Las bebidas alcohólicas son una parte habitual en reuniones sociales, celebraciones e incluso en rituales cotidianos. Sin embargo, su consumo no está exento de implicaciones nutricionales y de salud.
Entender el impacto calórico y los componentes de las bebidas alcohólicas permite tomar decisiones más informadas sobre su consumo.
¿Cómo se hace la cerveza?
La cerveza es el resultado de un proceso de fermentación que combina ingredientes básicos como agua, malta, lúpulo y levadura. La malta, generalmente derivada de la cebada, se germina y se tuesta para producir azúcares fermentables.
Luego, se agrega lúpulo para darle sabor y propiedades conservantes, antes de que la levadura transforme los azúcares en alcohol y dióxido de carbono durante la fermentación. Este proceso determina tanto el perfil de sabor como el contenido calórico de la cerveza.
Las cervezas más fuertes o artesanales, que contienen un mayor porcentaje de alcohol y azúcares residuales, tienen un aporte calórico superior al de las variedades light o sin alcohol.
¿Cuántas calorías tiene un vaso de cerveza?
La cantidad de calorías en un vaso de cerveza varía dependiendo de su tipo y contenido de alcohol.
Según la Base de Datos Española de Composición de Alimentos (BEDCA), una cerveza estándar con alcohol aporta en promedio 42 calorías por cada 100 ml. Esto equivale a aproximadamente 139 calorías por una lata de 33 cl.
Por otro lado, la cerveza sin alcohol contiene menos calorías, alrededor de 37 por cada 100 ml, lo que suma unas 74 calorías para una estándar.
Las cervezas artesanales, por su parte, pueden alcanzar entre 170 y 350 calorías por lata, según el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA).
¿Cuál es el efecto de la cerveza en la salud?
El impacto de la cerveza en el organismo depende en gran medida de la cantidad consumida.
Un consumo moderado puede integrarse en un estilo de vida saludable, aportando ciertos beneficios como vitaminas del complejo B, antioxidantes y fibra dietética. No obstante, su abuso está asociado con varios riesgos.
El consumo excesivo puede contribuir a la acumulación de grasa abdominal, además de aumentar el riesgo de enfermedades metabólicas como diabetes tipo 2 y afecciones cardiovasculares.
Asimismo, el alcohol de la cerveza puede irritar el sistema digestivo, interferir en la absorción de nutrientes y, a largo plazo, dañar el hígado y el sistema nervioso.
El ranking de las bebidas alcohólicas que más engordan
No todas las bebidas alcohólicas son iguales en términos calóricos. Algunas de las más calóricas incluyen:
- Licores y cócteles cremosos: un licor de café o crema de menta puede contener más de 150 calorías por cada 45 ml. Una piña colada alcanza las 380 calorías en una bebida de 207 ml.
- Cócteles con mezclas azucaradas: un “Cuba Libre” hecho con refresco regular tiene alrededor de 225 calorías, mientras que un Mai Tai supera las 300.
- Cervezas artesanales: algunas alcanzan las 350 calorías por lata debido a su mayor contenido de alcohol y azúcares.
- Vino tinto y blanco: una copa de 175 ml contiene entre 120 y 130 calorías, lo que lo posiciona como una de las opciones menos calóricas entre las bebidas alcohólicas tradicionales.
- Cerveza regular: con un promedio de 150 calorías por lata estándar de 355 ml, está por debajo de los cócteles, pero supera al vino y las cervezas light.
El conocimiento sobre la composición calórica de las bebidas alcohólicas y su impacto en el organismo es fundamental para disfrutar de ellas de forma equilibrada, sin comprometer la salud ni los objetivos nutricionales personales.