Día Mundial de la Leucemia Mieloide Aguda: síntomas, tratamientos y la importancia del diagnóstico precoz

Es un tipo de cáncer que afecta a la producción de células sanguíneas. Se detecta a través de un análisis de sangre y médula ósea, y afecta principalmente a los adultos. Cuáles son las señales a tener en cuenta

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La Leucemia Mieloide Aguda es uno de los cuatro tipos principales de leucemia (Imagen Ilustrativa Infobae)
La Leucemia Mieloide Aguda es uno de los cuatro tipos principales de leucemia (Imagen Ilustrativa Infobae)

Los médicos insistieron siempre, y con las nuevas herramientas tecnológicas actuales lo hacen aún más, que muchas enfermedades tienen un mejor pronóstico si se la detecta en forma temprana. Así ocurre también con la leucemia mieloide aguda (LMA).

Esta patología es un tipo de cáncer de la sangre por el que la médula ósea produce grandes cantidades de células sanguíneas anormales. La LMA es el tipo más común de leucemia aguda en adultos y la tasa de supervivencia a cinco años para los pacientes que tienen 20 años o más no supera el 27%, según datos de la Sociedad Estadounidense contra el Cáncer. En personas menores de 20 años, la tasa de supervivencia a cinco años llega hasta el 69%.

Leucemia es el término general que se usa para referirse a distintos tipos distintos de cáncer de la sangre. Generalmente, las leucemias surgen en las etapas iniciales de los glóbulos blancos, aunque también pueden originarse en otras células sanguíneas.

Se clasifican en varios tipos, dependiendo de su velocidad de crecimiento (aguda o crónica) y del tipo de célula en la que se inician (mieloide o linfoides), según señala la Sociedad Estadounidense de Cáncer. Cada 21 de abril se conmemora el día mundial de la Leucemia Mieloide Aguda (LMA), para concientizar sobre la enfermedad

¿Qué es la leucemia mieloide aguda?

La leucemia mieloide crónica representa entre el 15 y el 20 por ciento del total de las leucemias
La leucemia mieloide crónica representa entre el 15 y el 20 por ciento del total de las leucemias

La leucemia mieloide aguda tiene su origen en la médula ósea (la parte interna de algunos huesos encargada de la producción de nuevas células sanguíneas), avanzando rápidamente hacia la sangre.

La leucemia mieloide aguda es conocida también por otros nombres, entre ellos leucemia mielocítica aguda, leucemia mielógena aguda, leucemia granulocítica aguda y leucemia no linfocítica aguda. En ocasiones, puede extenderse a otras partes del cuerpo, como los ganglios linfáticos, el hígado, el bazo, el sistema nervioso central (cerebro y médula espinal), y los testículos.

Principalmente, la AML proviene de células destinadas a convertirse en glóbulos blancos (a excepción de los linfocitos), aunque puede desarrollarse a partir de otros tipos de células sanguíneas.

Cuáles son los síntomas de la leucemia mieloide aguda

Para llegar a un diagnostico preciso se necesita una extracción de sangre y una muestra de médula ósea (Getty Images)
Para llegar a un diagnostico preciso se necesita una extracción de sangre y una muestra de médula ósea (Getty Images)

Desde la asociación ALMA, formada por pacientes y familiares de pacientes con diagnóstico de leucemia, señalan que muchos de los signos y síntomas de LMA son también causados por otros tipos de enfermedades. Las señales corporales a tener en cuenta son:

  • Malestar general: la reducción de células saludables en la médula ósea puede provocar dolor en piernas, brazos y caderas, acompañado de fiebre leve, hinchazón de ganglios linfáticos o de las encías.
  • Fatiga y dificultad para respirar, palidez: la disminución de glóbulos rojos saludables puede causar baja energía, dificultad para respirar durante actividades cotidianas y palidez notoria.
  • Pérdida de peso involuntaria: la pérdida de apetito y/o un aumento en el consumo de energía en personas con LMA pueden llevar a una reducción significativa de peso.
  • Moretones y petequias: un conteo reducido de plaquetas puede resultar en la aparición fácil de moretones o de pequeños puntos rojos en la piel, conocidos como petequias.
  • Sangrados prolongados por heridas menores: la escasez de plaquetas puede ocasionar sangrados más extendidos o una cicatrización más lenta de cortes leves.

Cómo se diagnostica la leucemia mieloide aguda

Las nuevas terapias dirigidas representan una esperanza para los pacientes con Leucemia Mieloide Aguda, al apuntar directamente a las proteínas que fomentan el crecimiento canceroso.
(Gettyimages)
Las nuevas terapias dirigidas representan una esperanza para los pacientes con Leucemia Mieloide Aguda, al apuntar directamente a las proteínas que fomentan el crecimiento canceroso. (Gettyimages)

Recibir un diagnóstico preciso es fundamental para los pacientes. La detección de la Leucemia Mieloide Aguda se realiza a través de análisis de sangre y médula ósea.

  • Análisis de conteo celular sanguíneo. Un hemograma completo (CBC) es solicitado por el médico para medir la cantidad de glóbulos rojos, blancos y plaquetas. Comúnmente, los individuos con Leucemia Mieloide Aguda presentan una cantidad reducida de glóbulos rojos y plaquetas.
  • Evaluación de las células sanguíneas. Mediante un proceso especial, las células son teñidas y examinadas bajo microscopio, conocido como frotis de sangre, se pueden identificar anomalías. Es habitual en pacientes con LMA encontrar un exceso de blastos leucémicos, los cuales no cumplen las funciones de las células sanguíneas normales.
  • Exámenes de médula ósea. Para confirmar el diagnóstico de LMA, se realizan procedimientos de aspiración y biopsia de médula ósea que permiten establecer el porcentaje de células AML presentes. Se confirma el diagnóstico cuando al menos el 20% de las células en la médula ósea son células de LMA.

Cómo se trata la enfermedad

El tratamiento puede afectar la rutina diaria de una persona que padece la enfermedad (Andina)
El tratamiento puede afectar la rutina diaria de una persona que padece la enfermedad (Andina)

El tratamiento estándar consiste en ciclos intensivos de quimioterapia y otros más breves, posteriores, de consolidación. El trasplante de médula ósea en determinadas ocasiones también puede ser una opción. Para aquellos que tengan contraindicada la quimioterapia por edad avanzada, fragilidad o estado general de salud, existen opciones con mucho mejor perfil de seguridad y que han demostrado reducir el riesgo de mortalidad y prolongan la sobrevida, convirtiéndose, por recomendación de las principales guías de diagnóstico y tratamiento de esta enfermedad, en el estándar terapéutico a nivel mundial para esos casos.

“La posibilidad de que el paciente reciba el tratamiento en su casa o que solo acuda a hospitales de día para recibir la terapia puede alivianar y simplificar mucho la carga del tratamiento. Los avances en medicina están yendo en esa dirección, procurando conservar la calidad de vida de los pacientes”, había explicado en una nota previa en Infobae, con motivo de esta fecha, el doctor Nicolás Cazap, médico hematólogo de CEMIC y Clínica Olivos/Swiss Medical e integrante de la Subcomisión de Leucemias Agudas de la Sociedad Argentina de Hematología.

Es una enfermedad que, según el tipo de tratamiento, tal vez ocasiona imposibilidad temporal de trabajar, reducción de la productividad e interrupción del desarrollo profesional. Como es prolongado, el tratamiento desafía también desde lo físico y lo emocional. Las nuevas terapias dirigidas han dado esperanza de nuevo a los pacientes y a la comunidad científica para encontrar un método eficaz para curar o frenar el progreso de la leucemia. Son las denominadas terapias dirigidas, que actúan sobre las proteínas que controlan la forma en la que las células se multiplican.

La terapia dirigida consiste en emplear un conjunto de fármacos que se dirigen a genes y proteínas específicos que son los que fomentan la sobrevivencia y el crecimiento de las células cancerosas. Aunque este tipo de tratamiento puede usarse para diferentes tipos de cáncer, aún no hay terapias dirigidas disponibles para todas las variantes de esta enfermedad.

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