tipo generalmente se presenta en la juventud y requiere la administración diaria de insulina. Por otro lado, la tipo 2 surge cuando el cuerpo usa de forma ineficaz la insulina. Se calcula que el 95% de los casos registrados en América Latina corresponden a esta última variación, según las estimaciones de la OPS.
Una de las características más peligrosas de la diabetes tipo 2 es que puede pasar desapercibida durante años, lo que puede llevar a complicaciones graves como accidentes cerebrovasculares, problemas de los pies que pueden resultar en amputación y riesgo de insuficiencia renal.
La clave para aprovechar al máximo cualquier tratamiento contra la diabetes y prevenirla es una alimentación sana. Una forma que utilizan muchos especialistas es el método del plato. “Se divide a la mitad para las verduras, la otra parte también se fragmenta en dos; una parte se destinará a las carnes magras; la otra, a los carbohidratos con fibra”, recomendó en diálogo con Infobae, Angélica Macías, encargada del área de nutriología en la Asociación Mexicana de Diabetes (AMD).
Una alimentación saludable es la mejor medicina a la diabetes
“No existen los alimentos buenos o malos. Lo importante es la frecuencia con la que se consumen y la cantidad”, mencionó la experta en nutrición del AMD. Tener una dieta saludable es vital para cualquier persona, pero lo es más para quienes viven con diabetes. Una de las prácticas que mantienen una buena calidad de vida en los pacientes consiste en evitar lo azúcares, en especial si son ingredientes de algún producto alimento ultraprocesado. “Las papas, gomitas y demás productos son perjudiciales para la salud”, aclaró Mecías, y agregó que deberían evitarse a lo largo de la vida.
Respecto a la alimentación saludable que podría controlar la diabetes tipo 2, se basa en un nivel bajo carbohidratos, conocidas como VLCD. Su efectividad repercute en la pérdida de peso a corto plazo. Un aspecto clave es la fibra en esta moléculas de azúcar, encontrada en abundancia en alimentos integrales.
También, los expertos recomiendan las dietas mediterráneas. Con su enfoque en granos enteros, legumbres, frutas, nueces, aceite de oliva y pescado, reducen los niveles de hemoglobina glucosilada (HbA1c), un marcador crucial para la diabetes, y baja la resistencia a la insulina, de acuerdo con un estudio publicado en American Journal of Medecine Open (AJM Open).
Una preocupación constante en los pacientes de diabetes tipo 2 es el control de la glucosa en la sangre. Los patrones de alimentación veganos, repletos de fibra y bajos en grasas saturadas, pueden mejorar el problema. Incluso, registraron una disminución de hasta un 0,4% en HbA1c en el estudio mencionado.
Las dietas mediterráneas y veganas también contribuyen con la salud del microbioma intestinal, con prebióticos y probióticos. La microbiota afecta los problemas metabólicos mediante diversos mecanismos, como la regulación de la inflamación, la permeabilidad intestinal, el metabolismo de la glucosa y la producción de ácidos grasos. Estos cambios pueden ser aprovechados a través de intervenciones dietéticas, lo que implica la consulta con expertos como médicos y nutriólogos.
También se ha sugerido que la ingesta oral de probióticos, prebióticos y simbióticos podría ser una estrategia efectiva que podría ayudar a controlar la prediabetes y prevenir o retrasar la diabetes tipo 2, de acuerdo con un estudio publicado en Frontiers. “Una dieta personalizada es el mejor método para evitar el quirófano”, complementó Macías.
Por otra parte, una opción que aún se está investigando es la cirugía de transposición ileal, en la que se mueve la parte final del intestino delgado, conocida como íleon, desde su ubicación habitual hasta la primera parte, el duodeno.
Así, se evitan los picos de glucosa mientras se liberan hormonas que estimulan la producción de insulina, como explicó en entrevista con Infobae el cirujano bariatra, Antonio Castañeda, miembro del Centro de Obesidad en México. Sin embargo, se necesitan más estudios para determinar su efectividad y actualmente solo se realiza en India y Brasil. En la actualidad, el procedimiento se ha realizado en ratas, cuyos efectos ayudaron a perder peso, estimular la secreción de insulina y aumentar la sensación de saciedad, como registró un estudio publicado en Physiology & Behavior.
Castañeda también aclaró que una alimentación libre de azúcares y medicamentos es la respuesta ideal para los pacientes con diabetes. La recomendación principal es contar con el apoyo de un experto en regímenes nutricionales para esa.
De esta forma, se previene y trata la enfermedad con mayor éxito.
Una alimentación sana controla la diabetes y reduce la mortalidad
La prevención de la diabetes puede comenzar con hábitos saludables de alimentación y actividad física frecuente. Respecto a los platillos que ayudan a alcanzar este objetivo, se incluyen champiñones, espárragos, brócoli y espinacas.
También es necesario incluir pescado, pollo, tofu, huevos y yogur, junto con arroz integral y quinoa. Por último, el factor más conocido es evitar los alimentos ultraprocesados con altos niveles de azúcares, según el Centro de Control de Enfermedades en Estados Unidos (CDC).
Como una medida adicional, Macías explicó que las carnes rojas son un platillo dañino para las personas con esta condición, porque contienen grasas saturadas y colesterol en exceso. Como resultado, las arterias comienzan a taparse. “De preferencias, se puede comer carnes magras como el bistec”, comentó la experta en nutriología consultada por Infobae.
También enfatizó que los hábitos alimenticios saludables funcionan como una medida de prevención incluso para las personas delgadas. En palabras de Macías, cualquier persona es vulnerable a tener diabetes tipo 2.: “En México, por ejemplo, se estima que el 12,6% de la población tiene la enfermedad, pero se piensa que podría ser una cifra mayor porque hay personas que no saben que la tienen”.
En relación a esto la nutrióloga recomienda controlar los niveles de azúcar y colesterol en la sangre. “Las personas de 20 años debe realizar estos análisis, lo mismo para las personas delgadas, porque la obesidad no es un factor determinantes para presentar diabetes”. Macías mencionó que el estrés, la mala alimentación y la predisposición genética son igual de influyentes. Estos factores empeoran con el tiempo, por eso es usual que los adultos mayores sean más propensos a padecer esta condición.
La importancia de una alimentación saludable ha sido objeto de investigaciones, incluso para la prevención de la mortalidad en personas con diabetes tipo 2. Un estudio publicado en la revista American Journal of Epidemiology dividió a los pacientes con esta enfermedad y registró los efectos de ciertos alimentos benéficos: el riesgo de mortalidad disminuyó en un 21% para quienes comían fibra de cereales, 18% para los frutos secos y 12% para el café.
En cambio, el peligro aumentó en un 22% para aquellos que consumieron más bebidas azucaradas. Además, mantener una proporción adecuada de ácidos grasos poliinsaturados y saturados en la dieta se asoció con una disminución del 16% en la mortalidad.
Una dieta especial para las personas diabéticas puede evitar la insuficiencia renal, como explicó Castañeda. Sin embargo, el verdadero reto es la desinformación. En palabras del cirujano, los pacientes más vulnerables desconocen la enfermedad y consumen en exceso algunos alimentos dañinos. “En consulta afirman que no sienten nada malo, pero ya tienen niveles altos de azúcar. De pronto, notan manchas en el cuello y la piel; en ese momento acuden al médico”.
La diabetes también repercute en el estado de ánimo y la salud mental
El impacto de la diabetes y los malos hábitos alimenticios también afecta la salud mental y el estado de ánimo. El problema que se presenta con mayor frecuencia, según Castañeda, es un estado depresivo, en el que el paciente asegura que nunca habrá solución para su enfermedad. “Dejan de pensar de forma optimista; eso hace que se descuiden”.
Lo anterior puede empeorar si hay consumo de alcohol. De hecho, se estima que entre el 50% y el 60% de las personas con diabetes consumen bebidas alcohólicas. El consumo elevado se asocia con un mayor riesgo de diabetes tipo 2 y también puede desencadenar hipoglucemia, complicando aún más el control del azúcar en sangre, según el estudio publicado en la revista especializada en medicina y psiquiatría, Cureus.
Macías explicó que la enfermedad puede ocasionar problemas emocionales. De acuerdo con sus observaciones, la sensación de agotamiento crónico aparece con frecuencia en los pacientes, pues los cuidados a la salud son demandantes y consumen su energía. “El distrés también se presenta. Provoca angustia y miedo desmedido, por lo que es importante contar con la valoración de un psicólogo”.
Además, las personas con diabetes, según estadísticas de los CDC de Estados Unidos, tienen entre un 50% y un 100% más de riesgo de depresión que la población general, y se ha descubierto que aquellos que sufren la condición mental tienen un 60% más de riesgo de desarrollar esta enfermedad metabólica. Otro trastorno que interviene es la esquizofrenia, al provocar hasta el 30% de tolerancia a la glucosa alterada entre los pacientes, según el estudio mencionado.
El último trastorno a considerar es la ansiedad. Las personas con diabetes enfrentan un 20% más de posibilidades de experimentar el trastorno en algún momento de sus vidas en comparación con aquellos sin la condición. Un buen tratamiento ante el problema es la terapia y una alimentación baja en grasas saturadas, ya que muestra mejores resultados que los medicamentos; pero, en algunos casos, la combinación de ambos puede ser más efectiva, según un artículo de el CDC.
La diabetes y su detección temprana enfrentan varios obstáculos
Para Macías, hay dos claros obstáculos en la detección temprana: los alimentos ultraprocesados y la desinformación: “Los bajos precios de algunos de estos productos, los hacen más accesibles para las personas. Además, hace falta información para conocer qué tipo de alimentación llevamos”. La nutrióloga recomienda que la población puede acercarse a instituciones de salud públicas para conocer cómo se alimentan y tomar mejores decisiones de nutrición.
Mantener una dieta saludable puede disminuir el riesgo de vivir con diabetes, pero esta enfermedad puede presentarse en personas sin obesidad. Un análisis publicado en la revista Communications Medicine encontró evidencia que destaca la importancia de la salud inicial de los participantes. En particular, aquellos con niveles más altos de azúcar en la sangre parecen obtener mayores beneficios de las estrategias de prevención de la enfermedad en comparación con individuos más saludables.
Respecto a la obesidad, es solo un indicador del desarrollo de diabetes con mayor prevalencia en mujeres que en hombres. Debido a lo anterior, otros factores como la predisposición genética, el historial familiar y la hipertensión arterial resultan más determinantes para prevenir la incidencia de esta condición, según un análisis publicado en la Revista de Biotecnología Computacional y Estructural.
Realizar análisis de azúcar y colesterol en la sangre es la clave para obtener un diagnóstico oportuno. “Cualquier persona es vulnerable a tener diabetes tipo 2. La probabilidad aumenta con los malos hábitos, por lo que es importante acudir al hacerse estos estudios cada años”, finalizó la experta en nutrición.