La hepatitis C es una enfermedad viral que afecta al hígado, causa inflamación y, en casos graves, puede llevar a cirrosis o cáncer hepático. Es transmitida principalmente a través del contacto con sangre infectada, y a menudo es asintomática en sus etapas iniciales, lo que dificulta su diagnóstico y tratamiento temprano, por eso advierten sobre su avance silencioso. Según la Sociedad Argentina de Hepatología, entre 6 y 7 personas de cada 10 con esta patología ignoran su diagnóstico, pero entre 3 y 4 de cada 10 que lo saben “eligen no hacer nada al respecto”.
A nivel mundial, desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) estiman que alrededor de 50 millones de personas vivían con esta afección en el 2022. Esto resalta la necesidad de una mayor concientización y educación sobre la enfermedad, ya que de no tratarse, la hepatitis C puede devenir en complicaciones severas. Se puede manifestar de forma aguda o crónica, y algunos de los síntomas en sus etapas avanzadas pueden ser fiebre, cansancio, pérdida de apetito, náuseas, vómitos, dolor abdominal, orina oscura e ictericia, que es la coloración amarillenta de la piel o los ojos.
El Día Internacional de la Hepatitis C, que se celebra este martes 1 de octubre, se establece como una plataforma para promover la sensibilización y la acción en torno a esta enfermedad. Una fecha brinda la oportunidad de unir esfuerzos entre gobiernos, organizaciones de salud y comunidades para fomentar el diagnóstico y el acceso a tratamientos efectivos. A través de la colaboración y la información, se busca reducir el impacto de la afección y mejorar la salud de quienes la padecen en todo el mundo.
En la Argentina, en ese sentido, la Asociación Civil Buena Vida comenzó a realizar campañas de detección de personas con hepatitis C hace dos años. ¿El objetivo? Brindarles a los pacientes los tratamientos necesarios. Desde ese entonces, hallaron más de 200 pacientes que cursan la infección y realizaron los esfuerzos necesarios para brindarles un acceso a la cura de esta patología, además de evitar que desarrollen condiciones derivadas que disminuyan su calidad de vida y podrían poner en riesgo su vida.
¿Cómo se realizaron las campañas?
2024: desmitificando la hepatitis C, una campaña que busca derribar mitos
En 2024, la Asociación Civil Buena Vida lanzó una campaña innovadora para combatir los mitos y el desconocimiento en torno a la hepatitis C. Basada en encuestas a pacientes, esta iniciativa busca concientizar sobre la importancia de un diagnóstico temprano y el acceso a tratamientos modernos que garantizan la cura en casi todos los casos.
Se trata de la cuarta campaña que realiza la entidad y que, hasta ahora, encontró un total de 37 pacientes. Se dedica a derribar los mitos que suelen surgir alrededor de la enfermedad. Para lograr este objetivo, se basaron en una encuesta que había realizado la asociación en el 2021 a más de 300 personas con hepatitis C, quienes comentaron sobre su diagnóstico y tratamiento.
Debido a que la afección es asintomática en la mayoría de los casos, muchos encuestados afirmaron que postergaron la búsqueda de atención médica debido a que no la consideraban como una infección grave. Sin embargo, es vital recibir la terapia correspondiente en el menor tiempo posible, ya que el virus daña al hígado de manera progresiva y puede resultar en la necesidad de un trasplante, cáncer de hígado o cirrosis.
Por otro lado, notaron un profundo desconocimiento con respecto a los medicamentos actuales. “Muchos no sabían que, con los tratamientos modernos, la enfermedad se cura en el 98% de los casos. Antes las tasas de curación eran muy modestas”, comentaron desde la asociación. Además, creían que producían efectos secundarios similares a los tratamientos antiguos que hoy en día ya no se aplican. Las medicaciones nuevas se deben consumir durante 8 a 12 semanas y casi no tienen efectos adversos.
Asimismo, una gran parte de los encuestados consideraban a los medicamentos como inaccesibles debido a los costos. Sin embargo, su cobertura en Argentina “está garantizada al 100% por obras sociales, prepagas y el Estado”, aclararon desde Buena Vida, quienes brindaron jornadas de detección en plazas, hospitales públicos y en unidades del servicio penitenciario, y ya reunieron 200 pacientes. Gracias a los programas de revinculación, esa cifra aumentó a 400. Muchos de ellos ya lograron curarse, algunos están en tratamiento y otros por comenzarlo.
“Nos queda muchísimo camino por delante como sociedad y tenemos que trabajar articuladamente entre diferentes actores del sistema de salud para transformar la realidad de la hepatitis C en Argentina. Pero cada paciente que logramos conectar y acompañar hasta que se cure es verdaderamente una alegría y nos acerca un pasito más al objetivo de eliminar la hepatitis C, propuesto por la OMS”, afirmaron desde Buena Vida.
Del Mundial a las urnas y un mensaje de esperanza que sigue creciendo desde 2022
Entre 2022 y 2023, la Asociación Civil Buena Vida lanzó dos campañas clave que aprovecharon grandes eventos nacionales e internacionales para crear conciencia sobre la hepatitis C. Desde la “Campaña Nacional de Concientización y Detección” en 2022, que movilizó a más de 20 provincias, hasta la iniciativa “Yo Voto Curarme” en 2023, que utilizó las elecciones presidenciales y provinciales como escenario, la entidad logró captar la atención de cientos de pacientes y dar un giro crucial en su estrategia de revinculación.
Desde 2022, la organización sin fines de lucro realizó 4 campañas de detección en todo el país. Comenzaron con la “Campaña Nacional de Concientización y Detección de Hepatitis C”, la cual contó con el apoyo de la Sociedad Argentina de Hepatología (SAHE), el ANLIS Malbrán y el Rotary Club. Se basó en jornadas de testeo gratuito en 77 hospitales de más de 20 provincias.
“En aquella campaña nacional se encontraron 46 pacientes positivos; 20 a partir de los testeos, pero otros 26 que se contactaron con la asociación vía redes porque habían visto la campaña en los medios y las redes. Ellos ya sabían que tenían hepatitis C, pero no hacían nada al respecto; eso nos convenció de la necesidad de reorientar las campañas en otra dirección y dimos un enorme salto”, señaló Rubén Cantelmi, paciente curado y presidente de la Asociación Civil Buena Vida.
Debido a los resultados obtenidos, y a la tendencia observada respecto a la falta de acción de aquellas personas ya diagnosticadas, se modificó el enfoque de las campañas. Decidieron direccionar los mensajes hacia ese grupo de pacientes que ya conocía sobre su afección, pero quienes eligieron no tratarse. Es por eso que impulsaron la “revinculación de pacientes”, que consiste en que quienes conocen su diagnóstico vuelvan a realizar consultas médicas con el objetivo de recibir medicación y curarse.
El Mundial de Qatar 2022 fue el momento ideal para comenzar con la campaña “Hepatitis C, un desafío mundial”, la cual logró utilizar el interés de un gran porcentaje de los habitantes del país hacia el fútbol para realizar publicaciones que contenían frases como “Sumate al equipo de curados” o “Dejemos a la Hepatitis C en off-side”. Así es que captaron la atención del público y concientizaron sobre la importancia de combatir la enfermedad.
“Después de lanzar la campaña, nos dimos cuenta de que solo tenía sentido si Argentina avanzaba. Hoy, mirando para atrás, además de la alegría de haber salido campeones, tuvimos la satisfacción de completar la campaña, a través de la cual encontramos 84 pacientes, algo histórico”, afirmó Cantelmi.
En tanto, en 2023 lograron que 31 pacientes accedieran a la asociación mediante una campaña que replicó la estrategia utilizada en el transcurso del mundial de fútbol, aunque con las elecciones presidenciales y provinciales como excusa. Se denominó “Yo Voto Curarme”, y se realizó en plazas del AMBA, Santa Fe y Mendoza durante todo el año.