El bruxismo, o hábito de apretar los dientes, es más común de lo que se piensa. Muchas personas no son conscientes de que lo padecen, ya que el trastorno puede ocurrir durante el sueño o incluso durante el día, y sus efectos pueden ser devastadores para la salud dental. Aunque los síntomas a menudo son sutiles, como el dolor de mandíbula o la sensibilidad dental, con el tiempo, el bruxismo puede provocar daños irreparables en los dientes, además de dolor crónico y problemas musculares.
Este problema se volvió más relevante con el tiempo, especialmente después de eventos estresantes como la pandemia de COVID-19, que, según los dentistas, aumentó el número de pacientes con dolores mandibulares y dientes astillados. Para muchas personas, encontrar soluciones efectivas puede ser un desafío, ya que las causas del bruxismo son complejas y variadas.
Sin embargo, existen métodos para identificar y tratar este trastorno, que pueden ayudar a prevenir daños a largo plazo.
Matthew Messina, portavoz asesor de la Asociación Dental Americana, explicó en diálogo con TODAY un ejercicio de biorretroalimentación que puede aliviar la tensión mandibular al instante, y lo mejor es que puedes hacerlo en cualquier momento del día.
El ejercicio para aliviar la mandíbula
- Respirar profundamente por la nariz: tomarse un momento para centrarse en la respiración. Inhalar profundamente y contar hasta cuatro.
- Exhalar lentamente por la boca: dejar que el aire salga despacio mientras se cuenta hasta cuatro. Esto ayudará a calmar el cuerpo y disminuirá el estrés que pueda estar provocando la tensión en la mandíbula.
- Coloca las palmas de tus manos a los lados de la cara: los dedos deben estar separados, y las palmas deben reposar suavemente sobre las mejillas.
- Deslizar los dedos por los lados de la cara hasta el cuello: hacerlo lentamente, sintiendo cómo se relajan los músculos faciales y del cuello.
- Tomar una última respiración profunda: sentir cómo la tensión en la mandíbula se va disolviendo.
Este sencillo ejercicio actúa como una biorretroalimentación, un proceso en el que el cuerpo recibe señales para relajarse, ayudando a liberar la tensión acumulada en los músculos mandibulares.
Por qué se aprieta la mandíbula
El bruxismo, o rechinar y apretar los dientes, es una afección común que afecta a muchas personas, a menudo durante el sueño. Aunque las causas exactas aún no están completamente claras, se sabe que factores como el estrés, la ansiedad, o incluso el desorden del sueño como la apnea obstructiva pueden desencadenarlo. Messina mencionó que, aunque el estrés puede jugar un papel importante en el bruxismo diurno, no está claro que sea la causa principal del bruxismo nocturno.
Sin embargo, el bruxismo diurno (apretar los dientes mientras estás despierto) tiende a estar más relacionado con situaciones estresantes, como la tensión en el trabajo o el tráfico.
Señales comunes de bruxismo
Si se sospecha el sufrimiento de bruxismo, hay varios signos que se pueden identificar. Entre ellos se incluyen:
- Dolor o sensibilidad en los dientes.
- Músculos mandibulares doloridos o tensos, especialmente por la mañana.
- Desgaste visible en los dientes.
- Marcas festoneadas en el borde de la lengua.
- Dolores de cabeza frecuentes al despertar.
- Sonido de rechinamiento que molesta a tu pareja.
Estrategias adicionales para controlar el bruxismo
Además del ejercicio recomendado, los expertos sugieren otras soluciones que pueden ayudar a reducir la incidencia del bruxismo:
- Uso de protectores bucales: estos dispositivos, hechos a medida por un dentista, ayudan a proteger los dientes de los daños causados por el rechinamiento nocturno.
- Ejercicios de relajación: técnicas como la meditación y la respiración profunda pueden ayudar a reducir el estrés y la ansiedad, dos factores que influyen en el bruxismo diurno.
- Inyecciones de toxina botulínica (Botox): en algunos casos, este tratamiento puede ser útil para reducir la actividad muscular excesiva de la mandíbula.
¿Cuándo buscar ayuda profesional?
Si no se puede controlar el bruxismo o si los síntomas empeoran, es fundamental consultar a un dentista o a un especialista en dolor orofacial. El tratamiento adecuado puede incluir desde el uso de férulas dentales hasta intervenciones médicas más complejas, dependiendo de la gravedad de la afección.