Una de las controversias que más polémica ha generado en los Juegos Olímpicos, que se están desarrollando en la ciudad de París este 2024, es la participación de la boxeadora argelina Imane Khelif, que en su pelea por octavos de final de la categoría hasta 66 kilos, le propinó un golpe a la nariz a su rival italiana, Angela Carini, quien decidió abandonar la contienda tras apenas 46 segundos de iniciado el combate.
Pero esta circunstancia deportiva no fue lo que llamó la atención, sino su habilitación para participar de esta competencia, luego de que el año pasado Khelif hubiera sido descalificada del Mundial de Boxeo 2023, organizado por la Asociación Internacional de Boxeo (IBA).
La IBA dejó trascender que la apartó por “no superar las pruebas de elegibilidad de género” por sus elevados niveles de testosterona, detectados en las pruebas médicas de esa competencia. En aquel momento, el presidente de la IBA, Umar Kremlev, explicó: “Probaron que tiene cromosomas XY y por eso fue excluida”.
Imane Khelif ha enfrentado muchas críticas relacionadas con su condición física, y hasta ha sido acusada de ser mujer transgénero. Es decir, alguien que nace con características biológicas sexuales de un varón y se autopercibe y comporta como mujer.
Pero el Comité Olímpico Internacional (COI) permitió su participación en París 2024 al afirmar: “Todos los atletas participantes en el torneo de boxeo de los Juegos Olímpicos París 2024 cumplen con las normas de elegibilidad y de inscripción de la competición, así como con todas las regulaciones médicas aplicables de acuerdo con las reglas de la Unidad de Boxeo de París 2024”.
Actualmente, la argelina Khelif se identifica como una mujer cisgénero, es decir, una persona a la que se le asignó el género femenino al nacer y que se identifica y expresa como tal.
Los expertos que analizan su condición física explican que, seguramente, padece hiperandrogenismo, una condición descrita por la medicina cuando hay un exceso de andrógenos en el cuerpo.
¿Qué es el hiperandrogenismo?
Científicos de la Universidad de Cleveland en EEUU explican que los andrógenos son un grupo de hormonas sexuales que son esenciales para el inicio de la pubertad y juegan un papel crucial en la salud reproductiva y el desarrollo físico. Las hormonas, en tanto, son sustancias químicas que coordinan diversas funciones del organismo, transmitiendo mensajes a través de la sangre a órganos, músculos y otros tejidos. Estas señales indican al cuerpo qué hacer y cuándo hacerlo.
Todos producimos andrógenos, pero los hombres o personas asignadas como masculinas al nacer generan una cantidad mayor. Las mujeres o personas asignadas como femeninas al nacer producen aproximadamente una doceava parte de la cantidad de andrógenos que los hombres, en quienes la testosterona es el andrógeno más común.
Los testículos en el sistema reproductor masculino y los ovarios en el femenino producen andrógenos. Además, las glándulas suprarrenales, situadas sobre cada riñón, también generan estas hormonas. Otros tejidos, como la grasa y la piel, contribuyen a la conversión de andrógenos débiles en otros más potentes.
Entonces, el hiperandrogenismo puede causar diferentes síntomas dependiendo de la edad y el sexo de la persona. Tiene múltiples causas posibles y es tratable médicamente.
Según explicó a Infobae el doctor Gabriel Ércoli, médico especialista en Genética Médica, formado en la Universidad de Buenos Aires (UBA), el hiperandrogenismo es una condición caracterizada por niveles elevados de andrógenos (hormonas masculinas como la testosterona) en el cuerpo.
“Aunque los andrógenos son más abundantes en los hombres, las mujeres también los producen en pequeñas cantidades en los ovarios y las glándulas suprarrenales. Cuando una mujer tiene hiperandrogenismo, este exceso de andrógenos puede causar síntomas como crecimiento excesivo de vello corporal, acné, irregularidades menstruales e incluso infertilidad”, señaló Ércoli.
Y agregó: “Tanto hombres como mujeres producen andrógenos y estrógenos, aunque en diferentes proporciones. En los hombres, los andrógenos (como la testosterona) predominan, mientras que en las mujeres, los estrógenos son más abundantes. Los andrógenos y estrógenos cumplen funciones esenciales en ambos sexos. En las mujeres, los andrógenos son importantes para el desarrollo muscular, la libido y la salud ósea. En los hombres, una pequeña cantidad de estrógenos es vital para la salud ósea y la función reproductiva”.
Pero según Ércoli, el crecimiento excesivo de vello corporal, conocido como hirsutismo, es una de las señales más comunes de hiperandrogenismo en mujeres. Este vello suele aparecer en áreas típicamente masculinas, como el rostro, el pecho, y la espalda. El hirsutismo es un signo de que los niveles de andrógenos son más altos de lo normal y puede ser un indicativo de una condición subyacente como el síndrome de ovario poliquístico (SOP), una de las causas más comunes de hiperandrogenismo.
También existen otras causas de crecimiento excesivo de vello facial y corporal, que no están relacionadas con el exceso de andrógenos.
“Existen genes que pueden predisponer a una mujer a desarrollar hiperandrogenismo. La genética juega un papel en el desarrollo de condiciones como el síndrome de ovario poliquístico (SOP), que está estrechamente relacionado con el hiperandrogenismo.
Además, ciertas mutaciones genéticas pueden afectar la producción o el metabolismo de los andrógenos, aumentando la susceptibilidad a esta condición. Aunque la investigación sigue en curso, se sabe que el hiperandrogenismo puede ser heredado, y las mujeres con antecedentes familiares de SOP o hiperandrogenismo tienen un mayor riesgo de desarrollarlo”, aclaró el experto en genética.
El doctor Oscar Rosero, experto en endocrinología de Baptist Health South Florida, EE. UU., explicó a Infobae que el hiperandrogenismo es una condición en la que las mujeres producen muchos andrógenos.
“Las mujeres pueden producir andrógenos, hormonas masculinas en pequeñas cantidades, pero cuando se elevan por encima de lo normal, por supuesto, pueden aparecer muchos síntomas y signos clínicos. Ante casos de androgenización o cambios de masculinización en una mujer, es recomendable siempre a consultar con un endocrinólogo en primer lugar para determinar la causa y usualmente se requieren test genéticos, como por ejemplo para determinar si existe un cariotipo de hombre o un cariotipo femenino o algunas alteraciones genéticas o de cariotipo. Es importante hacer un test genético y uno endocrino, porque ahí se sabe si es un hombre genético o una mujer genética”, remarcó Rosero.
Sobre las causas de esta condición, el especialista indicó que existen también razones, por ejemplo, como tumores productores de andrógenos en la mujer y una masculinización muy rápida, o tumores productores a nivel de hipófisis, de hormonas reguladoras, hipófisis e hipofisarias, que pueden producir también una gran cantidad de andrógenos.
“Por otro lado, existen otras causas de hiperandrogenismo. Una más frecuente es el síndrome de ovario poliquístico causado por el exceso de producción de insulina. Estas mujeres tienen una alteración en la transformación de los de los estrógenos y en la producción de andrógenos. Producen más hormonas masculinas y tienen características como aumento del vello y del acné, pero no llegan a tener una masculinización como tal”, añadió.
Y recordó que existen causas genéticas de hiperandrogenismo en mujeres. “Dentro de ellas, quizás la más frecuente o la que más se escucha es la hiperplasia suprarrenal congénita, una alteración genética de las glándulas suprarrenales que hace que no puedan degradar adecuadamente las hormonas y que se produzca un exceso en la producción de andrógenos. Son unas mutaciones específicas en genes que codifican enzimas involucradas con la síntesis de una hormona que se llama cortisol. Estas mujeres con hiperplasia endógena, hiperplasia suprarrenal congénita, tienen características masculinas, pueden tener clítoris hipertrofiado, pueden tener musculatura masculina, pero cariotipo o genéticamente son mujeres de aspecto que puede llegar a ser masculino”, precisó el médico endocrinólogo.
Y concluyó: “Con un tratamiento adecuado, puede bajar los niveles de andrógenos. Incluso pueden llegar a tener hijos como cualquier mujer porque tienen su aparato genital completamente normal. Otras causas genéticas pueden ser los defectos en el receptor de andrógenos. Algunos casos de hiperandrogenismo pueden ser causados por mutaciones en el gen del receptor de andrógenos, que hace que sean muy sensibles. Entonces, a pequeñas cantidades de andrógenos se produce una manifestación muy masculina porque tiene algún receptor alterado”.
¿Por qué las mujeres desarrollan andrógenos y los hombres estrógenos?
“Recordemos que las mujeres y los hombres producimos tanto hormonas masculinas como femeninas. Se denominan hormonas sexuales. Esto se debe a que los ovarios y los testículos, que son las glándulas sexuales, producen estas dos hormonas, y nuestro cuerpo también se encarga de metabolizarlas hacia un lado o hacia el otro. La diferencia radica fundamentalmente en la cantidad. Por supuesto, las mujeres producen más hormonas femeninas y los hombres producen más hormonas masculinas. La diferencia es el balance entre unas y otras. Pero tanto hombres como mujeres siempre producimos cantidades de hormonas tanto masculinas como femeninas”, finalizó Rosero.