La gripe aviar avanza en el mundo desde que fue detectada en Hong Kong en 1997. La infección viral que afecta principalmente a las aves de corral o a las aves silvestres, se ha expandido a más de 40 especies de mamíferos y también ha infectado a 868 humanos hasta ahora.
Las últimas noticias dieron cuenta esta semana de la detección de un segundo caso de gripe aviar este año en otro trabajador de la industria láctea en Estados Unidos. “Tras el primer caso del virus H5N1 detectado en un ganadero que ordeñaba vacas hace dos meses en Texas, ahora la gripe aviar afectó a un trabajador de esa misma industria que estuvo expuesto a ganado infectado”, dijo el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Michigan.
Los expertos virólogos en todo el mundo están atentos a la avalancha de informes que son publicados sobre la genética del H5N1 para saber sobre cómo el virus se ha estado extendiendo y continúa haciéndolo en aves y mamíferos, a fin de entender la real peligrosidad de que contagie masivamente a los seres humanos.
En Estados Unidos, el Departamento de Agricultura (USDA, por sus siglas en inglés), confirmó la baja producción de leche en varios vacunos durante enero y febrero de este año, como un síntoma de la extensión de patógeno. Los investigadores que rastrean el árbol genealógico del virus de la influenza aviar A[H5N1] dicen que el brote en el ganado se ha propagado ya a 9 estados y que a afectado a al menos dos trabajadores de granjas lecheras en Texas y Michigan en 2024.
Además, se han encontrado restos genéticos del virus en la leche de supermercados y tiendas de alimentos, lo que sugiere que el brote del virus está muy extendido. “Dados los altos niveles del virus A[H5N1] en la leche cruda de las vacas infectadas, y el alcance de la propagación de este virus en las vacas lecheras, se podrían identificar casos humanos adicionales similares”, precisaron los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de EEUU.
Los dos granjeros que contrajeron el virus sufrieron infecciones oculares, presumiblemente por el contacto con vacas enfermas, confirmaron los CDC.
“Aunque no se sabe exactamente cómo las infecciones oculares resultan de la exposición a la influenza aviar, podría deberse a la contaminación de los ojos, potencialmente con una salpicadura de líquido contaminado, o a tocar los ojos con algo contaminado con el virus A[H5N1], como una mano”, añadieron los CDC.
Pero, ¿cómo el virus saltó de aves a vacas y luego a humanos? ¿Los especialistas deben preocuparse? ¿Puede haber una infección masiva en las personas en un futuro?
La médica veterinaria Mia Kim Torchetti, que dirige el Laboratorio de Virología Diagnóstica del USDA, en los Laboratorios de Servicios Veterinarios de EEUU, en Ames, Iowa, precisó que esperaba que este virus pudiera ser erradicado rápidamente, pero a medida que se acumulan las detecciones en aves y mamíferos, resaltó: “Tiendo rápidamente a perder la esperanza”.
Es que si bien todas las agencias de salud pública consideran que el riesgo de propagación amplio entre las personas es bajo, el brote todavía recuerda a la experta los primeros días de la pandemia de COVID-19, cuando los investigadores habían utilizado análisis genéticos para determinar que el brote había comenzado mucho antes de que se reconocieran los casos.
“Lo llamamos virus de la influenza aviar que actualmente infecta al ganado por su apodo: gripe aviar H5N1. Pero su nombre completo es influenza aviar altamente patógena A H5N1 clado 2.3.4.4b genotipo B3.13″, aseguró la viróloga.
La doctora Laura Palermo es una viróloga argentina que vive en Estados Unidos, y explicó a Infobae de primera mano lo que sucede allí y cómo se adapta el virus H5N1 para invadir nuevos huéspedes.
“El virus de la gripe aviar es muy interesante. Su material genético está compuesto de ocho segmentos de ARN. El hecho de ser de ARN tiene una característica muy importante. Una es que es un elemento que vimos que lo tenemos también en otros virus, por ejemplo en el de la inmunodeficiencia humana (VIH) o en el coronavirus, que produjo la pandemia de COVID-19 reciente. Y como sabemos muy bien en el caso del coronavirus, los virus cuyo material genético están compuestos por ARN, mutan muy fácilmente. Entonces, en cada replicación viral aparecen nuevos cambios y esto le permite al virus escapar del radar del sistema inmunológico”, comenzó a explicar la especialista en estos patógenos, que es profesora de virología en la Universidad Hunter de Nueva York.
Y agregó: “Este es un proceso lento de variación que, por ejemplo, hace que todos los años nos contagiemos de la gripe o que tengamos que recibir una nueva vacuna cada año, porque este proceso ocurre muy lentamente y produce cambios. Y este proceso se llama deriva genética, que en inglés se lo llama Antigenic Drift. Pero el virus de la gripe tiene otra particularidad, que es su material genético. Está compuesto de ocho segmentos únicos y fundamentales. Cuando se da la situación donde dos virus diferentes de influenza que solían infectar a dos especies diferentes infectan a una misma célula, puede ocurrir dentro de ésta un arreglo genético brusco”.
“Así, el virus que sale de esa célula es una suerte de híbrido que puede infectar varios huéspedes que antes no podía infectar. Esa nueva combinación produce grandes cambios. Ese nuevo virus que aparece ahí es muy diferente y puede infectar a un nuevo huésped. Este es el caso del brote de gripe porcina en el 2009, el H1N1, y este proceso se llama Antigenic Shift. Es un gran cambio”, remarcó Palermo.
Sobre qué posibilita que ocurra este salto de aves a vacas y luego humanos, la doctora Palermo aseguró que cuanto más expuestos estamos a otras especies, más aumentamos la posibilidad de que estos saltos sucedan. “Es lo que se estima en el caso de este virus que se transmitió de aves salvajes al ganado vacuno en un solo evento o un evento individual en Texas en diciembre y que se detectó en marzo de este año. Al virus se lo detectó en vacas asintomáticas y seguramente se fue transmitiendo entre vacas y luego aves de granja y con el transporte de animales llega de Texas a Carolina del Norte y a Michigan”, indicó.
Y concluyó: “Debemos preocuparnos. La recomendación es evitar exponerse a animales enfermos o muertos, tales como pájaros salvajes, animales de granja o domesticados como las vacas, y evitar exponerse a materiales derivados de estos animales. Por ejemplo, no consumir leche que no haya sido pasteurizada. En Estados Unidos están monitoreando este virus, lo van secuenciando y se están preparando 4.8 millones de dosis de una vacuna que es específica para esta cepa viral como preparación, por si aparecen más casos en humanos”.
Rama genealógica del virus
Según datos relevados por científicos, los virus de la influenza aviar A H5N1 altamente patógenos, que son mortales para los pollos y aves afines, son un enorme árbol genealógico de los virus de la gripe aviar. Todos tienen la forma H5 de hemaglutinina, una proteína que se adhiere a las células huésped para que el virus pueda infectarlas.
En la historia, el primer virus de influenza aviar H5N1 altamente patógeno se encontró en 1996. Desde entonces, los científicos han documentado la expansión del árbol, con algunas ramas muriendo y otras creciendo. Una rama exitosa del árbol es el clado 2.3.4.4b, que le han brotado ramas propias, incluido el genotipo B3.13.
La expansión de varios H5N1 alrededor del mundo se dio después de infectar a aves silvestres. Una versión diferente cruzó el Atlántico en 2014 y provocó un brote en aves de corral de América del Norte en 2015, pero no se afianzó. Los virus del clado 2.3.4.4 han estado infectando a aves de corral y silvestres durante varios años.
“Pero la rama del árbol que estamos tratando ahora, el clado 2.3.4.4b del H5N1, surgió en Europa en octubre de 2020 cuando dos virus de la gripe aviar intercambiaron partes. Llegó a América en 2021. Ha matado a más de 90 millones de aves en los Estados Unidos desde enero de 2022, incluidas aves silvestres y aves de corral comerciales y bandadas de traspatio y de aficionados que fueron sacrificadas cuando se detectó el virus”, sostuvo la viróloga Torchetti, quien junto a otros investigadores, ha encontrado más de 100 genotipos en el clado 2.3.4.4b.
Alrededor de 20 de esos genotipos lograron propagarse entre aves silvestres, aves de corral y algún que otro animal salvaje, informaron los investigadores el 1 de mayo en una preimpresión publicada en bioRxiv.org.
Respecto al genotipo B3.13, el mismo es una mezcla de cuatro segmentos genéticos del H5N1 que llegó de Europa en 2021 y cuatro segmentos genéticos de una gripe aviar de baja patogenicidad procedente de América del Norte.
“Los virus de baja patogenicidad no suelen ser mortales y pueden no producir ningún síntoma en las aves infectadas. Aparece relativamente raramente entre los virus muestreados en aves. En realidad, el genotipo B3.13 no es común. Pero el ganado lo ha hecho común”, sostuvo Torchetti.
Todo el ganado lechero que dio positivo a la gripe aviar H5N1 tiene este genotipo, lo que sugiere que el virus dio el salto de las aves a las vacas sólo una vez. Eso probablemente sucedió en Texas a finales del año pasado, concluyen Torchetti y sus colegas.
Según el virus analizado en laboratorio, de los cuatro segmentos genéticos que recogió el genotipo B3.13, uno produce una enzima que ayuda a copiar el virus y el otro produce una proteína que encierra el ARN del virus.
“Estos segmentos genéticos específicos tienen un papel en la eficiencia de la replicación del virus, pero aún no sabemos si ese intercambio u otros cambios permitieron que el virus infectara más fácilmente al ganado o creciera en células de mamíferos”, dijo el doctor Tavis Anderson, biólogo investigador en el Centro Nacional de Enfermedades Animales del Servicio de Investigación Agrícola del USDA en Ames.
Es posible que las vacas hayan pastado en pasto en el que defecan aves silvestres portadoras del virus, o que las vacas lo hayan contraído a través de alimentos contaminados u otras interacciones entre el ganado y las aves, sugiere el investigador. Una vez en las vacas, el virus comenzó a propagarse de una vaca a otra. Ahora existe la preocupación de que las vacas puedan servir como recipientes de mezcla para nuevas variedades, de la misma manera que los cerdos han sido crisoles para el reordenamiento de los virus de la influenza aviar, humana y porcina.
El virus del genotipo B3.13 también se ha propagado de vacas a mapaches, aves de corral y aves silvestres, incluidos mirlos y zanates, dijeron los investigadores.
Los virus tienen evolutivamente una relación con el hospedador que infecta. “Se suele decir que el virus es un parásito que termina matando a su huésped. Los virus de alta patogenicidad tienen una mortalidad cercana al 100% para algunas especies y para otras no. Varias aves silvestres tienen todas las variantes de influenza. En esos animales el virus no tiene manifestaciones virulentas tan grandes. En cambio otros virus de alta patogenicidad, como el de peste bovina generaban una gran mortalidad. Los animales o se morían o quedaban inmunizados”, explicó a Infobae el doctor Ariel Vagnozzi, veterinario en el Instituto de Virología del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) e investigador del Conicet.
Y agregó: “Cuando un virus está adaptado a un hospedador, se establece un vínculo. Y no lo mata. Tiene que ver con determinado características del sistema inmune o de sus enzimas. En un ave de corral, como una gallina es más fácil que este virus pase a un pavo que a una paloma. Pero igualmente puede pasar. Y es importante decir que la infección a humanos es infrecuente. De hecho, desde 1997 se registraron 868 casos humanos en todo el mundo. Por lo tanto la probabilidad de contagio es muy baja”.
“Respecto a este nuevo brote en EEUU, el virus nuevo demostró que puede infectar a las vacas y les produce caída de la producción lechera y también fiebre. Una vez que se adaptó a un mamífero es más fácil para transmitirlo a otro mamífero como lo es un humano, que tenga una gran cantidad de virus a su alrededor, que tenga una baja respuesta inmune o que padezca alguna enfermedad y hasta estrés prolongado”, señaló Vagnozzi.
Y precisó: “La adaptación del virus para contagiar tiene que ver con cambios genéticos. Son cambios en algunas proteínas codificadas por el genoma viral. Y puede generar la reasociación de segmentos genómicos, dándole un salto genómico al virus que puede expandirse en ondas epidémicas.
Extensión del virus en América latina
Varios países latinoamericanos están bajo la amenaza de la gripe aviar. Perú se mantiene en estado de emergencia frente al virus, con un panorama complejo al ser sitio de tránsito de aves migratorias procedentes de Norteamérica.
Más de 500 mil aves y 9 mil lobos marinos han muerto por la gripe H5N1, o influenza aviar hasta diciembre del año pasado, por lo que se ha establecido un protocolo de vigilancia integrada junto con el Ministerio del Ambiente (Minam) y el Ministerio de Agricultura y Riego (Midagri), centrado en la sanidad de animales acuáticos y silvestres, así como las aves de traspatio.
El profesor Augusto Quispe, de la Facultad de Medicina Humana de la Universidad de Piura en Perú, explicó la composición del virus H5N1 y cómo la gripe aviar, que afecta a aves y mamíferos, puede expandirse a las personas.
“El reservorio natural del virus influenza A H5N1 son las aves migratorias, en las que normalmente no produce ninguna enfermedad. Estas aves migratorias, cuando están infectadas trasmiten el virus por la saliva, las secreciones nasales y por las heces”, sostuvo Quispe en declaraciones a casa de estudios.
Y agregó: “Las aves de corral (pollos, gallinas, pavos) se infectan con el virus influenza A H5N1 al entrar en contacto con las heces y las secreciones de las aves migratorias. El virus influenza A H5N1 es muy contagioso para las aves domésticas produciendo epidemias con una elevadísima mortalidad, pudiendo inclusive contagiar al ser humanos por contacto directo con aves infectadas por el virus (estén vivas o muertas)”.
Para el experto, la expansión de la infección por H5N1 a diferentes especies lleva a que pueda incrementarse el riesgo de exposición al ser humano y potencialmente presentarse una nueva futura epidemia.
“Es importante recordar que tenemos que cumplir lo que ya hemos aprendido con el COVID-19 en cuanto a prevención, es decir: usar mascarilla, lavados de manos frecuente y mantener una distancia de 2 metros con los demás. Debemos evitar exponernos a aves muertas y/o animales marinos muertos o con signos de estar enfermos”, concluyó el experto.
“Enfrentamos la pandemia de influenza aviar más grande de la que haya noticia. Hay altos números de aves infectadas en Asia, Europa y América”, comentó el doctor Samuel Ponce de León Rosales, coordinador del Programa Universitario de Investigación sobre Riesgos Epidemiológicos y Emergentes (PUIREE) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
El experto destacó que “para H5N1 contamos con vacunas. Ya están preparadas para acceder a ellas con relativa rapidez. Hay en almacén y además habría que iniciar una producción masiva rápida de requerirse. También contamos con medicamentos útiles para este tipo de influenza, pero el escenario puede complicarse. Si se hace más eficiente la transmisión en humanos podría implicar un riesgo grave, con un impacto mayor al de la Covid en su peor momento”.
“Conviene que la población esté informada. Que recién salgamos de la crisis de la Covid y que ésta tienda a estabilizarse no significa que estemos a salvo de que se repita algo similar; una situación parecida puede darse en cualquier momento y hay que estar preparados”, finalizó Ponce de León.
En Estados Unidos, donde ya son dos los humanos infectados en lo que va del año, los CDC trabajan estrechamente con los departamentos de salud estatales de EEUU para monitorear otros posibles casos de personas que hayan podido estar en contacto con aves o animales infectados. “Este virus está siendo monitoreado de cerca y no hemos visto signos de transmisión sostenida de persona a persona en este momento”, comunicó esta semana.