Helicobacter pylori es una bacteria en forma de espiral que crece en la mucosa del estómago y es capaz de neutralizar la acidez del entorno estomacal, por lo que puede sobrevivir en esta zona del organismo. Se estima que este patógeno habita en una de cada dos personas en Argentina. La mayoría de ellas no se dará cuenta de que convive con la bacteria, porque nunca desarrolla una enfermedad.
Pero en quienes sí desarrollan síntomas, la infección puede ocasionar úlceras estomacales y gastroduodenales (pépticas) freceuntes, gastritis crónica y hasta cáncer de estómago, por lo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) la clasifica como carcinógeno tipo I y la cataloga como un microorganismo de prioridad alta que amenaza la salud humana.
En todo el mundo, esta bacteria es combatida mediante el tratamiento con antibióticos. Sin embargo, la creciente resistencia antibacteriana ha dificultado enormemente este desafío sanitario. En Europa, se ha establecido un registro poblacional general sobre la bacteria para desarrollar mejores terapias. En Estados Unidos, se busca implementar una medida similar, ya que actualmente solo dispone de estudios privados a pequeña escala.
Registro Argentino del Manejo de la Infección por <i>H. pylori</i>
En Argentina, el doctor Oscar Laudanno, jefe del Departamento de Gastroenterología del Instituto de Investigaciones Médicas Alfredo Lanari de la Universidad de Buenos Aires (UBA) lidera desde hace tres años el Registro Argentino del Manejo de la Infección por Helicobacter pylori (Hp-Arg-Reg), que ya cuenta con datos iniciales de casi 1.000 pacientes de seis provincias.
“Esta bacteria no es nueva. Su descubrimiento fue galardonado con el Premio Nobel de Medicina 2005 y otorgado a los doctores Barry James Marshall y John Robin Warren, quienes demostraron que la bacteria está presente en prácticamente todos los pacientes con inflamación gástrica, úlcera de duodeno o úlcera gástrica. Además, destacaron que Helicobacter pylori es la principal causa de cáncer gástrico a nivel mundial”, explicó el doctor Laudanno a Infobae.
Y agregó: “En Argentina, se estima que el 50% de la población está infectada con esta bacteria, según dos estudios epidemiológicos locales. Este patógeno es más prevalente en poblaciones con condiciones deficientes de higiene y acceso a agua potable. Por eso, se subraya la importancia de reducir la presencia de esta bacteria, ya que disminuye la incidencia de úlceras y cáncer de estómago”.
Laudanno remarcó que el tratamiento óptimo de la bacteria H. pylori sigue sin estar claro: “La mayoría de los tratamientos se prescriben de forma empírica, desconociendo con exactitud el perfil de resistencia antibiótica bacteriana”.
“El tratamiento tradicional de Helicobacter pylori es con antibióticos y ha enfrentado dificultades debido a la resistencia que la bacteria ha desarrollado por el mal uso generalizado de estos medicamentos. Llegamos a un punto en el que vemos que es difícil de tratar. La úlcera trae dolores y sangrados”, afirmó el médico, resaltando que la resistencia bacteriana es un problema global reconocido por la OMS.
El ex presidente de la Sociedad Argentina de Gastroenterología (SAGE) señaló que en Europa se inició hace varios años un registro de esta bacteria para determinar los mejores esquemas de tratamiento, lo que ha contribuido a mejorar las estrategias de erradicación. Y que Argentina va camino a eso con este registro en marcha.
Laudanno afirmó que los registros locales para el tratamiento de H. pylori podrían contribuir a controlar la propagación de la resistencia a los antibióticos, especialmente en países con datos de susceptibilidad limitados y recursos escasos.
“Para combatir esta resistencia, se han implementado dos esquemas de terapias cuádruples en Argentina, que consisten en cuatro medicamentos más un probiótico, incluyendo un inhibidor de bomba de protones, dos antibióticos como la claritromicina y la levofloxacina y bismuto. Este tratamiento, que se realiza durante 14 días, logra más del 90% de la erradicación de la bacteria en la práctica clínica del mundo real, con un perfil de seguridad favorable en terapias de segunda línea”, sostuvo Laudanno a Infobae.
Un registro para los pacientes argentinos
El Registro Argentino de manejo de H. pylori (ArgReg-Hp) se puso en marcha en mayo de 2021 con el objetivo de obtener una muestra amplia y representativa de la práctica clínica habitual de los gastroenterólogos argentinos. “Busca identificar terapias que sean altamente efectivas y puedan ser utilizadas empíricamente. Los datos de la prueba de curación son un método sustituto de las pruebas de susceptibilidad y resistencia”, indicó.
Este estudio, liderado por el especialista, demostró que “el tratamiento guiado por la susceptibilidad no es mejor que el tratamiento empírico en la terapia de primera y segunda línea si se prescriben los regímenes locales más eficaces”.
“Se necesita información actualizada sobre los datos locales para diseñar la mejor estrategia de tratamiento para alcanzar altas tasas de erradicación de la bacteria e introducir los principios de la administración antimicrobiana para reducir el uso inapropiado de antibióticos”, deslizó Laudanno, quien sueña que este programa se extienda en todas las provincias argentinas mediante un simple seguimiento clínico de los pacientes.
El ArgReg-Hp es promovido por el Instituto de Investigaciones Médicas Alfredo Lanari (IDIM), Universidad de Buenos Aires y el Club Argentino Estómago y Duodeno (CADED). Fue aprobado por el Comité de Ética del IDIM, Universidad de Buenos Aires como CEI de referencia. “El registro ArgReg-Hp proporciona una visión valiosa sobre la eficacia de los tratamientos contra H. pylori en Argentina, lo que permite a los médicos tomar decisiones más informadas y mejorar los resultados para los pacientes”, precisó Laudanno, que presentó estos hallazgos en el último Congreso Argentino de Gastroenterología, destacando el trabajo colaborativo de aproximadamente 14 centros en varias provincias de Argentina.
El estudio revela una predominancia significativa de mujeres, representando el 66% de los participantes, en comparación con el 34% de hombres. La mayoría de los participantes presentaron dispepsia como la indicación principal para la erradicación, constituyendo el 77.9% de la muestra. Le siguen la úlcera péptica (12.4%), la gastritis atrófica y la metaplasia intestinal (4.1%), los antecedentes familiares de cáncer gástrico (3.5%) y la anemia ferropénica (2.3%).
La distribución geográfica revela una mayor participación de la provincia de Buenos Aires (46.9%), seguida de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (24.8%). En cuanto a las provincias, el porcentaje de participantes en Jujuy es de (9,9%), Córdoba (6,3%), Santa Fe (6,1%) y Mendoza (5,7%). Este análisis detallado destaca la composición demográfica diversa de los participantes en el Registro Argentino de Manejo de H. pylori, proporcionando una visión integral de la muestra.
El experto agregó que el 50% de los argentinos viven con sobrepeso y/o obesidad, según la última Encuesta Nacional de Factores de Riesgo de 2019, lo que podría influir en la prevalencia de Helicobacter pylori.
¿Cómo se transmite la infección por H. pylori?
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), aproximadamente dos tercios de la población mundial está infectada con H. pylori. En Estados Unidos, los hispanos están entre los grupos más afectados, junto con adultos de origen asiático y afroamericano, quienes presentan una mayor susceptibilidad y enfrentan un riesgo dos a cuatro veces superior de desarrollar cáncer gástrico.
En tanto, según explican expertos de Mayo Clinic, la infección por Helicobacter pylori se produce cuando esta bacteria infecta el estómago Helicobacter pylori. Por lo general, esto ocurre en la infancia y con el tiempo es una causa frecuente de las úlceras estomacales (úlceras pépticas) que puede presentarse en más de la mitad de la población mundial.
La transmisión de H. pylori puede ocurrir de diversas formas, incluyendo el contacto directo de persona a persona a través de la saliva, el vómito o las heces. También puede ser transmitida por medio del agua o los alimentos contaminados. La prevalencia de esta bacteria es alta en zonas con condiciones de saneamiento deficientes y hacinamiento, lo que facilita su propagación.
¿Cuáles son los síntomas de la infección por H. pylori?
Aunque muchas personas con H. pylori no presentan síntomas, aquellos que los desarrollan pueden experimentar:
- Dolor o molestia en la parte superior del abdomen.
- Hinchazón.
- Náuseas.
- Pérdida de apetito.
- Eructos frecuentes.
- En casos severos, puede llevar a úlceras pépticas y aumentar el riesgo de cáncer gástrico.
¿Cómo se diagnostica la infección por H. pylori?
El diagnóstico de H. pylori puede realizarse mediante varias pruebas, tales como:
- Prueba de aliento con urea.
- Análisis de heces.
- Endoscopia con biopsia gástrica.
- Pruebas serológicas para detectar anticuerpos.
¿Cuál es el tratamiento para erradicar H. pylori?
El tratamiento estándar para H. pylori implica una combinación de antibióticos y medicamentos que reducen la producción de ácido gástrico, conocidos como inhibidores de la bomba de protones (IBP).
En Argentina, como indica el estudio del doctor Oscar Laudanno, los tratamientos empíricos que utilizan terapias cuádruples con o sin bismuto y terapias basadas en zinc han mostrado una tasa de erradicación de la bacteria del 90% o más.