El papel de la microbiota en nuestra salud es cada vez más reconocido por la ciencia. Este vasto universo de microorganismos, que incluye bacterias, hongos y virus, habita en diversas zonas de nuestro cuerpo, como el intestino, la piel, la boca y los pulmones. Lejos de ser meros inquilinos, estas comunidades microscópicas juegan un rol clave en la regulación de funciones vitales, desde la digestión hasta la protección contra enfermedades.
Un microbioma sano contribuye al equilibrio del organismo, fortaleciendo el sistema inmunológico y ayudando a mantener en armonía los órganos donde reside.
Sin embargo, cuando se produce un desequilibrio en estas comunidades, conocido como disbiosis, aumenta el riesgo de desarrollar una serie de enfermedades que abarcan desde problemas digestivos hasta trastornos crónicos como diabetes, cáncer y enfermedades neurodegenerativas.
“La piel es el órgano más grande del cuerpo y si su microbiota es muy diversa, contribuye a la prevención de infecciones. Por el contrario, su desequilibrio está asociado al desarrollo de múltiples enfermedades comunes de la piel, como el acné”, expresó el doctor Christian Boggio Marzet, médico pediatra y gastroenterólogo.
El especialista será uno de los directores del VIII Simposio Internacional de Microbiota y Probióticos 2024 (MicrobiotaBA 2024), que reunirá en Buenos Aires a más de 700 profesionales de la salud durante el 4 y 5 de octubre. En este encuentro se abordarán los últimos avances científicos sobre la relación entre la microbiota y diversas enfermedades, así como su potencial en la prevención y tratamiento de múltiples afecciones.
Es que este creciente conocimiento será el tema central del VIII Simposio Internacional de Microbiota y Probióticos 2024 (MicrobiotaBA 2024), que reunirá en Buenos Aires a más de 700 profesionales de la salud durante el 4 y 5 de octubre. En este encuentro se abordarán los últimos avances científicos sobre la relación entre la microbiota y diversas enfermedades, así como su potencial en la prevención y tratamiento de múltiples afecciones.
“Las comunidades de microbios conviven pacíficamente, contribuyen a la autorregulación del órgano en que habitan y fortalecen la función inmunológica”, una situación que, cuando este delicado equilibrio se rompe, multiplica los riesgos para la salud, agregó Boggio Marzet.
Cómo la microbiota intestinal afecta la salud
La microbiota intestinal ganó atención en los últimos años por su influencia directa en la salud digestiva y su impacto en el sistema inmunológico. Según el Dr. Boggio Marzet, “la hipótesis cada vez más documentada señala que los microorganismos alojados en el intestino participan en la regulación de múltiples funciones, tanto a nivel gastrointestinal como en la función cerebral, a través de su efecto en la inmunidad”.
Los estudios han demostrado que un intestino equilibrado no solo es fundamental para la digestión, sino que también desempeña un papel en la prevención de enfermedades neurológicas como el ACV, el Alzheimer y el Parkinson, además de problemas de salud mental como la esquizofrenia.
Sin embargo, la microbiota no solo se limita al intestino. Los pulmones, la piel y la cavidad oral también albergan comunidades de microorganismos que juegan un papel esencial en la salud.
En ese sentido, el doctor Jorge Martínez, especialista en Alergia e Inmunología, indicó que el desequilibrio en esta microbiota está vinculado a enfermedades como el acné y la dermatitis atópica. “La comunidad científica acumula investigaciones que sugieren que la microbiota inclusive está activamente involucrada en el desarrollo de enfermedades alérgicas como el asma, dermatitis atópicas y alergias alimentarias”, explicó el médico pediatra, quien también es Director del Simposio MicrobiotaBA.
Ambos especialistas remarcaron que, al igual que los tejidos intestinales y orales, los pulmones presentan una comunidad bacteriana compleja: “La microbiota pulmonar es relativamente dinámica debido a la inmigración y eliminación de microbios a través de la aspiración, la tos y los estornudos; y es responsable de la defensa inmunitaria ante respuestas inflamatorias no deseadas, incluso en modelos de ratones se observó que al reforzarla con comunidades bacterianas mejoraba su respuesta a los alérgenos”.
Asimismo, la microbiota pulmonar, aunque menos conocida, es fundamental en la defensa del sistema respiratorio. “La reducción de la diversidad de la microbiota nasal puede aumentar el riesgo de neumonía”, indicaron estudios recientes.
Uno de los aspectos más interesantes que se explorará en el simposio es la relación entre la microbiota y las enfermedades alérgicas, con un firme objetivo en que el equilibrio microbiano es fundamental no solo para la salud física, sino también para regular respuestas inflamatorias y alérgicas en el organismo. Además, se discutirá el uso de la transferencia fecal de microbiota como tratamiento.
“Cada día vamos comprendiendo más y mejor la amplia gama de funciones fisiológicas que desempeña el intestino humano y las distintas microbiotas que habitan en otras zonas antes impensadas de nuestro organismo”, reflexionó Martínez. Al tiempo que agregó: “El potencial de prevenir y/o tratar enfermedades mediante acciones sobre la microbiota es un libro en blanco que hoy se nos abre y que nos arroja novedades permanentemente”.
“Una línea de investigación apunta a demostrar la eficacia de transferencia fecal de microbiota en situaciones clínicas específicas, pero no es la única”, dijo Boggio Marzet sobre el procedimiento que consiste en la introducción de microbiota sana en el intestino de un paciente. Y agregó que, aunque sigue siendo un campo en desarrollo, “confiamos en que en la medida en que conozcamos más sus funciones y sus alcances, nos podremos acercar a soluciones que hasta hace poco eran impensadas”.