El Día Mundial de la Meditación se conmemora cada año el 21 de mayo. Esta celebración se centra en la importancia de esta práctica para mantener la paz, la serenidad y la salud mental.
Según la Sociedad Americana del Corazón, la meditación, como práctica religiosa o experiencia mística, puede ser tan antigua como la humanidad. “La evidencia de su uso se remonta a 7.000 años atrás y algunos académicos especulan que tal vez haya comenzado entre las personas sentadas en las cuevas, contemplando sus fogatas”, describe la entidad.
En el mundo tan vertiginoso de hoy, las personas buscan distintas formas de relajarse y reencontrar la calma. La meditación puede ser una de esas herramientas ya que es una forma comprobada por la ciencia para eliminar el estrés. Incluso unos pocos minutos de práctica cada día pueden marcar una gran diferencia en la salud mental y el bienestar general de las personas.
Beatriz Goyoaga, coordinadora e Instructora Internacional de El Arte de Vivir, una organización no gubernamental (ONG) que enseña técnicas de respiración, yoga y meditación, expresó a Infobae que según cómo sea el estado de la mente así será la calidad de vida.
“El cuerpo y la mente son siameses, imposibles de separar, al cuerpo lo cuidamos, lo alimentamos, lo hacemos dormir y lo ejercitamos, mientras que a la mente la ignoramos en su totalidad, solamente cuando esta ‘falla’ le ponemos atención y ya en muchos casos es tarde”, señaló.
La experta destacó que la mente se puede entrenar, ejercitar y equilibrar. “Un partido de fútbol no lo ganan las piernas sino las mentes y de la misma manera un partido de ajedrez. Entonces, la forma más importante de equilibrar la mente es a través de técnicas de respiración consciente y meditación”.
Y agregó: “Meditar es tomar conciencia de que no vinimos a esta vida a comer, dormir, trabajar sino a evolucionar y ser felices; pero vamos a tanta velocidad en lo que hacemos que no nos da tiempo. Poner un freno, bajar un cambio es fundamental”, remarcó.
Según el Centro Nacional de Salud Complementaria e Integral de Estados Unidos (Nccih, por sus siglas en inglés), “el término “meditación” se refiere a una variedad de prácticas que se centran en la integración de la mente y el cuerpo y se utilizan para calmar y mejorar el bienestar general”.
Y continúa la institución: “Algunos tipos de meditación implican mantener la concentración mental en una sensación particular, como la respiración, un sonido, una imagen visual o un mantra, que es una palabra o frase repetida. Otras formas de meditación incluyen la práctica de la atención plena, que implica mantener la atención o la conciencia en el momento presente, sin emitir juicios”.
Cuáles son los beneficios de la meditación
Según el Centro de Vida Saludable, dependiente de la Universidad de Concepción, Chile, cuando una persona empieza a meditar, ocurren cambios a nivel cerebral. “Estudios demuestran que existen cambios en las regiones del cerebro que están relacionadas con la atención (lóbulo frontal) y la emociones (sistema límbico), mejorando estas habilidades. Otros estudios han evidenciado que las personas que meditan 30 minutos al día adquieren una mayor densidad de materia gris, la que se asocia a la empatía, memoria y aprendizaje”.
¿Cuáles son los beneficios de la meditación, según la ciencia?
1. Ayuda a controlar la ansiedad y el estrés. De acuerdo con el Nccih, existen estudios que reconocen que es útil en el tratamiento de ambos trastornos. “Pueden funcionar tan bien como las terapias establecidas basadas en evidencia, como la terapia cognitivo-conductual”, detalla el organismo.
Los investigadores también han explorado cómo la meditación afecta el cerebro y han descubierto que la atención plena en el aula puede reducir el estrés de los estudiantes y prolongar la capacidad de atención, según la Escuela de Medicina de Harvard.
Consultado por Infobae en una nota reciente, Guido Korman, especialista en meditación y salud mental, investigador Independiente del CONICET, profesor de la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires (UBA), consideró que “uno de los principales beneficios de la meditación en niños es promover un mayor reconocimiento de su experiencia interna, incluyendo el papel de las emociones, las sensaciones corporales y los pensamientos”.
2. Reduce el insomnio y mejora la calidad del sueño. Sus efectos son comparables a los de la terapia cognitivo-conductual o al ejercicio, afirma Nccih. Además, las personas que practican la meditación, son menos propensas a tener pensamientos negativos o reacciones emocionales poco útiles cuando se enfrentan a situaciones estresantes, según una revisión de 2015.
3. Permite reducir los síntomas del trastorno de estrés postraumático (TEPT). “En un estudio realizado en veteranos, la meditación de atención plena fue tan útil como la terapia de exposición prolongada, un tratamiento ampliamente aceptado para el trastorno de estrés postraumático”, señala Nccih.
4. Contribuye a recuperarse de los trastornos por uso de sustancias. “Estas prácticas se han utilizado para ayudar a las personas a aumentar su conciencia de los pensamientos y sentimientos que desencadenan ese consumo y a aprender formas de reducir sus reacciones automáticas”, destaca Nccih.
5. Puede beneficiar la salud mental en personas con cáncer. “La mayoría de las personas estudiadas han sido mujeres con cáncer de mama; los efectos pueden ser diferentes en otros grupos de personas”, aclara Nccih.
6. Puede ser útil para perder peso y controlar las conductas alimentarias. Según Nccih, los programas que combinan prácticas formales de meditación y atención plena parecen especialmente prometedores.
7. La meditación puede ayudar a regular el sistema nervioso autónomo, la parte de nuestro sistema nervioso que es responsable de regular las funciones fisiológicas involuntarias como el ritmo cardíaco, la presión arterial, la respiración y la digestión, dice la Asociación Americana del Corazón.
8. Ayuda a las personas a ser más conscientes de sí mismas y mejorar el bienestar general. Las investigaciones han demostrado que la atención plena contribuye al estado de relajación y a un estado de mayor plenitud, según Harvard.
9. Combate el miedo y la ansiedad. “Los datos indican que la atención plena puede ayudarnos a reconocer que algunas reacciones de miedo son desproporcionadas con respecto a la amenaza y, por lo tanto, reduce la respuesta de miedo a esos estímulos. La atención plena también puede mejorar nuestra capacidad para recordar esta nueva reacción menos aterradora y romper el hábito de la ansiedad”, dijo Sara Lazar del Programa de Investigación de Neuroimagen Psiquiátrica del Hospital General de Massachusetts.
10. Cambia el cerebro, según American Heart Association y podría ayudar a: aumentar la capacidad de procesar información; retardar los efectos cognitivos del envejecimiento; reducir los síntomas de la menopausia; controlar la respuesta del cerebro al dolor.
Cómo meditar
Muchos creen que la meditación es poner la mente en blanco pero no es así, dijo Goyoaga. “Los pensamientos son impulsos de energía que no se pueden cortar, lo que se consigue es que no molesten. Una mente en el momento presente, sin ansiedad por el futuro y sin bronca por el pasado, es meditación. Una mente en equilibrio es meditación. Meditar es conectarse con el interruptor principal de energía ya sea creativa, reparadora, o sanadora, y además sirve para reposar todo lo que nos bombardea la cabeza en el día a día”, describió.
Y remarcó: “Cuando tomamos conciencia y le dedicamos 20 minutos diarios a hacer lo que nos hace bien, nos damos cuenta de los beneficios y nunca más diremos ‘no tengo tiempo’. El tiempo está disponible pero depende de en qué lo queramos invertir”.
La meditación es “muy accesible”, dijo el doctor Robert Waldinger, profesor clínico de psiquiatría en la Facultad de Medicina de Harvard. “Ahora hay tantas aplicaciones que, si tienes un smartphone, puedes aprender a meditar. A menudo lo que es realmente útil es usar una de las aplicaciones... donde alguien te guía a través de una meditación”, afirmó.
¿Cuáles son las reglas de oro a la hora de meditar? Según Goyoaga son:
- Estómago vacío. No se puede meditar después de comer
- Sentarse con la espalda derecha. “No debemos estar acostados porque la mente asocia el estado de acostado al estado de dormir entonces te relajas y duermes pero no meditas”, advirtió.
- Como principiante, evitar los lugares ruidosos
“Luego de estos pasos debes tener una técnica aprendida o ser guiado para lograr una respiración consciente”, indicó Goyoaga. “Tener un mantra personal es la forma más fácil de meditar”, afirmó.
Karen Saban, profesora en la Escuela de Enfermería Marcella Niehoff en la Universidad Loyola Chicago, dijo que hay buenos motivos para meditar: “Es seguro. No involucra medicamentos. Es barato. Es algo que puedes hacer sobre lo cual tienes control. Y puedes hacerlo casi en cualquier lugar”.
Según el Centro de vida saludable, se puede comenzar a meditar siguiendo estos pasos:
- Tomar asiento en un lugar cómodo. Cerrar los ojos, respirar profundo por la nariz exhalando por la boca. Centrarse solo en la respiración y si viene a la mente algún pensamiento, solo dejarlo pasar. En ese momento recuperar la atención sobre la respiración.
- Hacer una respiración profunda por la nariz de un tiempo y una espiración lenta por la boca, de dos tiempos. Concentrarse en sentir y percibir como los pulmones se llenan de aire y como se libran al exhalar el aire. Focalizarse en el sonido de la respiración y en su ritmo.
- Elegir una palabra o un sonido (el mantra OM por ejemplo). Repetirlo mentalmente con calma, sin pensar en nada más por espacios de un minuto. Aumentar el tiempo paulatinamente a medida que se va realizando el ejercicio.