Las bromas pesadas a niños en redes sociales producen daño emocional y psicológico

Los estudios indican que se trata de un abuso tan perjudicial como el físico o sexual. Estrés, ansiedad y desconfianza son algunas de las consecuencias que se perpetúan en el tiempo

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(Imagen Ilustrativa Infobae)
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Las bromas pesadas a niños y niñas, especialmente a los más pequeños, se han convertido en una tendencia en las redes sociales. Lo que muchos consideran videos divertidos para compartir pueden tener consecuencias profundas en la salud mental de los niños.

En la era digital, las redes sociales se han convertido en un escaparate para todo tipo de contenido. Las bromas pesadas a niños, grabadas y compartidas, suelen recibir miles de likes y compartidos. Sin embargo, el costo emocional y psicológico y la eternización en el espacio virtual no es algo que el mundo de los adultos considere.

Se encuentra circulando un video en TikTok que muestra a bebés llorando a los que les lanzan una feta de queso en la cara. Aunque muchos lo consideran gracioso, es fundamental comprender que esto constituye una forma de maltrato infantil.

El impacto emocional de las bromas virales en TikTok y otras plataformas puede ser devastador para los niños
El impacto emocional de las bromas virales en TikTok y otras plataformas puede ser devastador para los niños

Cuando un bebé deja de llorar después de que le tiran una feta de queso, no es porque encuentre la situación divertida. Se queda perplejo y asustado, incapaz de comprender lo que ha pasado. Esta reacción es una respuesta al shock y la agresión, y puede dejar marcas emocionales duraderas.

Lo que puede parecer una broma inofensiva, en realidad es una experiencia aterradora para el bebé, quien confía y depende del mundo adulto para su seguridad y bienestar. Estas situaciones los exponen a sensaciones de miedo y confusión. En ese momento pueden experimentar altos niveles de ansiedad y estrés como resultado de estas bromas.

Me gusta dar vuelta las situaciones para valorar la desigualdad de poder y preguntarme qué pasaría si esto le ocurriera a un adulto. Imaginemos, por ejemplo, que un adulto se queja o llora, y otro adulto, para detenerlo, le tira una feta de queso en la cara. ¿Qué sucedería? En cualquier caso, habría consecuencias. Los adultos tienen la capacidad de defenderse, lo que hace que una situación así sea considerada inaceptable y ofensiva.

Niños que no pueden defenderse pueden desarrollar problemas de salud mental a raíz de estas experiencias (Imagen Ilustrativa Infobae)
Niños que no pueden defenderse pueden desarrollar problemas de salud mental a raíz de estas experiencias (Imagen Ilustrativa Infobae)

En el caso de los niños, ellos no pueden defenderse, lo cual convierte la situación en algo extremadamente cruel. Las bromas pesadas tampoco son agradables cuando un adulto las hace a otro. Rara vez son bien recibidas, ya que pueden ser percibidas como ataques pasivo-agresivos, una forma de mostrar ira, molestia o desagrado sin el consentimiento del otro.

Cuáles son las consecuencias

Estas prácticas son formas de maltrato disfrazadas de humor y es esencial reconocer el daño que pueden causar, especialmente en los niños.

Los niños pueden experimentar altos niveles de ansiedad y estrés como resultado de estas bromas. No comprender el contexto de la broma y sentirse humillados o inseguros afecta su bienestar emocional.

Por otra parte, las bromas que solo entiende y le dan gracia a quien las hace rompen la confianza y la comunicación. En un niño o niña esta situación lo ubica en una situación de alarma, a la defensiva de quienes deberían protegerlo.

Los niños pequeños, al no entender el contexto, pueden sentir miedo e inseguridad, erosionando su confianza y bienestar emocional (Getty)
Los niños pequeños, al no entender el contexto, pueden sentir miedo e inseguridad, erosionando su confianza y bienestar emocional (Getty)

Las bromas pueden erosionar la confianza de los niños en sus cuidadores. Aunque no hay estudios específicos sobre bromas pesadas, la literatura sobre maltrato infantil muestra que el abuso emocional y psicológico puede llevar a los niños a desarrollar desconfianza hacia los adultos.

No es algo actual lo de maltratar a los niños para reírse de ellos. Lloyd deMause, en sus estudios sobre la infancia a lo largo de la historia, describe cómo en la antigüedad se utilizaban máscaras y disfraces para aterrorizar a los niños como una forma de entretenimiento. Estas prácticas no solo asustaban a los niños, sino que también contribuían a una atmósfera de temor y desconfianza hacia los adultos.

Estas prácticas no solo buscaban provocar risas, sino que también formaban parte de rituales y costumbres sociales destinadas a enseñar lecciones o mantener el orden, disciplinar a través del miedo. Es bastante parecido a lo que se muestra en el video.

Las redes están llenas de videos con bromas a los más pequeños que pueden dejar marcas emocionales profundas. Padre y madre pueden no darse cuenta del daño psicológico que están causando (Imagen Ilustrativa Infobae)
Las redes están llenas de videos con bromas a los más pequeños que pueden dejar marcas emocionales profundas. Padre y madre pueden no darse cuenta del daño psicológico que están causando (Imagen Ilustrativa Infobae)

Hoy en día, aunque las intenciones detrás de las bromas modernas no son idénticas y muchas veces para conseguir un like los adultos son capaces de exponer a sus hijos a las más crueles de las situaciones, el impacto en la salud mental es importante. Las bromas pesadas, aunque se intente hacernos creer que tienen un propósito educativo o ritual, solo causan daño emocional.

El maltrato psicológico, incluyendo la ridiculización y el menosprecio, puede tener efectos tan perjudiciales como el abuso físico y sexual, afectando la salud mental de los niños y niñas.

Los estudios muestran que el abuso emocional puede ser la forma más dañina de maltrato que causa consecuencias adversas para el desarrollo equivalentes o más graves que las de otras formas de maltrato y abuso. El maltrato psicológico está asociado con una serie de problemas de salud mental en la niñez y la adolescencia, incluyendo depresión, ansiedad y trastornos de conducta.

Proteger el bienestar emocional

El maltrato emocional disfrazado como humor no es nuevo pero su perpetuación online presenta nuevos desafíos
Foto: Christin Klose/dpa - ATENCIÓN: Sólo para uso editorial con el texto adjunto
El maltrato emocional disfrazado como humor no es nuevo pero su perpetuación online presenta nuevos desafíos Foto: Christin Klose/dpa - ATENCIÓN: Sólo para uso editorial con el texto adjunto

Promover una crianza y una convivencia basadas en el respeto y la empatía es esencial para el desarrollo emocional durante la infancia. Las bromas pesadas y el maltrato emocional, aunque a veces disfrazados de humor, pueden tener efectos duraderos en la salud mental de los niños.

Es fundamental que los adultos reconozcamos nuestra responsabilidad en proteger su bienestar emocional. Realizar campañas de concientización sobre los buenos tratos y los derechos de los niños y niñas puede marcar una diferencia muy importante en su salud mental, tanto en el presente como en el futuro.

Un ejemplo concreto de esto es la campaña permanente “La voz de la infancia” que llevamos a cabo en Aralma, la asociación que dirijo. Esta campaña encuentra su punto culminante en agosto por ser el mes de los niños y niñas en Argentina.

Entre los derechos que trabajamos con los chicos y chicas está el de vivir una vida libre de violencia, lo cual incluye no ser víctimas de bromas pesadas que solo hacen reír a los adultos. Muchas veces, estas bromas esconden una proyección de los propios malos tratos padecidos en la infancia, y es menester revisarlos. Es aquí donde convocamos a los adultos a revisitar su infancia y a recuperarse de los dolores del pasado que emergen en acciones que pueden dañar a los más pequeños.

Fomentar una cultura de respeto y cuidado es invertir en salud mental.

* Sonia Almada: es Lic. en Psicología de la Universidad de Buenos Aires. Magíster Internacional en Derechos Humanos para la mujer y el niño, violencia de género e intrafamiliar (UNESCO). Se especializó en infancias y juventudes en Latinoamérica (CLACSO). Fundó en 2003 la asociación civil Aralma que impulsa acciones para la erradicación de todo tipo de violencias hacia infancias y juventudes y familias. Es autora de tres libros: La niña deshilachada, Me gusta como soy y La niña del campanario.

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