Cuál es el hábito que reduce las probabilidades de que los hombres desarrollen ELA, según un estudio

Una investigación evaluó a más de 370.000 personas durante 27 años y encontró que una de las claves para prevenir la enfermedad es llevar un estilo de vida activo

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Los investigadores notaron que los niveles moderados a altos de actividad física y aptitud física no solo no aumentan el riesgo de ELA, sino que podrían proteger contra la enfermedad
Los investigadores notaron que los niveles moderados a altos de actividad física y aptitud física no solo no aumentan el riesgo de ELA, sino que podrían proteger contra la enfermedad

(HealthDay News) - La búsqueda de una cura para la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) ha sido esquiva, pero los investigadores podrían haber identificado una forma de reducir el riesgo de un hombre a largo plazo.

Mantenerse en forma y hacer niveles moderados de ejercicio podría reducir las probabilidades de esclerosis lateral amiotrófica en una etapa posterior de la vida, reportaron investigadores noruegos en la edición del 26 de junio de la revista Neurology. No encontraron un vínculo similar entre la actividad física y el riesgo de ELA de las mujeres, también conocida como enfermedad de Lou Gehrig.

“Ha habido hallazgos contradictorios sobre los niveles de actividad física, aptitud física y riesgo de ELA”, señaló el autor del estudio, el Dr. Anders Myhre Vaage, del Hospital de la Universidad de Akershus , en Noruega. “Nuestro estudio encontró que para los hombres, llevar un estilo de vida más activo podría estar relacionado con un menor riesgo de ELA más de 30 años después”.

La ELA es una enfermedad neurodegenerativa que afecta a las células nerviosas del cerebro y la médula espinal. Con el tiempo, las personas pierden la capacidad de comer, hablar, moverse e incluso respirar. No hay cura.

El estudio encontró que los hombres con un estilo de vida más activo tenían un riesgo 41% más bajo de desarrollar ELA en comparación con aquellos con niveles de actividad más bajos (Imagen Ilustrativa Infobae)
El estudio encontró que los hombres con un estilo de vida más activo tenían un riesgo 41% más bajo de desarrollar ELA en comparación con aquellos con niveles de actividad más bajos (Imagen Ilustrativa Infobae)

El nuevo estudio incluyó a más de 373.000 personas en Noruega (con una edad promedio de 41 años). Durante un seguimiento que duró un promedio de 27 años, 504 desarrollaron ELA. De ellos, el 59% eran hombres.

Para el estudio, los participantes completaron un cuestionario sobre su nivel de actividad física. Clasificaron su actividad en una de cuatro categorías: sedentaria; al menos cuatro horas a la semana de caminar o andar en bicicleta; al menos cuatro horas a la semana de jardinería pesada o deportes recreativos; o la participación varias veces a la semana en entrenamientos duros o deportes competitivos.

Tan pocos de los participantes se colocaron en el grupo más activo que los investigadores combinaron las dos categorías principales en un grupo de “alta actividad”. De los cerca de 42,000 hombres que se describieron a sí mismos como los más activos, 63 desarrollaron ELA durante el estudio. De los 77.000 participantes con niveles de actividad intermedios, 131 desarrollaron ELA, al igual que 68 de los 29.500 que eran menos activos.

Después de tener en cuenta factores como el tabaquismo y el índice de masa corporal, los investigadores encontraron que el grupo más activo tenía un riesgo un 41% más bajo que el grupo menos activo. Los que tenían niveles moderados de actividad tenían un riesgo un 29 por ciento más bajo.

Los investigadores combinaron las dos categorías más altas de actividad física debido al bajo número de participantes en estas categorías, creando un grupo de “alta actividad” para el análisis (Imagen Ilustrativa Infobae)
Los investigadores combinaron las dos categorías más altas de actividad física debido al bajo número de participantes en estas categorías, creando un grupo de “alta actividad” para el análisis (Imagen Ilustrativa Infobae)

Entonces, los hallazgos muestran que "los niveles moderados a altos de actividad física y aptitud física no solo no aumentan el riesgo de ELA, sino que podrían proteger contra la enfermedad", señaló Myhre Vaage en un comunicado de prensa de la revista. "Se necesitan estudios futuros sobre la conexión entre la ELA y el ejercicio para considerar las diferencias sexuales y los niveles más altos de actividad de los atletas profesionales".

Los investigadores anotaron que los hombres en la más baja de las cuatro categorías de frecuencia cardiaca en reposo (un punto de referencia para estar en buena forma física) tenían un riesgo un 32 % más bajo de ELA, en comparación con los hombres con tasas más altas.

Una limitación del estudio fue que el cuestionario de actividad se completó una sola vez. Como tal, es posible que no haya capturado los niveles de ejercicio de los participantes a lo largo del tiempo.

* Más información: la Asociación de ELA ofrece más información sobre la esclerosis lateral amiotrófica. FUENTE: Neurology, comunicado de prensa, 26 de junio de 2024

* Carole Tanzer Miller. HealthDay Reporters ©The New York Times 2024

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