Seis mitos sobre la presión arterial desmentidos por los expertos

La hipertensión arterial es una enfermedad silenciosa que puede causar infarto de miocardio, insuficiencia cardíaca y el accidente cerebrovascular. Los cuidados a tomar para prevenirla

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La hipertensión arterial es una
La hipertensión arterial es una enfermedad silenciosa que debe ser advertida a tiempo (Imagen ilustrativa Infobae)

Una de las enfermedades que preocupa más los cardiólogos, que está relacionada al infarto de miocardio, la insuficiencia cardíaca y el accidente cerebrovascular, es la hipertensión arterial (HTA).

Esta enfermedad silenciosa, que afecta a casi la mitad de los adultos en EEUU y a uno de cada tres adultos en Argentina, puede tener efectos devastadores a largo plazo para la salud.

En 2023, la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó su primer informe sobre el devastador impacto global que produce la presión arterial alta, junto con recomendaciones sobre cómo ganar la carrera contra este asesino silencioso.

El control de la presión
El control de la presión arterial ayuda a vivir más años (Imagen Ilustrativa Infobae)

El estudio mostró que el número de personas que viven con hipertensión (presión arterial de 140/90 mmHg o superior o que toman medicamentos para la hipertensión) se duplicó entre 1990 y 2019, de 650 millones a 1.300 millones en el mundo.

El doctor Luke Laffin, codirector del Centro de Trastornos de la Presión Arterial de la Clínica Cleveland expuso 6 meses mitos sobre la presión arterial en declaraciones a AARP, una organización sin fines de lucro dedicada a mejorar la calidad de vida y la salud de las personas mayores de 50 años de EEUU.

Mito 1 - Algunos tipos de sal son mejores que otros

Lo recomendable es no consumir
Lo recomendable es no consumir más de una cucharadita de sal de mesa al día (Imagen ilustrativa Infobae)

No importa que tipo de sal se consuma. Toda sal que ingresa a nuestro cuerpo incrementa la presión arterial. El exceso de sal en la dieta incrementa la presión arterial, causando aproximadamente el 30% de la prevalencia de hipertensión.

El consumo elevado de sal también se ha asociado al cáncer de estómago, empeoramiento de asma, osteoporosis (huesos debilitados), cálculos renales, insuficiencia renal, y con la obesidad, ya que los alimentos salados causan sed, la que se quita consumiendo bebidas con un alto contenido de azúcar.

Según las estimaciones de la OMS, el consumo de sodio a nivel mundial es de 4310 mg (10.78 g de sal), muy por encima de la recomendación de no consumir más de 2000 mg de sodio (5g de sal) al día.

“Muchos se preguntan si sustituir la sal de mesa por sal marina o sal del Himalaya puede ayudarlos a disminuir su ingesta. No nos apresuremos. Sigue siendo cloruro sódico, y sigue siendo un problema”, afirmó la doctora Sandra Taler, nefróloga y profesora de Medicina de Mayo Clinic.

“En lo que respecta a la presión arterial, todo se reduce a los miligramos de sodio, más que a cualquier otra cosa, y todos los tipos elevan la prensión”, añadió Laffin.

Mito 2 - Para bajar la presión arterial hay que evitar el café

Tomar café no repercute en
Tomar café no repercute en la hipertensión a largo plazo (REUTERS/Luisa González)

Está comprobado que tomar una taza de café 30 minutos antes de la toma de presión puede provocar un aumento temporal de la presión arterial y dar lugar a una lectura inexacta. Pero el solo hecho de beber café no tiene efectos a largo plazo sobre la presión arterial, afirman los expertos en salud.

Igualmente, la Asociación Americana del Corazón y el Colegio Americano de Cardiología recomiendan limitar el consumo diario de cafeína a 300 mg al día, es decir, unas tres tazas de café.

Mito 3 - El vino no supone un riesgo para la presión arterial

Se sabe que el alcohol genera un aumento de la presión arterial tanto a corto como a largo plazo. Según especialistas de Mayo Clinic, los grandes bebedores que reducen su consumo a un nivel moderado pueden disminuir su presión sistólica (la cifra superior de la presión arterial) en unos 5.5 mm Hg y su presión diastólica (la cifra inferior) en unos 4 mm Hg.

Mito 4 - Los antecedentes familiares influyen en la enfermedad

“No estás destinado a padecer nada. Pero sí se puede aumentar el riesgo de desarrollar hipertensión en el futuro”, afirma Laffin, quien aconseja realizarse chequeos médicos para prevenirla y anticiparla.

“Las cosas que se hacen desde el punto de vista del estilo de vida pueden ayudar”, afirma Laffin. Esto incluye mantener un peso saludable, hacer ejercicio con regularidad, no fumar y seguir una dieta saludable para el corazón.

Ante antecedentes familiares, es preciso
Ante antecedentes familiares, es preciso realizarse controles periódicos de presión y del corazón

Mito 5 - Se debe perder mucho peso para controlar la presión arterial

Cuando se trata de perder peso, no se necesita mucho para empezar a ver un cambio positivo en la presión arterial, dice Taler.

Una ligera pérdida de peso puede mover la aguja del medidor de presión arterial, por lo que es un mito que una persona deba perder muchos kilos para tener un resultado concreto en la disminución de la hipertensión arterial.

Mito 6 - Tomar medicamentos para la presión arterial, implica no cambiar hábitos

Las personas que toman algún fármaco para bajar su presión arterial no deberían apartarse de los buenos hábitos de salud que son una buena dieta y el ejercicio frecuente. “En esencia, aportan beneficios sinérgicos”, afirma Laffin.

Cuidados frente a la hipertensión arterial

La hipertensión arterial es una
La hipertensión arterial es una enfermedad silenciosa que debe ser advertida a tiempo (Foto: Andina)

La presión arterial alta es el principal factor de riesgo de enfermedad cardíaca y muerte relacionada con el corazón, según la Organización Mundial de la Salud.

Respecto a las causas que provocan la hipertensión arterial, los expertos afirman que son desconocidas en la mayor parte de los pacientes, por lo que se denomina HTA esencial o primaria.

Los datos vertidos en la última Encuesta Nacional de Factores de Riesgo (ENFR) y los datos arrojados por los estudios RENATA 1 y 2, que indican que cerca de un tercio de la población adulta de la Argentina es hipertensa.

Incluso algunos autores, como por ejemplo los del estudio PURE, advierten que esta prevalencia podría ser aún mayor. Esto se debe a que, cuando a las personas entrevistadas en la ENFR se les suman aquellas a las que efectivamente se les registró la presión arterial (PA), la prevalencia aumenta prácticamente al 50% de la población.

*Este artículo fue publicado originalmente en AARP, una organización sin fines de lucro dedicada a mejorar la calidad de vida y la salud de las personas mayores de 50 años.

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