Cuatro mitos sobre la tartamudez y los últimos descubrimientos científicos sobre su origen

El Día Internacional de esta condición, que se conmemora cada 22 de octubre, busca generar conciencia sobre esta situación, además de combatir los estigmas sociales y fomentar un entorno inclusivo

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La tartamudez afecta a personas
La tartamudez afecta a personas de todas las edades, especialmente desde la infancia, y puede impactar la comunicación y la autoestima (Getty)

La tartamudez es un trastorno de la fluidez del habla que se caracteriza por interrupciones involuntarias, como repeticiones de sonidos, sílabas o palabras, así como bloqueos en la producción de las frases. Afecta a personas de todas las edades, aunque suele comenzar en la infancia. Puede tener un impacto significativo en la vida diaria, al influir en la comunicación, la autoestima y las interacciones sociales.

El Día Internacional de la toma de conciencia de la Tartamudez, que se conmemora cada 22 de octubre, es una oportunidad para visibilizar la condición y sus efectos en el día a día de quienes la experimentan. Esta fecha tiene como objetivo promover la comprensión y el respeto hacia las personas que tartamudean, y destaca la importancia de un entorno inclusivo y empático. A través de diversas actividades y campañas, se busca educar a la sociedad, desmitificar estigmas y fomentar un diálogo abierto.

De acuerdo a Mayo Clinic, “es posible que intervenga una combinación de factores” para que se desarrolle el tartamudeo. En ese sentido, aseguran que existen distintas clases, como son del desarrollo, que “es aquella que se produce en niños cuando aprenden a hablar” y pueden relacionarse con “problemas en el control motor del habla, como la coordinación temporal, sensorial y motora”. Además, en lo que se refiere a los orígenes genéticos, afirman que “suele ser hereditaria” y se vincularía con “mutaciones en los genes que el padre y la madre les pasan a sus hijos e hijas”.

Asimismo, también se produce por otras causas, como es tartamudeo neurogénico (consecuencia de “un accidente cerebrovascular, una lesión cerebral por traumatismo u otros trastornos del cerebro”), “sufrimiento emocional” (cuando están nerviosos o bajo presión) o, bien, “psicógeno”, que se vincula con “un trauma emocional son poco comunes”. Vale destacar que “no son lo mismo que el tartamudeo del desarrollo”.

Los mitos más comunes sobre la tartamudez

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Aunque el estrés y la ansiedad pueden agravar la tartamudez, no son las causas del trastorno (Imagen Ilustrativa Infobae)

La tartamudez está rodeada de mitos que pueden perpetuar ideas erróneas con respecto a los individuos que viven con la condición. Desde la revista de los Institutos Nacionales de la Salud de los Estados Unidos (NIH) aclararon los principales malentendidos.

  1. La tartamudez es el resultado de la ansiedad o nerviosismo: si bien algunas situaciones de estrés pueden empeorar momentáneamente la condición, no son la causa, ya que es un trastorno del habla.
  2. La persona que tartamudea debe calmarse antes de hablar para evitar las interrupciones: esto puede ser contraproducente, ya que genera una presión adicional y “crea un círculo vicioso”, según el Dr. Dennis Drayna, científico emérito del NIH.
  3. La tartamudez interfiere con la inteligencia: lo cierto es que esta condición no se vincula ni con el nivel de comprensión y con la capacidad cognitiva. Un ejemplo de esto es que “la tartamudez ha afectado a científicos, actores, escritores y políticos, y muchos lograron cosas notables”, señalaron desde la revista.
  4. Las personas que tartamudean se les debe completar la oración mientras están hablando. Esto no se debe hacer, ya que puede crear incomodidad y causar que el individuo se sienta humillado.
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El Día Mundial de la Tartamudez busca generar conciencia y promover la inclusión de quienes experimentan este trastorno del habla (Getty)

¿Qué descubrieron los científicos sobre la tartamudez?

Aunque la mayoría de los casos de tartamudez se originan en la infancia, existen formas que emergen en la edad adulta tras una lesión cerebral, especialmente después de un accidente cerebrovascular (ACV). Un estudio publicado en la revista científica Brain utilizó un mapeo de redes de lesiones para identificar áreas comunes del cerebro afectadas tanto en la tartamudez adquirida como en la persistente del desarrollo.

El mapeo es una técnica innovadora que les permitió a los científicos analizar las conexiones funcionales entre diferentes regiones del cerebro, a partir de imágenes por resonancia magnética (IRM) de 20 pacientes que habían padecido ACV, con edades que variaron desde los 45 hasta los 87 años.

A pesar de la heterogeneidad de las áreas lesionadas, los resultados revelaron que regiones afectadas estaban conectadas a un mismo circuito cerebral, lo que sugiere la existencia de una red común implicada en la aparición del tartamudeo, centrada en el putamen del hemisferio izquierdo.

Científicos descubrieron que la tartamudez
Científicos descubrieron que la tartamudez adquirida tras un ACV y la del desarrollo están vinculadas a los mismos nodos cerebrales (Imagen ilustrativa Infobae)

Esta área, que forma parte de los ganglios basales, juega un papel crucial en la regulación del movimiento y la coordinación de tareas motoras complejas, lo que incluye el habla. Otras secciones, como el claustro y el área de transición amigdaloestriatal también mostraron conexiones funcionales con las zonas lesionadas.

Por otro lado, el equipo utilizó IRM para examinar los cerebros de 20 personas que presentaban tartamudez del desarrollo. Los investigadores descubrieron que estaba vinculada a los mismos nodos de la red cerebral que se habían identificado previamente en pacientes con tartamudez adquirida.

“Estos hallazgos explican características bien conocidas de la tartamudez, como las dificultades motoras en la producción del habla y la variabilidad significativa en la gravedad de la tartamudez en función de los estados emocionales. Como núcleos principales del cerebro, el putamen regula la función motora y la amígdala regula las emociones. El claustro, a su vez, actúa como un nodo para varias redes cerebrales y transmite información entre ellas”, explicó el profesor de neurología de la Universidad de Turku Juho Joutsa, coautor de la investigación, en un comunicado de prensa de la institución educativa.

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La técnica de mapeo de redes de lesiones permitió identificar áreas clave del cerebro que contribuyen a la aparición del tartamudeo (Imagen Ilustrativa Infobae)

El estudio también encontró que en adultos con tartamudeo persistente del desarrollo, la materia gris en el putamen y áreas adyacentes mostraba un aumento en volumen, relacionado con la severidad de los síntomas. Este hallazgo sugiere que la disfunción en estas áreas no solo afecta la fluidez del habla, sino también la percepción emocional del tartamudeo, lo que puede amplificar los síntomas y su impacto en la vida cotidiana.

Los resultados tienen importantes implicaciones clínicas para el tratamiento del tartamudeo. Al identificar redes cerebrales específicas vinculadas con el trastorno, se abre la posibilidad de desarrollar terapias más precisas. Además, el estudio subraya la importancia de abordar no solo la disfluencia en el habla, sino también los componentes emocionales asociados, como la ansiedad y la evitación social.

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