(Dennis Thompson - HealthDay News) - Los papás parecen hacer una contribución pequeña pero importante a la salud intestinal de un bebé recién nacido, descubre un estudio reciente. Muchos microbios que se encuentran en los bebés a lo largo de su primer año de vida se originan en el padre y no en la madre, informan los investigadores en la edición del 12 de junio de la revista Cell Host & Microbe.
Lo más importante es que se encuentran las cepas de Bifidobacterium longum, una bacteria que ayuda a digerir la leche materna. ”El papel del padre puede ser pequeño, pero no debe descuidarse”, dijo el investigador principal, Willem de Vos, profesor de microbiología de la Universidad de Wageningen, en los Países Bajos. “Es probable que ocurra lo mismo con otras personas que tienen contacto cercano con el recién nacido”.
Los bebés nacen sin ningún microbio en su tracto gastrointestinal, explicaron los investigadores. Reciben estos microbios importantes y beneficiosos durante y poco después del nacimiento. Es bien sabido que los bebés reciben una cantidad sustancial de microbios de sus madres durante el parto vaginal. De hecho, aproximadamente la mitad de las cepas bacterianas que se encuentran en el intestino de un bebé se pueden rastrear hasta sus madres.
Eso llevó a los investigadores a considerar cómo otras personas que tienen contacto cercano con un bebé podrían contribuir a la otra mitad de su microbioma intestinal, proporcionando una fuente estable de cepas microbianas saludables necesarias para una buena salud.
“Esto resalta la importancia de estudiar también otras contribuciones microbianas, como las de los hermanos y las de los compañeros de guardería”, dijo el investigador Nicola Segata, profesor de metagenómica computacional de la Universidad de Trento, en Italia. El microbioma de una persona contiene miles de microbios diferentes (bacterias, hongos, parásitos y virus) que suelen desempeñar un papel clave en la salud humana diaria. Se sabe que estimulan el sistema inmunológico, descomponen toxinas, ayudan en la digestión y sintetizan ciertas vitaminas clave.
En el estudio, los investigadores analizaron los microbiomas fecales de 73 bebés, 21 de los cuales nacieron por cesárea y 52 por vía vaginal. Recolectaron muestras de bebés a las tres semanas, tres meses y un año, y las compararon con muestras tomadas de la madre y el padre del bebé.
"Saber que el padre contribuye sustancialmente al desarrollo del microbioma de un bebé subyace al importante rol de las interacciones físicas y sociales entre el recién nacido y su padre, además de con otros miembros de la familia", planteó Segata en un comunicado de prensa de la revista. "Esperamos que este estudio ayude a crear conciencia sobre esas importantes contribuciones".
Alrededor de una cuarta parte de los nacimientos en todo el mundo ocurren por cesárea, anotaron los investigadores. Esos bebés podrían necesitar trasplantes bacterianos tanto de la madre como del padre para asegurarse de que tengan bacterias intestinales sanas.
Por ejemplo, otro estudio del equipo ha encontrado que un trasplante de una madre puede reducir significativamente los niveles de cepas bacterianas dañinas en el intestino de un bebé hasta por un año, anotaron los investigadores.
Más información
La Escuela de Salud Pública T.H. Chan de Harvard ofrece más información sobre el microbioma.
FUENTE: Cell Press, comunicado de prensa, 12 de junio de 2024
* Dennis Thompson. HealthDay Reporters ©The New York Times 2024