La asfixia erótica consiste en obstruir parcialmente la respiración de la pareja o la propia (autoasfixia) para obtener placer sexual. Un funcionario judicial forense alertó sobre el riesgo de esta práctica, señaló: “Con demasiada frecuencia termina en consecuencias fatales. Aunque no siempre tiene desenlace mortal, pueden quedar secuelas físicas, cognitivas y psicológicas”.
Investigadores de la Universidad de Hamburgo y la Universidad Técnica de Ilmenau publicaron un estudio recientemente sobre prácticas de sexo violento consensuado en Alemania, los expertos destacan que cerca del 40% de los adultos menores de 40 años habían incorporado alguna de estas prácticas en sus relaciones sexuales. Los estudios también mostraron que los hombres suelen asumir un rol activo en estas dinámicas.
En Islandia, la Universidad de Reykjavik reportó en 2023 que el 44% de los encuestados, principalmente entre los 18 y 34 años, había practicado alguna vez la asfixia erótica. Este fenómeno se encuentra en crecimiento, particularmente entre los adultos jóvenes, lo que refleja un cambio de hábitos sexuales en la sociedad moderna.
De acuerdo con un estudio publicado recientemente de la Universidad de Melbourne y la Universidad de Queensland, alrededor del 50% de los jóvenes universitarios en Australia habían practicado alguna vez la asfixia sexual.
La influencia de la pornografía online ha sido citada como un factor determinante en el aumento de la violencia en las relaciones sexuales de jóvenes y adolescentes. La investigadora Debby Herbenick de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Indiana afirmó: “Con el porno online, el sexo se ha vuelto más violento entre jóvenes y adolescentes”.
“No es que antes no existiera la pornografía, pero ahora es muy fácil acceder a esos contenidos”, afirma la investigadora.
En un estudio nacional en Estados Unidos, Herbenick y su equipo hallaron que un 40% de las mujeres estadounidenses entre 18 y 24 años han sido asfixiadas durante una relación sexual. Entre las estudiantes universitarias, casi un 60% reconoció haber sido asfixiada. “Este comportamiento era poco común hace 20 años, pero ahora está mucho más difundido con la fácil accesibilidad a contenidos pornográficos”, añade la experta.
El impacto en la salud de la asfixia erótica puede ser grave. Aunque es raro que cause la muerte, los daños pueden incluir daño cerebral, problemas cognitivos y trastornos de salud mental debido a la falta de oxígeno en el cerebro (hipoxia). Los neurólogos advierten que las células cerebrales comienzan a morir a pocos minutos de la interrupción del suministro de oxígeno.
Un estudio realizado por Savanta ComRes en 2019 reveló que más de un tercio de las 2.000 mujeres encuestadas en el Reino Unido habían sido amordazadas, escupidas, asfixiadas o abofeteadas durante encuentros sexuales consentidos. De estas, el 20% dijeron sentirse incómodas o atemorizadas. Además, el Centro para la Justicia de la Mujer indicó que estas cifras muestran la creciente presión sobre las mujeres jóvenes para consentir actos violentos y peligrosos.
El psicoterapeuta Steven Pope advirtió end iálogo con la BBC: “Esta violencia sexual degrada la relación y, en el peor de los casos, la violencia se vuelve aceptable”. Recomendó evitar la asfixia durante las relaciones sexuales, dado el potencial daño físico y psicológico.
La asfixia erótica es una práctica cada vez más común entre los jóvenes, influenciada por la pornografía y las redes sociales. Sin embargo, sus riesgos asociados superan los beneficios aparentes, con potenciales consecuencias graves para la salud física y mental de quienes la practican.