Un grupo de investigadores descubrió una posible causa del lupus, lo que podría abrir la puerta a nuevos y más efectivos tratamientos. El lupus es una de las enfermedades autoinmunes más comunes y afecta a cientos de miles de personas solo en los Estados Unidos.
Investigadores de Northwestern Medicine y Brigham and Women’s Hospital identificaron un desequilibrio en las células T, cruciales en la respuesta inmune del cuerpo, que podría explicar la mayoría de los casos de esta enfermedad, según un estudio publicado en la revista Nature.
El Dr. Deepak Rao, reumatólogo en Brigham and Women’s Hospital y uno de los autores del estudio, explicó: “Lo que encontramos fue este desequilibrio fundamental en los tipos de células T que los pacientes con lupus generan”. Las células T son tipos de glóbulos blancos esenciales para la respuesta inmunológica del organismo.
El estudio, recogido por NBC News, comparó muestras de sangre de diecinueve personas con lupus con muestras de individuos sanos, encontrando que los pacientes con lupus tienen un exceso de un tipo de célula T que causa daño en células sanas y una deficiencia de otro tipo que ayuda en la reparación.
En el núcleo de este desequilibrio se encuentra una proteína llamada interferón, que ayuda a defender al cuerpo contra patógenos.
Según los investigadores, las personas con lupus tienen cantidades excesivas de interferón tipo I. Este exceso puede bloquear una proteína llamada receptor de hidrocarburos arilos, que regula la respuesta del cuerpo a bacterias o contaminantes ambientales.
La inhibición de este receptor perjudica la producción de células T que pueden sanar heridas en la piel, los pulmones y el intestino, y promueve la producción de células T que crean autoanticuerpos, los cuales atacan células sanas, característica distintiva del lupus.
El Dr. Jaehyuk Choi, coautor del estudio y dermatólogo en Northwestern Medicine, añadió: “Seguimos a pacientes que recibieron anifrolumab como parte de su tratamiento clínico y demostramos que en pacientes que recibieron el fármaco, este desequilibrio celular se corrigió o estaba en camino de corregirse”.
El anifrolumab es un medicamento que bloquea el interferón y el estudio mostró que previene el desequilibrio de células T que probablemente conduce al lupus.
El estudio también evaluó los efectos de añadir una pequeña molécula que activa el receptor de hidrocarburos arilos en muestras de sangre de personas con lupus. Se descubrió que esto limitaba la acumulación de células T que promueven la enfermedad. Choi destacó que el principal desafío es desarrollar un tratamiento que administre esta activación sin inducir efectos secundarios en todo el cuerpo.
Finalmente, Buyon subrayó: “Hemos llegado a la profunda comprensión de que un solo fármaco no resolverá todo”. A pesar de los avances, aún queda camino por recorrer para encontrar una solución universal para el lupus.
La enfermedad
El lupus es difícil de tratar históricamente. Muchas de las opciones actuales suprimen ampliamente el sistema inmunológico, incluyendo las células T beneficiosas que combaten infecciones. Para algunas personas, los tratamientos estándar no son efectivos.
Los CDC estiman que más de 200 mil personas en los Estados Unidos tienen lupus, aunque la Lupus Foundation of America eleva la cifra a aproximadamente 1,5 millones de personas, de las cuales alrededor del 90% son mujeres.
Los síntomas comunes incluyen fatiga extrema, dolor articular o erupciones cutáneas. En casos raros, la enfermedad puede causar daño renal o cardíaco, o debilitar el sistema inmunológico hasta el punto de no poder combatir infecciones, lo que podría ser fatal.