Envejecimiento saludable: 5 acciones para impulsar a las personas mayores en su desempeño ocupacional

En exclusiva para Infobae, Ineco brindó una serie de recomendaciones de Terapia Ocupacional para favorecer su participación activa en la comunidad de una manera segura y accesible

Guardar
La tecnología puede ser una
La tecnología puede ser una herramienta valiosa para las personas mayores, mejorando su comunicación y acceso a información relevante sobre su comunidad (Imagen ilustrativa Infobae)

La Terapia Ocupacional reconoce que cada persona es un ser ocupacional que se desempeña en comunidad, es decir, que las diferentes actividades que se realizan de manera cotidiana ocurren dentro de un entramado social y cultural.

Para propiciar el empoderamiento de las personas mayores en su desempeño ocupacional comunitario, será fundamental construir proyectos significativos que puedan ser transformadores, y que permitan la participación activa en entornos y contextos facilitadores, realizando ocupaciones con otros.

“Resulta indispensable evaluar los intereses, los roles y la identidad ocupacional de la persona mayor, así como también los recursos disponibles, las redes y los posibles apoyos para que la misma pueda realizar actividades en comunidad”, comentó Julieta Valenzuela Dip, licenciada en Terapia Ocupacional de INECO.

A continuación, la profesional brindó algunas sugerencias que pueden ser utilizadas como guía para favorecer la participación activa de las personas mayores en su comunidad de una manera segura y accesible.

Desde la Terapia Ocupacional se busca favorecer la planificación y organización de la rutina diaria a fin de estructurar y predecir lo que la persona mayor realizará. Por lo cual, se propone tener cuenta los siguientes pasos para diseñar un plan que la incentive a desempeñarse en la comunidad:

  • Realizar un mapeo: favorecer la identificación, visualización y análisis de los recursos y desafíos presentes en su comunidad, teniendo en cuenta los intereses, su historia ocupacional y aspectos socioeconómicos.
  • Evaluar los horarios: es importante tener presentes los horarios donde podría haber mayor aglomeración de personas en la vía pública, ya que esto podría ser un desafío para la movilidad de la persona mayor. Por otra parte, considerar los horarios en relación con las estaciones del año también será un factor relevante, dado que no se aconseja salir al mediodía en verano o por la tarde en invierno.
  • Planificar el recorrido: se podrá visualizar y registrar el mismo en un mapa, así como también los posibles caminos alternativos.
  • Identificar medios de transporte: buscar y registrar las posibilidades de los diferentes medios de transporte que se pueden seleccionar para ir al sitio elegido y volver al hogar, teniendo en cuenta la accesibilidad a los mismos.
  • Seleccionar la vestimenta adecuada: según el sitio a donde la persona mayor irá (formal o informal), el clima del día (frío o calor) y el calzado para garantizar una deambulación segura (antideslizante).
  • Determinar los elementos que debe llevar la persona mayor: algunos de los mismos pueden ser la billetera, el dinero, las llaves, el celular y la documentación, entre otros.

Puede ocurrir que la persona mayor presente limitaciones físicas que le impliquen un desafío a la hora de movilizarse en la vía pública. En estos casos, se sugiere que se tenga en cuenta la accesibilidad a los sitios en donde quiere ir la persona, por ejemplo si es un restaurante poder evaluar previamente si el acceso al mismo tiene rampa o escaleras. De esta manera, se podrá garantizar la seguridad y la participación en la actividad. Asimismo, tener en cuenta que el uso de barandas o pasamanos disminuye el riesgo de caída.

Además, es importante considerar que el recorrido que se realice cuente con semáforos y señales de tránsito que faciliten la deambulación en la vía pública, respetando el cruce de las calles o avenidas por la senda peatonal. Si bien la persona mayor puede conocer el entorno donde se moviliza, debe estar pendiente de los diferentes estímulos externos que podrían llegar a aparecer en la vía pública, tales como las personas que andan en bicicleta, el sonido de una bocina, las indicaciones que puede estar dando un agente de tránsito, el tiempo del semáforo, el cruce en avenidas doble mano, las señales de tránsito y el estado de las veredas.

Por último, en caso de que un profesional de la salud le haya indicado a la persona mayor el uso de ayuda en la marcha, ya sea andador o bastón, es indispensable promover que cumpla con la sugerencia para garantizar su máxima seguridad en la vía pública.

La tecnología puede beneficiar a las personas mayores de diversas maneras, mejorando su calidad de vida, facilitando la comunicación, proporcionando acceso a información, servicios, y promoviendo la independencia.

Por ejemplo, el uso del celular puede brindar información del sitio que se visitará, ya sean referencias de calidad, teléfono de contacto, horarios de apertura y cierre, entre otras. Asimismo, garantiza comunicación al poder almacenar contactos de familiares a quienes recurrir por cualquier eventualidad y número de emergencias, que pueden ser guardados como accesos directos. También será una herramienta útil si se utiliza como medio de pago mediante apps.

En síntesis, será fundamental que las personas mayores reciban la capacitación y el apoyo adecuado para utilizar estas tecnologías (celular, tablet, computadora) de manera efectiva y segura.

Fomentar el intercambio entre los integrantes de la comunidad de la persona mayor posibilitará que la misma perciba un sentido de pertenencia en su entorno, enriqueciéndose a través de las experiencias, conocimientos y habilidades de los otros, optimizando los aprendizajes al ser estos socialmente compartidos.

Puede ocurrir que existan algunas limitaciones físicas o cognitivas que pueden enfrentar las personas mayores al participar en actividades comunitarias, como, por ejemplo, trasladarse en silla de ruedas o desorientación espacial al realizar compras.

Por lo cual, en estos casos será esencial que una persona capacitada acompañe a la persona mayor a fin de facilitar su participación activa en la comunidad, involucrando a la misma en la planificación y toma de decisiones sobre las actividades en las que desea participar.

Favorecer la inclusión de la persona mayor en actividades que sean de su interés le permite aumentar su motivación intrínseca y, en consecuencia, su calidad de vida. Para ello, los terapeutas ocupacionales realizan no solo el entrenamiento de habilidades en la persona mayor, a fin de garantizar su mayor nivel de independencia posible, sino también el entrenamiento a los familiares, cuidadores y acompañantes, con el objetivo de brindarle estrategias y herramientas que le permitan conocer qué nivel de asistencia deben darle a la persona.

Como conclusión, la Terapia Ocupacional considera que las personas mayores tienen el derecho de elegir y decidir en sus vidas. Por lo tanto, promueve que busquen y realicen actividades de su interés en la comunidad, a fin de favorecer el bienestar y participación real en la misma.

La realización de estas actividades de interés en la comunidad les permite desarrollar un proyecto de vida, favoreciendo tanto su independencia como así también la interdependencia, aportando un significado a sus vidas. En ese sentido, la licenciada Valenzuela Dip concluyó: “Se pone foco en que ese desempeño se lleve a cabo en entornos y contextos facilitadores, con el objetivo de que la persona mayor logre participar activamente en ocupaciones significativas, en pos de crear redes de apoyo”.

Guardar