Las plantas herbáceas, o hierbas, suelen ser utilizadas en las comidas como especias para agregar sabores a las preparaciones. También se las puede añadir a ciertas infusiones, ya que le aportan sabor al agua. Pero otro reconocido rol que cumplen ciertas hierbas es el de ser plantas medicinales. Esto significa que, previo al desarrollo de la medicina moderna, eran utilizadas para tratar afecciones, y su consumo se sostuvo en el tiempo debido a sus propiedades favorables.
Parece obvio pero vale remarcarlo, si bien no pueden curar enfermedades o condiciones por sí solas, la incorporación a la dieta de algunas de ellas puede brindarle al organismo ciertos beneficios. Algunas de las más reconocidas son la manzanilla, el tomillo, el eucalipto, el perejil, la tila o tilo y la menta.
Qué es la menta
La menta pertenece a una familia de plantas herbáceas conocidas por su fuerte sabor que brinda la sensación de frescura. Esto se debe a que, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, la menta contiene un componente químico denominado mentol que “puede cambiar la forma en la que el cerebro registra las sensaciones de sabor y dolor”.
Gracias a su peculiar aroma, históricamente se utilizó la menta en la gastronomía en forma de salsas, en ensaladas, para condimentar carnes, y hasta como ingrediente principal en el helado y otros postres. Se suele añadir en pequeñas cantidades, ya que su gusto es muy potente y puede ser invasivo.
También la menta se asocia con una mejora en los procesos digestivos, ya sea como infusión o derivados de la planta como en formato de aceite esencial. En ocasiones es también reconocida por brindar algunos beneficios solamente por su olor.
Con el tiempo se comenzó a agregar como saborizante en productos de higiene oral, y es por eso que ahora se la relaciona con la limpieza y la salud dental.
Cuáles son los beneficios de la menta para la salud
Como se mencionó previamente, la menta no solo es reconocida por su fresco sabor, sino también por sus propiedades beneficiosas para el organismo. Hay múltiples estudios e instituciones que validan el uso de esta hierba, o de sus derivados, como auxiliares para disminuir síntomas de algunas afecciones.
Por un lado, los expertos de Mayo Clinic recomiendan el consumo moderado de menta para aliviar la indigestión, caracterizada por el dolor estomacal y molestias abdominales causadas por una mala alimentación o el consumo de sustancias que irritan al sistema digestivo, como alcohol o algunos medicamentos.
Un estudio publicado en la National Library of Medicine (NIH) de Estados Unidos explica que las cápsulas de aceite de menta con recubrimiento entérico y liberación retardada, que se venden en farmacias y deben ser recomendadas por un profesional de la salud, tienen un efecto positivo en las personas que sufren de síndrome del intestino irritable (SII). Esto se debe a que los componentes de la menta pueden relajar el tracto gastrointestinal, lo cual reduce molestias.
Según Cleveland Clinic, el mentol, componente químico natural presente en la menta, presente en grandes cantidades en el té de menta puede ayudar a atenuar los síntomas de los resfríos: “El té de menta funciona bien para relajar los músculos de la garganta, aliviar la congestión nasal e incluso reducir la fiebre. También está cargado de propiedades antibacterianas y antivirales para darle un impulso saludable”.
En cuanto a su aroma, puede tener efectos estimulantes del sistema nervioso ya que es tan potente que ayuda a mantener una sensación de alerta. En un estudio los expertos manifiestan que también muestra un impacto positivo en la memoria.
Cómo se puede consumir la menta
La menta puede formar parte de numerosas comidas, en pequeñas cantidades debido a su fuerte sabor. Sus hojas se deben limpiar bien antes de añadirlas a cualquier preparación.
Se puede utilizar en ensaladas combinada con otras verduras, sopas, se puede realizar un pesto de menta para agregar a los platos como condimento, salsas para pastas o carne, y en postres como el helado o en recetas que contengan chocolate ya que complementa muy bien su sabor.
En cuanto a las bebidas, se puede agregar como saborizante a limonadas y cócteles. También se puede hacer un té de menta para disfrutar de su fragancia y de sus beneficios.
No es recomendable ingerir altas cantidades de menta por día ya que puede causar acidez debido a que no solamente relaja al intestino, sino también al esfínter que conecta al estómago con el esófago. Esto puede provocar que los ácidos estomacales suban y dañen al esófago, lo cual causa una sensación de ardor en el pecho y otros síntomas. Por eso, no es recomendable su ingesta a personas que sufren de enfermedad por reflujo gastroesofágico (GERD), niños y embarazadas.
Cómo preparar té de menta, paso a paso
El tiempo total para preparar té de menta es de aproximadamente 10 a 15 minutos, según la intensidad de sabor que se quiere lograr. Esto incluye el tiempo para calentar el agua y el tiempo de infusión de las hojas.
Solo se necesita una taza de agua, de 10 a 15 hojas frescas y bien lavadas de menta, y luego el endulzante que se le quiera agregar. También se lo puede combinar con limón, jengibre o canela para agregarle más sabores.
- Calentar una taza de agua en una tetera o en el microondas hasta que esté casi hirviendo.
- Colocar las hojas de menta en una taza o en un infusor de té.
- Verter el agua caliente sobre las hojas de menta.
- Dejar reposar la infusión durante 5 a 7 minutos. Si se prefiere un sabor más intenso, se puede dejar hasta 10 minutos.
- Retirar las hojas de menta de la taza. Si se utilizó un infusor, simplemente sacarlo.
- Añadir miel o azúcar al gusto para endulzar, si se quiere.
Cómo cuidar una planta de menta en casa
Esta planta suele ser complicada de mantener, ya que requiere de condiciones específicas como el tipo de sustrato, la cantidad de horas de exposición al sol y agua para hidratarse. Es sensible a las temperaturas tanto altas como bajas, así que se la debe tratar con cuidado. Además, es difícil hacer germinar sus semillas, por eso es recomendable que se compren plantas ya crecidas.
La luz solar que debe recibir tiene que ser moderada, igual que su riego. Es suficiente con que la tierra esté húmeda, sin que se formen charcos de agua. La nutrición del suelo en donde crece es esencial para que se mantenga en buenas condiciones, y debe estar en una maceta lo suficientemente amplia, alrededor de 30cm de diámetro, como para que puedan crecer sus raíces.
Si crece mucho, se deben añadir palillos de madera para que la planta tenga soporte y no se caiga. Se deben cortar cuidadosamente sus hojas de vez en cuando para fomentar el desarrollo de nuevos brotes.