El periodista Emiliano Pinsón se despidió de su programa radial para enfocarse en el tratamiento contra la enfermedad de Parkinson que le diagnosticaron en 2022. “Tengo un Parkinson atípico, eso quiere decir que no es el Parkinson rígido como estaba diagnosticado en un principio. Es uno que no está bien estudiado y varía su desarrollo, no como el rígido que tiene una conducta temblorosa y es operable. Mi problema es en el cerebelo, es decir que no se puede operar, porque no se puede llegar hasta allá”, detalló el periodista, muy emocionado.
Y agregó detalles de sus síntomas: “Mis músculos se van atrofiando en todo el cuerpo. No es ELA (NdelR: Esclerosis Lateral Smiotrófica), sino que pierden fuerza. Cada vez estoy teniendo menos fuerza y es muy invasivo”. Y sumó: “Voy a tratar de enfrentar al Parkinson de la mejor manera. No quiero dar lástima. Estaré peleando como tantos que han peleado”, prometió el periodista.
Cuáles son los diferentes tipos de Parkinson
El doctor Blas Couto, médico neurólogo de INECO y especialista en Parkinson, Parkinsonismos y otros movimientos involuntarios explicó a Infobae: “Existen diferentes tipos de Parkinson que conocemos genéricamente como Parkinsonismos, eso significa que inicialmente los síntomas son muy similares a los del Parkinson”.
Se le llama parkinsonismo atípico a un grupo de trastornos neurodegenerativos distintos de la enfermedad de Parkinson que tienen algunas características similares, pero también manifestaciones clínicas, anatomía patológica y una respuesta al tratamiento diferentes.
“Estos parkinsonismos podrían presentar síntomas como: rigidez, lentitud, cambios en la forma de caminar y temblores, pero con el tiempo y tal vez en un lapso menor que la enfermedad de Parkinson, estos parkinsonismos desarrollan otros síntomas y complicaciones”, detalló el doctor Couto.
El experto indicó que dentro de estas complicaciones, podrían encontrarse: “la dificultad en la forma de caminar, requiriendo asistencia en pocos años para deambular y que generalmente se asocian con trastornos del equilibrio y caídas de repetición; visión doble; síntomas en el habla, como habla poco inteligible, y podrían aparecer dificultades en la deglución”.
Y agregó que estos parkinsonismos también son enfermedades neurodegenerativas que afectan regiones diferentes del cerebro, es por ello que aparecen algunos síntomas diferentes.
“Los parkinsonismos tienen una evolución o progresión de los síntomas más rápida que la enfermedad de Parkinson. Además, son mucho menos frecuentes, se cree que uno cada 20 o 25 pacientes con parkinsonismo van a tener un parkinsonismo atípico, como lo solemos de denominar, y los tres conocidos son la parálisis supranuclear progresiva o PSP, la atrofia multisistémica y la degeneración cortico basal”, describió el doctor Couto.
El doctor Enrique De Rosa Alabaster, médico psiquiatra, neurólogo, sexólogo y médico legista explicó a Infobae: “La enfermedad de Parkinson es una degeneración en ciertas zonas del encéfalo más que nada es el locus coeruleus y realmente una serie de zonas que manejan los movimientos extrapiramidales.
Y continuó: “Esa patología neurodegenerativa puede tomar varias zonas y de ahí que el espectro clínico puede ser muy amplio. Ese es el concepto de las enfermedades neurodegenerativas: patologías que pueden dar un espectro sintomático muy amplio y todo depende desde el foco que uno lo mire. Por eso yo insisto mucho con el tema del diagnóstico”.
El doctor De Rosa Alabaster agregó que, al igual que el Alzheimer el Parkinson puede iniciarse de diferentes maneras: “en la forma clásica, obviamente va a ser el fenómeno de rigidez, lo que se llama ‘rueda dentada’, es decir que al extender el brazo, el movimiento se da como si fueran los dientes de una de una cremallera, o el temblor y demás, pero en realidad también se puede dar por una serie de síntomas que pueden tener que ver con lo comportamental”.
“Puede empezar con síntomas de otro tipo que la rigidez, como con astasia, es decir temas de de falta de equilibrio”, agregó De Rosa.
De acuerdo al doctor Ramiro Heredia, (MN 117882), especialista en Medicina Interna del Hospital de Clínicas José de San Martín, “hablamos en general de un síndrome de parkinsonismo, o “Parkinson” típico cuando estamos frente a un paciente que presenta un cuadro de rigidez, hipokinesia (disminución del movimiento) y temblor. Este cuadro, típicamente, es asimétrico (es decir, las manifestaciones no son similares en ambas mitades del cuerpo). Generalmente la raíz de esto está en una alteración a nivel de los ganglios de la base, que son estructuras profundas del cerebro”.
Y completó: “En cambio, el Parkinson o parkinsonismo atípico describe un conjunto de enfermedades, de distintas etiologías, que comparten características clínicas con el Parkinson, que clásicamente se presentan en forma simétrica. Se incluyen en este caso causas farmacológicas, hereditarias, atrofia multisistémica, y varias otras enfermedades. La respuesta de estos a los fármacos antiparkinsonianos suele ser menor, así como su evolución en el tiempo es variable”, destacó el doctor.
Cuáles son los síntomas y las causas del Parkinson
Según datos de la Organización Mundial de la Salud, la prevalencia de la enfermedad de Parkinson se ha duplicado en los últimos 25 años. Las estimaciones mundiales en 2019 mostraban una cifra superior a 8,5 millones de personas con esta enfermedad.
Fundación Michael J. Fox para la Investigación del Parkinson explica que la enfermedad ocurre cuando las células cerebrales que producen dopamina, una sustancia química que coordina el movimiento, dejan de funcionar o mueren. Debido a que puede causar temblores, lentitud, rigidez y problemas para caminar y equilibrar, se la denomina “trastorno del movimiento”.
Y agrega: “El Parkinson es una enfermedad progresiva y de por vida, lo que significa que los síntomas empeoran lentamente con el tiempo”.
En cuanto a las causas del Parkinson, algunos casos pueden deberse más a la genética y otros más influenciados por factores ambientales, afirma la fundación de Michel Fox.
Los investigadores estiman que alrededor del 30 % del riesgo de Parkinson se explica por la genética. Y en cuanto a los factores ambientales se incluyen lesiones en la cabeza y exposición a pesticidas, según la misma entidad.
“La edad es el mayor factor de riesgo para la enfermedad de Parkinson. Debido al envejecimiento de la población, los investigadores proyectan que el número de personas con Parkinson se duplicará para 2040″, agregan.
Los tres síntomas motores “cardinales” según la Fundación Michael J. Fox, son:
- Rigidez muscular detectada por un médico en el examen
- Lentitud (bradicinesia): disminución del movimiento espontáneo y voluntario; puede incluir caminar más lento, mover menos los brazos al caminar o disminuir el parpadeo o la expresión facial
- Temblor de reposo: temblor rítmico e involuntario que se produce en un dedo, mano o extremidad cuando está relajado y desaparece durante el movimiento voluntario.
No todas las personas con Parkinson tienen temblor
No todas las personas con Parkinson experimentan los tres síntomas motores, pero la lentitud siempre está presente. Y aunque el temblor es el síntoma más común en el momento del diagnóstico, no todas las personas con Parkinson tienen temblor.
La enfermedad puede afectar las funciones automáticas/involuntarias que realiza el cuerpo y producir: estreñimiento, presión arterial baja, disfunción eréctil; disminución de la libido o dolor en las mujeres, problemas de sudoración, micción frecuente, pérdida involuntaria de orina (incontinencia).
El Parkinson también puede afectar la salud mental: “Se asocia con una variedad de trastornos psiquiátricos, que incluyen depresión, ansiedad, psicosis, trastornos del control de los impulsos y apatía. En el caso de la depresión, su prevalencia en pacientes con Parkinson es de alrededor del 40%, y al menos la mitad de ellos cumplen criterios de depresión mayor”, explicó el doctor De Rosa Alabaster.
Y añadió: “aparte de la ansiedad o la depresión, existen una serie de afectaciones más graves, como el deterioro cognitivo, episodios psicóticos, alucinaciones y demencia, que refieren fundamentalmente a una afectación orgánica, en relación con la extensión y la localización de la afección degenerativa de base. También se manifiestan y participan en la evolución mórbida las consecuencias de las diferentes terapéuticas farmacológicas”, concluyó De Rosa Alabaster.
Cómo son los tratamientos para la enfermedad de Parkinson
“La enfermedad de Parkinson no tiene cura, pero los medicamentos pueden ayudar a controlar los síntomas, generalmente en forma notable. En algunos casos más avanzados, se puede aconsejar la cirugía. También se recomiendan algunos cambios en el estilo de vida, especialmente, ejercicios aeróbicos constantes”, explica la Clínica Mayo.
En algunos casos, la fisioterapia que se centra en el equilibrio y la elongación desempeña un papel importante. Un foniaudiólogo puede ayudar a mejorar los problemas del habla.
El doctor Couto explicó que los parkinsonismos son un poco más incapacitantes que la enfermedad de Parkinson y se indica el tratamiento con los medicamentos específicos que existen para la enfermedad degenerativa.
“Sin embargo, el efecto de estos medicamentos puede ser menor que en el Parkinson y el beneficio puede durar menos tiempo, por lo que no hay un tratamiento específico para los parkinsonismos atípicos”.
Y completó: “En función del estudio traslacional de las proteínas que se degeneran en las neuronas que son: alfa- sinucleína y Tau, en el mundo, en Argentina, se han formando colaboraciones de investigación y consorcios para el tratamiento de Parkinsonismos. Existen varios grupos que incluyen a investigadores del CONICET, de la Facultad de Medicina de la UBA y también de INECO- Favaloro. Estas instituciones se encuentran trabajando para el desarrollo de terapias específicas contra las proteínas alfa- sinucleína y Tau, que podrían en el futuro no solo tener impactos sobre el tratamiento de parkinson, sino también sobre los parkinsonismos atípicos”, afirmó el médico.