En el marco del Día Mundial de la Salud Sexual, es fundamental reflexionar sobre cómo los cambios hormonales que experimentamos a lo largo de la vida impactan en nuestra sexualidad. Entender estos procesos y sus efectos nos permite tomar decisiones informadas y mantener una vida sexual plena y satisfactoria.
A partir de los 40 años, las mujeres experimentan una disminución progresiva de la testosterona, una hormona que, aunque más conocida por su papel en los hombres, también desempeña un rol importante en la sexualidad femenina. Esta reducción se acentúa con la llegada de la menopausia, momento en que también disminuyen los niveles de estrógenos.
Estos cambios hormonales pueden afectar el deseo sexual; sin embargo, en algunos casos, las mujeres encuentran una liberación al no preocuparse por la natalidad, lo que les permite disfrutar con mayor plenitud.
En los hombres, la disminución de la testosterona ocurre de manera más lenta y tardía. Esta reducción puede impactar en el apetito sexual y en la potencia, lo que lleva a muchos a adaptarse para mantener una vida sexual satisfactoria.
Mientras que en las mujeres los cambios hormonales durante la menopausia suelen ser abruptos, en los hombres son más graduales. Además, es fundamental recordar que las emociones también juegan un papel importante en la sexualidad, tanto por su influencia sobre las hormonas como de forma directa.
El contexto social, los tabúes, las creencias y las experiencias personales también influyen significativamente en la vivencia de la sexualidad.
La menopausia es un capítulo natural en la vida de la mujer
Es importante recordar que este período tiene una duración similar al reproductivo y puede ser una oportunidad valiosa en la vida de la mujer. Más allá de los cambios, es un momento propicio para emprender nuevos proyectos y explorar opciones emocionales enriquecedoras.
Además, las mujeres que atraviesan la menopausia desempeñan un papel fundamental al servir de agentes multiplicadoras, compartiendo su experiencia y conocimiento con otras mujeres, ya que esta fase se prolonga por varios años.
Para su abordaje, es fundamental reducir el estrés y aprender a vivir con los cambios. Este proceso trae consigo transformaciones físicas y emocionales, y puede ser un período de adaptación de uno o dos años.
Abre la puerta para que las mujeres comiencen a cuidar su salud cardiovascular, vigilen la osteoporosis, controlen el peso y mantengan una dieta equilibrada, con la ayuda de un nutricionista. La actividad física también se convierte en un pilar de una vida saludable durante esta etapa.
Uno de los síntomas más comunes son los “calores,” que varían en intensidad o pueden ser inexistentes. Además, es fundamental destacar la insuficiencia ovárica prematura, que puede llevar a la menopausia antes de los 40 años. En estos casos, la atención de especialistas es esencial, y se deben explorar opciones para la maternidad si así se desea. La educación es clave para enfrentar estos cambios hormonales naturales. Es necesario empoderar a las mujeres con información sobre los diferentes ciclos de la vida, para que estén preparadas.
Progresivamente, a medida que avanzamos hacia esta etapa, es importante cuidar nuestra salud mental y física, ya que la disminución de las hormonas sexuales también afecta nuestra respuesta al estrés. El estrés crónico puede adelantar la menopausia o agravar los síntomas, como cambios de ánimo y tendencia a la tristeza y la depresión. Pero aquí está la buena noticia: podemos gestionar nuestras hormonas y minimizar estos síntomas.
Cómo adaptar la pareja a los cambios
Es importante reconocer que estos cambios hormonales pueden requerir ajustes en nuestras relaciones de pareja, como un mayor tiempo de estímulo o la búsqueda de nuevas formas de conexión. Mientras algunas personas logran mantener una sexualidad plena a lo largo de los años, otras pueden ser más sensibles a estas alteraciones, lo que puede afectarles con mayor intensidad.
Tomar acción es clave: realizar chequeos médicos regulares y buscar el asesoramiento de un especialista en endocrinología puede ser determinante en este proceso. Psicólogos, sexólogos y otros profesionales de la salud juegan un papel crucial para obtener un adecuado manejo integral. La colaboración interdisciplinaria permite abordar tanto los aspectos físicos como emocionales en este contexto, y ofrecer un apoyo completo que facilita la adaptación y el bienestar en cada etapa de la vida.
Cada persona experimenta este período de manera diferente, lo que significa que no existe un enfoque único para conservar una sexualidad saludable. Es esencial reconocer la individualidad de cada cuerpo y ajustar el manejo de estos sucesos de acuerdo a las necesidades específicas de cada uno. Un enfoque personalizado, que contemple tanto los aspectos físicos como emocionales, es clave para enfrentar los desafíos hormonales que se presentan.
El conocimiento sobre nuestra salud sexual y los cambios hormonales que la afectan es un aliado poderoso para mantener una vida sexual satisfactoria en cada etapa de la vida. Adaptarnos y contar con el apoyo adecuado, nos permite descubrir nuevas formas de disfrutar y conectar con nuestra pareja.
En la práctica como endocrinóloga, he observado que la falta de información puede llevar a la frustración, por eso, es fundamental hablar abiertamente sobre estos temas y buscar el acompañamiento adecuado para enfrentarlo.
En este Día Mundial de la Salud Sexual, recordemos que la clave está en el conocimiento, la comunicación y la apertura a las transformaciones que, lejos de ser un obstáculo, pueden enriquecer nuestra experiencia sexual. Tomar conciencia sobre nuestra condición y adaptarnos a los cambios hormonales no solo mejora nuestra calidad de vida, sino que también nos permite disfrutar de cada etapa con una sexualidad satisfactoria.
* La dra. Laura Maffei (M.N. 62441) es especialista en endocrinología clínica. Es directora de Maffei Centro Médico e Investigación Clínica Aplicada y miembro de la Sociedad Argentina de Endocrinología y de la Endocrine Society. Es autora del libro “Alicia en el país del estrés”