El asma es una enfermedad respiratoria crónica caracterizada por la inflamación y el estrechamiento de las vías aéreas, lo que dificulta la respiración y puede desencadenar episodios de tos, sibilancias y falta de aire. Aunque no tiene cura, existen tratamientos que permiten controlar sus síntomas y mejorar la calidad de vida de quienes la padecen. Sin embargo, cuando estas medidas no son suficientes, detalla un informe de Time, una opción efectiva es la rehabilitación pulmonar, un programa integral diseñado para abordar las limitaciones respiratorias y optimizar la salud pulmonar.
¿Qué es la rehabilitación pulmonar?
La rehabilitación pulmonar es una intervención multidisciplinaria que busca ayudar a las personas con enfermedades respiratorias crónicas a mejorar su capacidad para realizar actividades diarias, gestionar sus síntomas y, en muchos casos, recuperar una mayor independencia. Este programa combina ejercicio supervisado con educación, manejo del estrés y asesoramiento psicológico y nutricional.
“Muchos creen que la rehabilitación pulmonar se centra solo en ejercicios para los pulmones, pero en realidad es mucho más completa”, explicó el Dr. Seyedmohammad Pourshahid, director médico en el Hospital Universitario de Temple a la revista Time. En este contexto, el enfoque incluye componentes como la instrucción sobre técnicas de respiración, estrategias para evitar exacerbaciones y un apoyo emocional continuo proporcionado por un equipo de especialistas.
El tratamiento, que suele extenderse entre ocho y doce semanas, se lleva a cabo en sesiones grupales presenciales dos o tres veces por semana. Según Pourshahid, “las sesiones no solo fortalecen físicamente a los pacientes, sino que les brindan herramientas para vivir, e incluso prosperar, con sus condiciones respiratorias”.
Un proceso personalizado para cada paciente
El programa comienza con una evaluación médica exhaustiva. “Se revisan aspectos como el uso de medicamentos, oxígeno suplementario, condiciones de salud adicionales y hábitos de ejercicio”, detalló a la revista norteamericana Katrina A. Roux-Bernstein, enfermera practicante en neumología en el Centro Médico de la Universidad de Maryland a la revista Time. Este análisis inicial permite diseñar un plan adaptado a las necesidades y limitaciones de cada paciente.
El progreso se mide mediante parámetros como la oximetría de pulso, la frecuencia cardíaca y pruebas de esfuerzo. Una de las herramientas más utilizadas es la prueba de caminata de seis minutos, que evalúa cuánto puede recorrer el paciente al inicio y al final del tratamiento. Roux-Bernstein destacó a la revista Time que “el objetivo es que al finalizar el programa los pacientes puedan caminar distancias mayores con un aumento controlado en la frecuencia cardíaca”.
Mejoras significativas en calidad de vida y control del asma
Para los pacientes que enfrentan asma severo o condiciones comórbidas, la rehabilitación pulmonar puede marcar un punto de inflexión. Un estudio de 2021 revisó múltiples investigaciones y concluyó que esta intervención incrementa la capacidad de ejercicio, reduce los problemas respiratorios y mejora significativamente la calidad de vida. Sin embargo, según la Dra. Michelle M. Freemer, directora del programa de enfermedades pulmonares en el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre expresó a la revista Time que “todavía se necesitan más investigaciones específicas para entender su impacto en el control de los síntomas y la función pulmonar”.
Este programa resulta especialmente útil para personas con asma inducida por el ejercicio. Durante las sesiones, los pacientes tienen la oportunidad de ejercitarse mientras son monitoreados, lo que les permite comprobar la eficacia de las medidas preventivas que toman antes de realizar actividad física. Freemer destacó que la rehabilitación pulmonar ofrece un “entorno seguro donde los pacientes pueden detenerse si es necesario, siempre bajo el cuidado de un profesional”.
Asimismo, ayuda a interrumpir el círculo vicioso que el uso prolongado de esteroides puede generar. Según Pourshahid, estos medicamentos pueden provocar pérdida de masa muscular, lo que dificulta aún más la respiración y lleva a la inactividad física. La rehabilitación busca revertir esta dinámica, fortaleciendo los músculos y mejorando la resistencia cardiovascular.
En casos complejos, como aquellos donde el asma se combina con afecciones como EPOC, COVID persistente o hipertensión pulmonar, los resultados son aún más alentadores. “He trabajado con pacientes que tras semanas de rehabilitación lograron recuperar parte de su función pulmonar y una mayor independencia en sus actividades diarias”, indicó Roux-Bernstein a la revista Time.
Educación y herramientas para un manejo efectivo
Otro pilar fundamental de la rehabilitación pulmonar es la educación. Durante las sesiones, los participantes aprenden sobre técnicas de respiración, estrategias para evitar exacerbaciones y recomendaciones nutricionales para optimizar su estado físico. “En cierto modo, la rehabilitación pulmonar es más como una escuela que como un programa de ejercicios”, añadió Pourshahid. Este enfoque permite a los pacientes desarrollar un mayor control sobre su enfermedad y una mejor adaptación a las dificultades respiratorias.
Al combinar actividad física, apoyo educativo y un enfoque integral, la rehabilitación pulmonar no solo mejora los parámetros clínicos, sino también la percepción que los pacientes tienen sobre su calidad de vida.