En Argentina, solo 1 de cada 5 pacientes identifica síntomas del linfoma antes del diagnóstico

Cada año, se reportan cerca de 9 mil nuevos casos de linfoma a nivel mundial, según estadísticas internacionales. En Argentina, solo uno de cada cinco pacientes identificó los síntomas antes de recibir un diagnóstico formal. Con motivo del Día Mundial de Concientización sobre el Linfoma, celebrado el 15 de septiembre, surge una pregunta clave: ¿Cuáles son los síntomas del linfoma?

La Asociación Civil Linfomas Argentina (ACLA) relanzó su campaña #PodriaSerUnLinfoma para promover el reconocimiento temprano de los síntomas. El diagnóstico oportuno es fundamental para mejorar el pronóstico de esta enfermedad oncohematológica que afecta el sistema inmunológico. Entre los principales signos del linfoma, la ACLA destacó el crecimiento indoloro de ganglios linfáticos, fiebre persistente (menor a 38°), pérdida de peso involuntaria, sudores nocturnos, picazón constante, cansancio extremo, tos y dificultad para respirar.

Los síntomas del linfoma suelen ser confundidos con otras afecciones, lo que dificulta su detección temprana. En Argentina, solo uno de cada cinco pacientes reconoció los signos antes del diagnóstico, y seis de cada diez tardaron alrededor de seis meses en acudir al médico desde que aparecieron los primeros síntomas, según una encuesta de la Red Mundial de Grupos de Pacientes con Linfoma.

Entre los principales síntomas se encuentran el crecimiento indoloro de uno o varios ganglios linfáticos, fiebre persistente por debajo de 38°, pérdida de peso sin razón aparente, sudores nocturnos, picazón generalizada, fatiga extrema y dificultad para respirar. La doctora Astrid Pavlovsky, médica hematóloga y directora del Centro de Hematología Pavlovsky, explicó que “muchos linfomas no dan síntomas y pueden diagnosticarse como hallazgos incidentales ante un control de rutina o alguna imagen solicitada por otra causa”. Agregó que, en algunos casos, los pacientes notaron una “tumoración no dolorosa sin otro síntoma acompañante”.

En Argentina, la demora en la consulta médica representa un gran obstáculo. Haydée González, presidenta de ACLA, señaló que “representa una de las cifras más elevadas de la región, lo que demuestra que todavía tenemos que trabajar fuertemente en concientización y conocimiento de la enfermedad en nuestro país”. El linfoma es una enfermedad que afecta la producción de linfocitos, glóbulos blancos clave para combatir infecciones. En muchos casos, los síntomas son inespecíficos o ausentes, lo que retrasa el diagnóstico.

La doctora Pavlovsky subrayó que es fundamental contar con un diagnóstico preciso realizado por un equipo multidisciplinario compuesto por médicos, biólogos y bioquímicos. Dado que existen diferentes tipos de linfomas, con presentaciones clínicas y tratamientos distintos, el diagnóstico temprano y específico permite mejorar los resultados.

El manejo emocional de los pacientes diagnosticados con linfoma es otro desafío importante. Según una encuesta internacional de la Lymphoma Coalition, más del 75% de los pacientes reportaron sentir ansiedad, miedo, aislamiento y síntomas de depresión o estrés postraumático. Haydée González mencionó que “el miedo sigue siendo el principal problema para los pacientes, ya sea por temor a la recaída o a la progresión de la enfermedad”. Este temor afecta la calidad de vida de los pacientes y dificulta la planificación a futuro.

El informe Global Report 2022 de la Lymphoma Coalition, que incluyó a más de 7 mil pacientes a nivel mundial, reveló que la mitad de ellos temía la recaída o la progresión de la enfermedad. Desde la ACLA, explicaron que “el miedo a la recurrencia del cáncer es frecuente y puede paralizar a la persona, afectando su calidad de vida”.

Para manejar estos temores, los especialistas de la Lymphoma Coalition recomendaron reconocer las emociones, buscar ayuda y tomar medidas para gestionar la incertidumbre y el estrés. Mariana Godoy, psicooncóloga de ACLA y expaciente de linfoma de Hodgkin, se mostró optimista respecto a los avances en los tratamientos: “Tal vez ese indicador mejore en la edición 2024 de esta encuesta, a la luz de la esperanza que generan los nuevos tratamientos que hoy tenemos disponibles”.

Sobre los avances en el tratamiento de linfomas, la doctora Pavlovsky describió un “cambio de paradigma” en los últimos años, con el surgimiento de nuevas terapias dirigidas, inmunoterapias y anticuerpos biespecíficos, que ofrecen mejores resultados.

“Para cada perfil de paciente y para cada estadio de la enfermedad, sobre todo recaídos luego de varias líneas de tratamiento, vamos teniendo más opciones, lo que nos permite obtener mejores resultados, remisiones más profundas y sostenidas por más tiempo, lo que se traduce en pacientes que viven más y mejor”, concluyó.

Durante el Día Mundial de Concientización sobre el Linfoma, se iluminarán de color naranja varios monumentos y edificios en todo el país, como el Planetario, el Puente de la Mujer y el Palacio Lezama en la Ciudad de Buenos Aires. También se organizan charlas informativas en centros de salud de distintas provincias.

En el Hospital Italiano de La Plata, el 19 de septiembre, se realiza una campaña de donación de sangre y registro de médula ósea, mientras que el 25 de septiembre, la doctora Graciela Alfonso ofrecerá un webinario sobre linfoma folicular a través de la plataforma Zoom de ACLA.

La ACLA mantiene una activa presencia en redes sociales con el propósito de fomentar el diagnóstico temprano, el acceso a tratamientos y ofrecer herramientas para que los pacientes gestionen sus emociones y logren una mejor calidad de vida.