VIERNES, 13 de diciembre de 2024 (HealthDay News) -- La antigua práctica japonesa de la "sanación energética" del reiki podría ayudar a algunos pacientes de cáncer a lidiar con el dolor que puede conllevar las terapias de infusión, muestra una investigación reciente.
"Los pacientes ambulatorios que recibieron reiki durante la infusión reportaron mejoras clínicamente significativas en todos los síntomas, altos niveles de satisfacción y una experiencia de curación cualitativamente positiva", informó un equipo dirigido por Natalie Dyer, de Connor Whole Health de los Hospitales Universitarios de Cleveland.
Su equipo publicó sus hallazgos en una edición reciente de la revista Journal of Pain and Symptom Management.
La Clínica Cleveland señala que el reiki "tiene sus raíces en las antiguas prácticas curativas japonesas y se considera una forma de curación energética. Proviene de las palabras japonesas 'rei', que significa universal, y 'ki', que significa energía vital de la fuerza vital".
La teoría detrás del reiki es que todas las personas tienen una fuerza vital y un maestro de reiki (un practicante entrenado en reiki) puede canalizar la "energía de la fuerza vital universal" hacia ti, ya sea tocándote ligeramente con las manos o colocando sus manos sobre ti, "canalizando" la energía de manera saludable.
¿Funciona el reiki más allá de un posible efecto placebo? Eso todavía está "en debate", dijo la Clínica Cleveland, y probablemente lo será durante algún tiempo.
En el nuevo estudio, Dyer y sus colaboradores dieron seguimiento a los resultados de 268 pacientes de cáncer que recibían tratamientos de infusión, como quimioterapia, de forma ambulatoria.
Estos tratamientos pueden tener efectos secundarios dolorosos, como fatiga, náuseas y ansiedad.
Se preguntó a los pacientes sobre su nivel de diversas formas de malestar antes y después de una sesión de reiki de 15 a 20 minutos administrada durante sus tratamientos de infusión. En total, se realizaron 392 sesiones de reiki.
Según los testimonios de los pacientes, el reiki produjo "mejoras medias clínicamente significativas en todos los síntomas medidos", como se detalla en un comunicado de prensa de Connor Whole Health. Estos incluyeron disminuciones notables en el dolor, la fatiga, la ansiedad, las náuseas y el bienestar.
Los pacientes también informaron sentirse relajados, con sensaciones corporales positivas, emociones útiles y gratitud. La mayoría solicitó otra sesión de reiki, anotaron los autores.
Sin embargo, los efectos solo se midieron a corto plazo y se necesitan más estudios para ver si los beneficios persisten a largo plazo.
Mientras tanto, "este estudio ha proporcionado información valiosa sobre los efectos que el reiki puede tener en nuestros pacientes". La Dra. Françoise Adan, jefa de Salud Integral y directora de Connor Whole Health, dijo.
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FUENTE: Hospitales Universitarios de Cleveland, comunicado de prensa, 12 de diciembre de 2024