Cómo avanza la idea de la descentralización en el sistema de salud en Argentina

El ADN de la gestión de la cartera de Salud de la Nación a cargo del ministro Mario Lugones busca redefinir el rol del Estado y distribuir responsabilidades con las distintas jurisdicciones. Cuáles son los aspectos clave y los temas que ya están atravesados por esta perspectiva

La nueva conducción del Ministerio de Salud de la Nación afronta nuevos desafíos en donde la desregulación y la competencia libre entre financiadores de servicios agilizan el acceso a la salud

Descentralización en la salud: la nueva estrategia del gobierno

  • El gobierno de Javier Milei impulsa una descentralización de servicios de salud en favor de un Estado más reducido y eficaz.
  • El Consejo Federal de Salud (COFESA) liderará la coordinación de recursos junto a los ministros de Salud provinciales.
  • Mario Lugones, ministro de Salud, renegocia contratos clave para evitar el desperdicio de vacunas y medicamentos.

Lo esencial: la descentralización es un enfoque clave en la gestión del presidente Javier Milei y pretende transferir la responsabilidad de la administración operativa a las provincias, limitando al Estado Nacional a la creación y coordinación de políticas. Según pudo saber Infobae, el nuevo sistema apunta a evitar la superposición de tareas en distintos niveles de gobierno y a mejorar la eficiencia en situaciones críticas, como la distribución de vacunas. Desde el ministerio que lidera Mario Lugones, afirmaron que esta estructura se monitoreará mediante el COFESA, promoviendo así una gestión optimizada de insumos críticos y un acceso más rápido y organizado a servicios esenciales. La tecnología y la inteligencia artificial ayudarán a prever y adaptar los suministros a las demandas regionales.

La renegociación de contratos busca evitar desperdicios de vacunas, por ejemplo, y optimizar recursos en el plan de descentralización sanitaria. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Por qué importa: la fragmentación y superposición de competencias en el sistema de salud argentino retrasan las respuestas en situaciones de emergencia y aumentan los costos de gestión pública.

  • La descentralización intenta reducir la burocracia, permitir compras de medicamentos a escala y evitar desperdicio de vacunas.
  • Con una gestión eficaz, se optimizan recursos y se mejora el acceso a servicios en áreas vulnerables.
  • La estrategia de Milei también persigue la reducción de intermediarios, favoreciendo la transparencia y autonomía de los servicios locales.
La descentralización busca mejorar la eficiencia hospitalaria, transfiriendo a las provincias la gestión operativa y optimizando el uso de recursos (Imagen Ilustrativa Infobae)

Un concepto de gestión clave que atraviesa el gobierno del presidente Javier Milei es la descentralización con el objetivo de hacer más eficiente la tarea de un Estado reducido pero efectivo, que se replica en diversas áreas de la administración nacional. En la cartera de salud - y con más énfasis desde que asumió el actual ministro Mario Lugones- la descentralización avanza a paso firme, en la búsqueda de reordenar la gestión y redistribuir los recursos entre los distintos actores.

¿Por qué la descentralización es el nuevo norte de las políticas sanitarias? Según pudo saber Infobae, los funcionarios de la cartera nacional que dirige Lugones, plantean que el ecosistema de salud argentino está dividido en múltiples niveles de gestión, el Estado nacional, provincias y municipios, y que esta estructura, en muchos casos, por no decir en la mayoría, genera una superposición de responsabilidades y también hace más lenta la respuesta ante emergencias sanitarias, lo cual limita el alcance de recursos como vacunas y medicamentos esenciales, por poner algunos ejemplos.

Con la descentralización, el Ministerio de Salud busca redibujar las líneas de gestión sanitaria en todo el territorio, dejando en manos de las provincias la mayor parte de las responsabilidades operativas, mientras que Nación asume un papel de coordinación y definición de políticas.

El objetivo es reducir la intervención directa del Estado nacional en la administración de los servicios de salud, y priorizar una estructura con autonomía jurisdiccional (Fabian Strauch/dpa)

El sistema de salud argentino en la actualidad se encuentra fragmentado, con una red de competencias superpuestas que dificulta la gestión eficiente de los recursos, afirmaron fuentes de la cartera sanitaria a Infobae. “Hoy existe una gran mezcla de responsabilidades y el Estado Nacional es demandado por lo que hace falta o lo que se debe entregar, creándose un programa nuevo sobre otro, que quizás ya tienen cada una de las provincias, y superponiendo el trabajo y los objetivos”, dicen desde el emblemático edificio sobre la Avenida 9 de Julio.

El objetivo es reducir la intervención directa del Estado nacional en la administración de los servicios de salud, y priorizar una estructura con autonomía local (municipal/provincial) en la gestión sanitaria. Según pudo saber Infobae, la intención es que la implementación de este nuevo modelo de acceso a los servicios de salud sea monitoreado por el Consejo Federal de Salud (COFESA), compuesto por los ministros de Salud de todas las provincias.

La idea es que el COFESA ejerza un rol de coordinación y que facilite la evaluación constante de la asignación de recursos, además de asegurar que las decisiones de cada jurisdicción estén alineadas con las prioridades de salud a nivel nacional. Por eso surgen conceptos como provincialización o descentralización de la gestión, ya que en estos nuevos tiempos, las provincias deben asumir la responsabilidad en la atención directa de las personas.

Vacunas: optimizar los recursos e insumos

Superposición de responsabilidades en distintos niveles de gobierno afecta la eficiencia sanitaria ( EFE/ Antonio Lacerda)

La sustentabilidad del sistema de salud constituye un eje clave del plan de descentralización, es que “sin gestión eficiente, no hay recursos ni a corto ni a largo plazo”, dieron a entender a Infobae. Para eso, la estrategia apunta a optimizar tanto la asignación de insumos como la planificación de compras y contratos, especialmente en vacunas y medicamentos.

En este punto, la estrategia implica establecer, además, acuerdos de abastecimiento flexibles con proveedores que contemplen cláusulas que favorezcan la sostenibilidad económica del sistema. El objetivo es evitar la acumulación innecesaria de insumos y adaptar las entregas a la demanda efectiva en cada momento.

En ese sentido, este año el Ministerio de Salud renegoció contratos previos con Pfizer y Moderna para la provisión de vacunas contra el COVID-19, en las casas matrices en Estados Unidos, y lo que se hizo fue acordar la entrega escalonada de las compras que estaban previstas. “Con este nuevo contrato no se van a destruir 9,5 millones de vacunas y el Estado nacional va a ahorrar 27 millones de dólares”, ejemplificaron desde la cartera sanitaria que dirige Lugones.

Para optimizar la asignación de recursos públicos, se empezó a emplear el uso de inteligencia artificial y el análisis predictivo, para anticipar necesidades y ajustar la respuesta sanitaria según la demanda específica de cada región.

Este año el Ministerio de Salud renegoció contratos previos con Pfizer y Moderna para la provisión de vacunas contra el COVID-19 (Imagen Ilustrativa Infobae)

“Con la analítica avanzada empezamos a trabajar con sistemas distintos a los que se usaban previamente, para evaluar las necesidades concretas”, indicaron a Infobae. En ese sentido, Nación va a adquirir la vacuna antineumocócica llamada neumo 20. “La idea es trabajar sobre esta nueva tecnología que sintetiza los beneficios de la neumo 13 para niños y neumo 23 para adultos”, remarcaron y anticiparon que el laboratorio Pfizer que hoy la produce en exclusividad, podría iniciar una transferencia de tecnología para producirla en el país, a través de un acuerdo tanto con el Ministerio de Salud como con otros países de Latinoamérica que van a adquirir la vacuna a través de Organización Panamericana de la Salud (OPS), con la mira de ser distribuida hacia América Latina a través de un convenio con el organismo panamericano.

Estas y algunas otras cuestiones más permiten optimizar todo lo que es el proceso de contratación y no destruir insumos, como señalaron a Infobae la semana pasada: “Para la campaña 2024, el 30% de las dosis distribuidas por el Estado Nacional no fueron registradas como aplicadas. Entre 2021 y 2023, se vencieron 2.536.510 dosis de vacunas antigripales, y se estima que 441.000 dosis podrían vencerse en la campaña 2024, lo que representa una pérdida de 14 millones de dólares”.

Otro ejemplo que citan desde el Ministerio de Salud es la estrategia nueva para los medicamentos oncológicos, mediante un convenio con PAMI. Y describen una compra de medicamentos para el tratamiento de la hemofilia que hizo la Superintendencia de Salud para Obras Sociales, “que generaron un ahorro de un 85% de un medicamento de alto costo”, según dijeron a Infobae.

Más a largo plazo, la nueva gestión está trabajando en soluciones más estructurales vinculadas al alto precio de vacunas y medicamentos, como estrategias de compras interjurisdiccionales que permitan empezar a trabajar sobre precios estándar y bajar costos por operaciones en escala entre organismos nacionales. Se busca trabajar junto con las administraciones provinciales en la estrategia de compra, “no con financiamiento, sino con experiencia y con otros modelos de compra que sean beneficiosos para las provincias, como compras consolidadas, a escala o compras conjuntas”, anticiparon a Infobae.

Eliminar intermediarios y “sellos de goma”

La desregulación de obras sociales y empresas de medicina prepaga forma parte de una serie de reformas que buscan generar competitividad en el sistema de salud (Imagen Ilustrativa Infobae)

Reducir los intermediarios y trámites es otro de los motores de la descentralización de la era Milei. Una de las metas es la eliminación de trámites administrativos que ralentizan el acceso a servicios de salud. Como detalló Infobae, la descentralización empezó por la desregulación en obras sociales y prestadores de medicina prepaga, asociada a la libre competencia entre los financiadores de servicio.

Allí es donde se destaca el rol de la Superintendencia de Servicios de Salud, con medidas como eliminar la espera de un año para cambiar de obra social, evitar la triangulación de fondos de las empresas de medicina prepaga hacia las obras sociales, como aquellas que solo eran “sellos de goma” para afiliación automática y no brindaban ningún tipo de servicio de atención de salud.

El rediseño busca eliminar intermediarios en la recepción de aportes y mejorar la inscripción de empresas de medicina prepaga al Registro Nacional de Agentes del Seguro (RNAS), permitiendo una mejor distribución de recursos. Este cambio normativo, según detalló Infobae, afecta a más de 14 millones de trabajadores en Argentina, incluidos empleados públicos y privados, sindicalizados y autónomos.

Una de las herramientas principales en esta modernización, que ya está activa, es la plataforma Mi Argentina, donde se planea continuar con los datos como el historial de vacunación, los tratamientos médicos y otra información relevante sobre la salud de cada ciudadano. La idea es concentrar en un solo lugar para que sea fácil y rápido el acceso de las personas a sus datos de salud.

Fuentes de la cartera de Salud de Nación explicaron a Infobae que una de las metas es la eliminación de trámites administrativos que ralentizan el acceso a servicios de salud

Pero ese no es el único punto, según indicaron. Ya que esta plataforma podría simplificar trámites y mejorar la respuesta sanitaria a nivel nacional. Es por eso que, el próximo paso es la digitalización de procesos administrativos, como la matriculación de profesionales de la salud, que ya se encuentra en la App y permite una actualización constante sin vencimiento.

Sobre la cobertura de medicamentos de alto costo

La Resolución 3934/2024 limita la emisión de recetas y órdenes a médicos de la cartilla en planes cerrados de salud. Busca evitar prescripciones de alto costo por profesionales que no conocen la historia clínica del paciente. “No afecta a fármacos comunes”, según precisó el superintendente de Seguros de Salud, Gabriel Oriolo

El objetivo - dijo Oriolo-, es limitar la prescripción de medicamentos de alto costo a médicos que conozcan el historial clínico del paciente, protegiendo así la sostenibilidad financiera del sistema y evitando prescripciones por profesionales fuera de su especialidad”.

La medida afecta directamente a los beneficiarios de planes cerrados, quienes deberán recurrir exclusivamente a los médicos de su cartilla para acceder a medicamentos costosos. Esta normativa busca proteger el uso eficiente de recursos de salud y reducir la carga financiera de los sistemas de salud.

  • Los afiliados de planes abiertos no se verán afectados y podrán consultar fuera de la cartilla.
  • Se intenta evitar desfinanciamiento por medicamentos experimentales o sin suficiente respaldo científico.
  • La regulación incluye una declaración jurada para prevenir conflictos de interés con los laboratorios.
  • Se preparará una medida aclaratoria ante dudas y confusiones generadas.