¿Se pueden borrar los recuerdos del cerebro? Qué dicen los expertos y cómo impacta en el aprendizaje

Las experiencias que vivimos quedan almacenadas en la memoria. Sin embargo, algunos desean eliminar evocaciones negativas. Cuáles son las claves de este misterioso proceso

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¿Se puede borrar un recuerdo?
¿Se puede borrar un recuerdo? Los expertos debaten sobre el intrincado sistema neuronal (Imagen Ilustrativa Infobae)

Recordamos olores, texturas, situaciones alegres y también las dolorosas. La memoria humana es una función compleja y fascinante del cerebro, esencial para nuestra supervivencia, aprendizaje y formación de la identidad personal. Desde tiempos inmemoriales, filósofos, científicos y escritores indagaron sobre la posibilidad de borrar recuerdos específicos.

La búsqueda por descifrar los enigmas del cerebro ha sido una constante en el campo de la neurociencia, y más aún cuando se trata de recuerdos. ¿Es posible eliminar los recuerdos que marcan nuestras experiencias? ¿Cómo impactan en el aprendizaje y qué rol cumplen?

Aunque algunos son más vívidos y otros se desvanecen fácilmente, hay una constante: las experiencias, tanto positivas como negativas, encuentran un hogar en algún rincón de nuestro intrincado sistema neuronal.

Consultados por Infobae, distintos expertos se adentran en un tema tan misterioso como intrigante para comprender los mecanismos subyacentes de la memoria.

¿Cómo se registran los recuerdos en el cerebro?

"La formación de memorias requiere
"La formación de memorias requiere de generar cambios en la fuerza de la conexión entre determinadas neuronas", dice la doctora Noelia Weisstaub a Infobae (Imagen Ilustrativa Infobae)

Según explica a Infobae la doctora Noelia Weisstaub, subdirectora de Investigación de Fundación INECO y vicedirectora del Instituto de Neurociencia Cognitiva y Traslacional (INCYT), la formación y consolidación de los recuerdos involucra a muchos mecanismos neuronales.

“En términos generales, la formación de memorias requiere de generar cambios en la fuerza de la conexión entre determinadas neuronas (llamadas sinapsis) que serían activadas de manera simultánea y específica en función del estímulo que se esté procesando”, describió la experta de INECO.

Weisstaub, a su vez, señala quelas memorias no son entidades únicas que se forman y guardan como un todo, sino que se almacenan en un conjunto de neuronas formando engramas. Estos engramas están conformados por neuronas que son reclutadas durante la formación de la memoria, que se activaron y fueron modificadas en sus conexiones entre sí por la experiencia y luego van a ser reactivadas durante la evocación”.

En sintonía con Wesisstaub, el neurólogo Alejandro Andersson, director médico del Instituto de Neurología Buenos Aires (INBA), reflexionó en una nota con Infobae sobre la dinámica de los recuerdos en el cerebro: “La generación de los recuerdos a nivel neurológico es un proceso complejo que tiene varias etapas. Estas etapas se cumplen en regiones diferentes del cerebro”.

La información sensorial se procesa
La información sensorial se procesa en el cerebro para ser almacenada y el hipocampo es un área crucial (Imagen Ilustrativa Infobae)

Para visualizar bien cómo es esto, “lo primero que hay que pensar es en la codificación de la información. Esta información proviene de los sentidos, ya que nos llega por la vista, el oído, el tacto, el gusto, el olfato y el sentido del equilibrio. Esta información sensorial se procesa de manera que el cerebro pueda almacenarla”.

En este sentido, Wesisstaub aporta que “la consolidación, que es el mecanismo por el cual una memoria se estabiliza y puede perdurar por mucho tiempo, es un proceso complejo que lleva tiempo y que involucra distintos procesos moleculares como la activación de factores de transcripción, la síntesis de proteínas y la modificación post traduccional de las mismas”.

Una vez codificada -dijo Andersson-, la información se almacena en diferentes áreas del cerebro. Una cosa es la memoria de trabajo o un recuerdo a corto plazo que se almacena en la corteza prefrontal, y otra es la información que terminará siendo un recuerdo a largo plazo, almacenado en áreas como el hipocampo y diferentes zonas de la corteza cerebral. Este proceso de pasar a una memoria de largo plazo se llama consolidación. Durante la consolidación, la información se refuerza y organiza de una determinada manera”.

De acuerdo al neurólogo, “el hipocampo es crucial para esta dinámica, permitiendo recuperar la información más adelante. Cuando recordamos, estamos trayendo información almacenada en la memoria, como si la estuviéramos reviviendo. Este proceso activa áreas del cerebro que suelen ser las mismas que estuvieron involucradas en el almacenamiento y consolidación del recuerdo”.

Entonces, ¿podemos borrar los recuerdos?

Según el doctor Claudio Waisburg,
Según el doctor Claudio Waisburg, el estudio sobre la posilidad de "eliminar" recuerdos del cerebro es un campo de investigación complejo aún en desarrollo (Imagen Ilustrativa Infobae)

En este punto, los expertos difieren en sus opiniones. El doctor Claudio Waisburg (MN 98128), médico y neurocientífico, director del Instituto SOMA y ex jefe de Neurología Infantojuvenil de Ineco y del Instituto de Neurociencias de la Fundación Favaloro, dijo a Infobae: “La neurobiología detrás del proceso de borrar recuerdos en el cerebro es un campo de estudio complejo y aún, en gran parte, no comprendido en su totalidad. Sin embargo, se han identificado algunos mecanismos y áreas del cerebro que pueden estar involucrados en este proceso”.

Según señala Waisburg, la plasticidad sináptica es fundamental en la neurobiología de la memoria, describiendo la capacidad de las conexiones entre neuronas para alterar su fuerza y eficiencia en respuesta a la actividad cerebral. También hace referencia a los roles clave de la amígdala, cuya activación de la amígdala durante la recuperación de recuerdos emocionales puede ser un objetivo para intervenir en el proceso de borrar recuerdos no deseados.

A su vez, menciona el hipocampo,que ”se ha demostrado que está involucrado en la extinción y supresión de recuerdos”, y la corteza prefrontal: “esta región del cerebro puede influir en la supresión de recuerdos emocionales indeseados”, expresa Waisburg. De todas formas, el neurocientífico advierte que es un campo en investigación y que no hay respuestas concluyentes.

Según la doctora Wisstaub, existen
Según la doctora Wisstaub, existen manipulaciones conductuales para producir cambios en la expresión de ciertas memorias (Imagen Ilustrativa Infobae)

Por su parte, Weisstaub es contundente ante la consulta de Infobae: “No hay forma de borrar de manera definitiva y dirigida recuerdos específicos”. Y agrega: “no existen técnicas que permitan borrar los recuerdos. Desde la perspectiva neurocientífica, el borrar recuerdos, involucraría procesos moleculares específicos y selectivos que no se conocen en detalle y que, por lo tanto, no se pueden manipular”.

Sin embargo, la investigadora afirma que existen “manipulaciones conductuales que pueden producir cambios en la expresión de ciertas memorias. Un ejemplo es el fenómeno conocido como extinción”.

Según detalla, “la extinción de memorias se produce cuando se consigue generar una nueva asociación entre una clave que previamente estuvo asociada a un estímulo determinado y ahora se asocia a otro estímulo que puede tener distinta valencia”.

“No hay pérdida de la memoria original, sino que se evita su expresión”, concluye contundente.

Los expertos sostienen que los
Los expertos sostienen que los estudios en el borrado de recuerdos todavía transita una etapa experimental (Imagen Ilustrativa Infobae)

Como especifica Waisburg, existen varias técnicas y tratamientos médicos que se están investigando en fase experimental en relación con la eliminación selectiva de recuerdos no deseados del cerebro. Entre las que enumera se encuentran: la terapia de exposición, de reconsolidación de memoria y la farmacoterapia.

A su vez, el experto da cuenta de la estimulación cerebral no invasiva, como las Técnicas como la estimulación magnética transcraneal (TMS), la estimulación cerebral profunda (DBS) y la terapia Cognitivo-Conductual (TCC)

Según describe un reciente artículo de National Geographic, “se pueden borrar las huellas de memoria silenciando neuronas que codifiquen recuerdos emocionales negativos mediante técnicas optogenéticas, aunque su utilización en el ser humano plantea muchas dificultades”. Por ejemplo, para acabar con un miedo persistente, detalla la revista, que “hay que saber qué neuronas están interviniendo y estas deben expresar receptores que puedan ser activados por haces de luz”.

“Para silenciar las neuronas -menciona la revista- se usarían receptores aniónicos que, al ser activados, bombearían iones de cloro dentro de la célula, provocarían hiperpolarización del potencial de membrana y frenarían la capacidad de producir potenciales de acción”.

Los recuerdos y el aprendizaje

La neuroplasticidad es un concepto
La neuroplasticidad es un concepto clave para el aprendizaje y la capacidad de borrar recuerdos (Imagen Ilustrativa Infobae)

Cuando se habla de memoria y aprendizaje, el término que los expertos mencionan es el de neuroplasticidad. “La plasticidad cerebral es un proceso que se va a ver reclutado en muchas circunstancias distintas y es necesario para el aprendizaje y consolidación de memorias”, señala Weisstaub.

“La neuroplasticidad es fundamental tanto para el proceso de aprendizaje como para la capacidad de borrar recuerdos en el cerebro”, afirma Waisburg, y continúa: “La capacidad del cerebro para adaptarse y cambiar en respuesta a la experiencia es lo que permite tanto la formación como la eliminación selectiva de recuerdos”.

“Sin embargo -advierte el experto-, es importante tener en cuenta que el proceso de borrar recuerdos no es completamente comprendido y puede variar según el individuo y el tipo de recuerdo en cuestión”.

Para Waisburg, “la capacidad de
Para Waisburg, “la capacidad de borrar recuerdos no deseados puede tener un impacto significativo en el desarrollo cognitivo, emocional y de aprendizaje de un niño" (Imagen ilustrativa Infobae)

Weisstaub dice que “los aprendizajes no son procesos estancos y se generan sobre conocimientos previos” y que “la evocación de ciertas memorias favorece (en algunos casos), el aprendizaje de nueva información. Existe amplia evidencia de que la evocación activa de cierta información que se está estudiando es más eficiente como mecanismo de aprendizaje que el re estudio”.

Además, “en algunas situaciones se vio que el aprendizaje de ciertos ítems puede mejorar el aprendizaje de otra información, esté la temática relacionada con lo que se está estudiando o no. Pero, es importante aclarar que esto no siempre se cumple”, sostiene.

En cuanto a los niños, Waisburg, quien es neuropediatra, advierte que “la capacidad de borrar recuerdos no deseados puede tener un impacto significativo en el desarrollo cognitivo, emocional y de aprendizaje de un niño al promover la neuroplasticidad positiva, la resiliencia emocional y la salud mental general. Sin embargo, es importante abordar este proceso con cuidado y considerar las necesidades individuales del niño, así como el contexto clínico y terapéutico adecuado”.

Por todo esto, los expertos subrayan que borrar recuerdos plantea riesgos, limitaciones y más investigación científica.

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