En el Reporte Mundial de los países más felices del mundo, se describe cómo se manifiesta ese estado de bienestar, según datos de 143 países. Por séptimo año consecutivo, Finlandia obtuvo el primer puesto general. Mientras que el país más feliz del mundo para los menores de 30 años fue Lituania, para los mayores de 60 años el “paraíso” está en Dinamarca.
La edición 2024 del informe, realizada por la alianza entre la encuestadora Gallup, la Universidad de Oxford y la Red de Soluciones para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, se centró en la felicidad de las personas en diferentes etapas de la vida, con una mirada enfocada en el bienestar de los jóvenes.
En relación con las naciones de América Latina, ninguna se ubicó entre los primeros del ranking. Sin embargo, la Argentina pasó del puesto 52 al 48 en 2023.
Dinamarca ocupa desde hace varios años los puestos más altos en felicidad por varias razones. El país ocupó el primer lugar entre las personas mayores de 60 años y el segundo lugar en el ranking general (solo detrás de Finlandia). Los expertos dicen que también hay ciertos comportamientos y creencias que alimentan la alegría en el país.
“En las siete edades del hombre en ‘Como gustéis’ de Shakespeare, las últimas etapas de la vida se describen como profundamente deprimentes. Pero las investigaciones sobre la felicidad muestran un panorama más matizado y que está cambiando con el tiempo”, expresan en el informe, basado en seis variables claves para la felicidad:
- El PBI per cápita
- La esperanza de vida saludable
- Tener a alguien con quien contar
- Libertad para tomar decisiones de vida
- La generosidad
- La falta de corrupción
Según el informe, los países más felices para los mayores de 60 son:
- Dinamarca
- Finlandia
- Noruega
- Suecia
- Islandia
- Nueva Zelanda
- Países Bajos
- Canadá
- Australia
- Estados Unidos
Costa Rica ocupa el puesto 17 y es el primero de América en felicidad post 60, además de ser considerado uno de los mejores lugares donde ir a vivir al retirarse. Lo siguen Uruguay en el puesto 24, Brasil en el 37, Argentina en el 45.
Por qué son felices en Dinamarca
Según la psicóloga Sonja Lyubomirsky, investigadora de la Universidad de Harvard y doctorada en la de Stanford, se tiende a buscar la felicidad en lugares equivocados, ya que lo que se cree que supondrá realmente una gran diferencia, en realidad no lo es, y se pasan por alto las verdaderas fuentes del bienestar.
En su libro: “La ciencia de la felicidad, un método probado para conseguir el bienestar”, la investigadora planteó que esta no se relaciona con un golpe de suerte, ni con la acumulación de bienes materiales. Según las investigaciones, solo un 10% de la felicidad se relaciona con eventos externos. Del porcentaje restante, un 50% estaría dado por las condiciones genéticas y el 40% depende de las actividades que podamos realizar de forma intencionada, es decir, la felicidad está en nuestras manos.
Según describen los expertos, los dinamarqueses estarían en concordancia con esa manera de buscar la felicidad: en las pequeñas cosas. ¿Cuáles son los factores que hacen felices a los mayores de 60 años del país escandinavo? Los puntos siguientes:
- Atención y necesidades básicas cubiertas. “Creo que la evidencia es bastante clara... es más probable que seas feliz si vives en un estado de bienestar que si no lo haces”, dijo Søren Harnow Klausen, profesor de filosofía en el Departamento de Estudios de Cultura de la Universidad del Sur de Dinamarca a Huffington Post.
En Dinamarca, la educación, incluida la universidad, es gratuita, al igual que la atención médica y la residencia en un asilo de ancianos, dijo Klausen.
Además, todos los daneses ancianos tienen sus necesidades básicas cubiertas por una pensión del gobierno, añadió a Huffington Post, Lars Larsen, profesor del departamento de Psicología y Ciencias del Comportamiento de la Universidad de Aarhus.
El experto dijo que Dinamarca es financieramente sólida, tiene una larga esperanza de vida y bajos niveles de corrupción, lo que permite a las personas tener también una base de felicidad más alta.
Explicó Larsen: “Es más difícil ser feliz si otros no lo son y es por eso que vemos que algunas naciones ricas no obtienen puntuaciones tan altas como se esperaría”, mencionó el experto.
En general, la mayoría de las personas son más felices a una edad temprana y tardía, lo que suele ilustrarse como una “U”. “Lo que significa que eres menos feliz en la mitad de la vida y más feliz al principio y al final”, señaló Larsen.
Cuando se satisfacen las necesidades básicas de las personas mayores, como ocurre en Dinamarca, se sienten felices, señaló. “¿Por qué es eso? Quizás sea porque están libres de muchas de las responsabilidades y del estrés que se experimenta en la mediana edad”, expresó Larsen, como criar a niños pequeños, cuidar a padres ancianos o preocuparse por el trabajo.
“Y a medida que las personas envejecen, generalmente le dan más importancia a recordar los aspectos positivos de sus vidas y menos a los negativos”, dijo Larsen. Las investigaciones también muestran que las personas mayores desarrollan un mayor grado de resiliencia para afrontar pérdidas y diagnósticos de enfermedades crónicas que se vuelven más comunes en la vejez.
- Dan prioridad a las cosas que consideran gratificantes. “En general, lo que más satisface y da a la gente la mayor felicidad son los llamados bienes intrínsecos”, afirmó Klausen. Estas son cosas que satisfacen los deseos y necesidades internos de una persona, y no necesariamente algo que la ayude a avanzar en la vida.
“Lo que tiene valor intrínseco es también algo como desarrollar o vivir tus propios intereses, no algo que estás obligado a hacer, sino lo que realmente te gusta hacer tú mismo”, manifestó Klausen. Esto podría significar viajar, hacer caminatas, ir a museos o cualquier cosa que la gente pueda disfrutar.
Tener libertad para hacer lo que quieran es parte de esto también. “Cuando te deshaces de algunas responsabilidades, es más fácil mantener la libertad”, dijo Larsen. Cuando las personas mayores no tienen que concentrarse en el trabajo o en cuidar a los niños o a sus padres enfermos, pueden dedicar su tiempo como quieran.
- Fomentan las buenas relaciones y eliminan las malas. “No quieren perder el tiempo en relaciones menos gratificantes ni oír más tonterías”, describió Klausen. “Y creo que puedes cultivar una mentalidad que te haga concentrarte más en aquello que realmente tiene un valor intrínseco, por ejemplo, las relaciones personales profundas”.
Las investigaciones muestran que tener relaciones cercanas juega un papel importante en el bienestar y la satisfacción general con la vida. Tener relaciones significativas puede incluso disminuir el riesgo de depresión.
- No son demasiado ambiciosos, y eso puede ser algo bueno. En muchas culturas, es normal querer más, más, más (¡basta pensar en la idea del sueño americano!), pero ese no es el caso en Dinamarca, explicó Klausen. Y añadió que en la cultura danesa es normal trabajar para mejorar uno mismo y las cosas que rodean, pero hasta un punto determinado.
“También hay que relajarse un poco y tomárselo con calma”, afirmó Klausen, añadiendo que esta mentalidad a veces es criticada y puede tener sus inconvenientes, pero parece que también da sus frutos en términos de felicidad.
- Es una sociedad que tiene confianza. La gente sabe que puede confiar en sus vecinos y en las autoridades; no se puede decir lo mismo de muchos otros lugares del mundo. La desconfianza “no conduce a la felicidad, probablemente también conduce a la ira y la ansiedad”, dijo Klausen.
“Creo que de lo que se compone la felicidad son las emociones. No se trata tanto de experiencias, al menos no de las espectaculares... mucho más importantes son las emociones subyacentes y duraderas”, dijo Klausen.
“Se puede hacer una evaluación de tus propias emociones, y luego comenzar a rediseñar tanto tu día como tu entorno inmediato para fortalecer las emociones positivas y combatir las negativas”, explicó Klausen.
Trabajar para que en cada día brillen las emociones positivas será una tarea individual y seguramente conduzca a un poco de la felicidad danesa.