(HealthDay News) -- ¿Te molesta que seguir teniendo un poco de barriga a pesar de que hace ejercicio todo el tiempo? El ejercicio en realidad te está ayudando a desarrollar un tejido graso abdominal más saludable, según un estudio reciente.
Eso significa que incluso si no se obtienen abdominales marcados, el ejercicio es bueno para la salud a largo plazo, dijeron los investigadores.
“Nuestros hallazgos indican que, además de ser un medio para gastar calorías, hacer ejercicio con regularidad durante varios meses o años parece modificar el tejido graso de formas que permiten almacenar la grasa corporal de forma más saludable si se experimenta algún aumento de peso, como ocurre con casi todo el mundo a medida que envejecemos”, señaló el investigador Jeffrey Horowitz, profesor de ciencias del movimiento en la Facultad de Kinesiología de la Universidad de Michigan.
En el estudio, los investigadores compararon dos grupos de personas con obesidad. Un grupo de 16 personas dijo que había hecho ejercicio al menos cuatro veces a la semana durante al menos dos años, mientras que otro grupo de 16 dijo que nunca había hecho ejercicio regularmente.
Se tomaron muestras del tejido graso del vientre justo debajo de la piel, que se considera el lugar más saludable para que el cuerpo almacene grasa.
La grasa almacenada debajo de la piel es menos propensa a causar problemas de salud, en comparación con la grasa que se acumula alrededor o dentro de los órganos, apuntaron los investigadores.
Las personas que hacían ejercicio regularmente tenían diferencias claras en su tejido graso que aumentaban su capacidad para almacenar grasa debajo de la piel, muestran los resultados.
Estos incluyen más vasos sanguíneos, mayores niveles de mitocondrias y proteínas beneficiosas, menos colágeno que interfiere con el metabolismo, y menos células inflamatorias, dijeron los investigadores.
“Lo que significa es que si las personas experimentan un aumento de peso, este exceso de grasa se almacenará de manera más ‘saludable’ en esta área debajo de la piel, en lugar de en el tejido graso alrededor de sus órganos o en una acumulación de grasa en los propios órganos, como el hígado o el corazón”, señaló Horowitz en un comunicado de prensa de la universidad.
Los experimentos de laboratorio de seguimiento mostraron que las células extraídas de los deportistas se desarrollaron en tejido que almacenaba la grasa de forma más efectiva, añadieron los investigadores.
Los investigadores dijeron que se necesitan más estudios a largo plazo para seguir a las personas y ver cómo cambia el tejido graso a medida que hacen ejercicio con el tiempo.
El nuevo estudio aparece en la edición del 10 de septiembre de la revista Nature Metabolism.
Más información: La Clínica Cleveland ofrece más información sobre los tipos de grasa corporal.
FUENTE: Universidad de Michigan, comunicado de prensa, 10 de septiembre de 2024
*Dennis Thompson HealthDay Reporter - ©The New York Times