Cuatro ejercicios de la neurociencia para entrenar la atención y fortalecer la salud cognitiva

En exclusiva para Infobae, Ineco brindó una serie de recomendaciones para estimular esta capacidad que es clave para disfrutar de una buena memoria y potenciar la productividad diaria

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Existen diferentes tipos de atención:
Existen diferentes tipos de atención: sostenida, focalizada, dividida, selectiva y alternada. La sostenida y focalizada se ponen en juego, por ejemplo, al realizar actividades como leer y escribir (Imagen ilustrativa Infobae)

En la sociedad actual, el bienestar se ha convertido en un valor central y en un objetivo compartido. Cada vez se promueve más tener un estilo de vida saludable y crear entornos que fomenten la felicidad y la satisfacción personal en todas las áreas de la vida (laboral, educacional, familiar, entre otras).

Dentro del proceso de construcción de una sociedad centrada en el bienestar, las neurociencias desempeñan un papel fundamental al proporcionar una comprensión más profunda de cómo funciona el cerebro y cómo se puede optimizar su funcionamiento.

“Cuando caminamos por la calle, nos encontramos con tiendas naturistas, gimnasios, clases de actividad física al aire libre, tiendas de ropa y artículos deportivos. Es importante tener en cuenta que así como accedemos a estos servicios para mantener nuestro cuerpo en forma, también es importante ejercitar constantemente nuestros cerebros”, ejemplificó la licenciada Martina Grané, neuropsicóloga e integrante del Departamento de Neuropsicología de INECO.

Un buen ejercicio para estimular
Un buen ejercicio para estimular la atención es la lectura prolongada, de 20 a 30 minutos (Imagen Ilustrativa Infobae)

“De manera tan fácil como nos encontramos con este tipo de tiendas en la calle, cotidianamente nos enfrentamos a actividades que demandan un alto nivel de procesamiento cognitivo, tales como resolver problemas en el trabajo hasta tomar decisiones en nuestras interacciones sociales. Así, nuestro cerebro se ejercita continuamente en diversos aspectos de nuestra vida diaria al enfrentarnos a actividades intelectualmente desafiantes”, agrega la profesional.

Dentro de las distintas funciones cognitivas que subyacen al funcionamiento cerebral se encuentra la atención, la cual desempeña un papel fundamental en la vida cotidiana, ya que afecta prácticamente todos los aspectos de las experiencias y actividades que transcurren a diario. A su vez, al ser una función compleja, se puede distinguir entre diferentes tipos de atención: sostenida, focalizada, dividida, selectiva y alternada. La sostenida y focalizada se ponen en juego, por ejemplo, para realizar actividades tales como leer, conducir, mantener una conversación, entre otras.

“Todo el mundo sabe lo que es la atención. Es la toma de posesión por la mente, de un modo claro y vívido, de uno entre varios objetos o cadenas de pensamientos simultáneamente posibles”. De ese modo definió la atención el famoso psicólogo y filósofo William James en 1890. A esta definición, se le suma el hecho de que se trata de una función cognitiva compleja e indispensable para mantener los estados de alerta.

Al seguir una receta por
Al seguir una receta por primera vez, se requiere atención sostenida tanto para leer y comprender cada paso, como también para medir y combinar los ingredientes correctamente (Imagen ilustrativa Infobae)

“Estimular la atención es crucial para mantener una salud cognitiva óptima y protegerse de enfermedades neurodegenerativas como, por ejemplo, la demencia por enfermedad de Alzheimer. Al ejercitar regularmente nuestra capacidad de atención, fortalecemos las redes neuronales responsables del procesamiento de la información y la toma de decisiones, lo que puede ayudar a preservar la función cognitiva a medida que envejecemos”, explicó la licenciada Grané.

Además, en línea con ello, la neuropsicóloga de INECO mencionó que una atención aguda y focalizada le permite a las personas estar en el momento actual, lo cual se traduce en una correcta realización de sus actividades de la vida diaria, mejorando la eficiencia y productividad, reduciendo el riesgo de accidentes y errores, y permitiendo tener un manejo del estrés de manera más efectiva. Esto también se observa en el ámbito social, ya que ayuda a participar plenamente en las diferentes interacciones que se tenga, facilitando la comunicación, la empatía y la construcción de relaciones significativas.

Por lo cual, en relación con los puntos mencionados, estimular la atención no solo beneficia la salud cognitiva, sino que también mejora la calidad de vida en todos los aspectos, desde lo físico y lo emocional hasta lo social. A continuación, la licenciada Grané brindó una serie de ejercicios para realizar en la vida cotidiana que estimulan la atención:

Elegir un libro o un artículo y leerlo durante un período de tiempo prolongado, de alrededor de 20-30 minutos. Es importante concentrarse en mantener la atención en el texto, evitando distracciones y tratando de comprender y retener la información que se está leyendo.

Un tip a tener en cuenta es que es muy importante el manejo de distractores, por lo que si no se está logrando sostener la atención, es necesario registrar si hay algo que esté funcionando como distractor externo, es decir, del entorno (por ejemplo, ruidos intermitentes o música con letra) o como distractor interno (por ejemplo, pensamientos o emociones).

Se comparte a modo de ejercicio un sudoku de dificultad baja para poder practicar (la solución, al final de la nota).

El sudoku es un juego que desafía la capacidad para concentrarse y mantener el enfoque en una tarea específica. Consiste en llenar una cuadrícula (de diferente cantidad de números según la dificultad) de modo que cada fila, columna y cuadrícula contengan todos los números establecidos sin repetir.

Siempre se proporcionan algunas pistas en forma de números ya colocados en la cuadrícula. El desafío radica en completar el resto de la cuadrícula utilizando la lógica y la atención para determinar la ubicación correcta de cada número.

Al seguir una receta por primera vez, se requiere atención sostenida tanto para leer y comprender cada paso, como también para medir y combinar los ingredientes correctamente.

La atención se centra en seguir las instrucciones con precisión, evitando errores que puedan afectar el resultado final. Para una mayor dificultad, se puede elegir una receta con mayores pasos y/o ingredientes. Se sugiere pensar en una receta que se tenga ganas de cocinar, buscarla y poner manos a la obra.

Practicar la observación consciente durante las actividades rutinarias sirve para estimular la atención de manera cotidiana. Para ello, uno puede proponerse desafíos mentales diarios como, por ejemplo, dedicar unos minutos cada día a observar cuidadosamente la ropa que usa la persona con la que uno vive y luego intentar recordarla con precisión al día siguiente.

Otro desafío que se puede realizar de camino a algún sitio, es ir observando los avisos publicitarios en carteles y al llegar al destino, decidirse por los tres mejores. Como tercer desafío, puede ser de utilidad tomar un camino distinto cuando se va a pie hacia algún lugar y prestar mucha atención a los alrededores. En este caso, se puede estudiar antes el camino a recorrer para, de ese modo, saber luego qué calles se deberán transitar. El último desafío puede ser pensar nuevos retos para, a la vez, estimular la creatividad.

Respuesta al sudoku del ejercicio 2:

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