La memoria es la capacidad de los seres humanos para aprender, evocar y almacenar la información aprendida. Sin advertirlo, se la usa constantemente para registrar o recordar información de todo tipo, por eso cuando falla, produce cierta angustia y preocupación.
“Los problemas de memoria son un motivo de consulta frecuente en el consultorio. En esos casos, las personas suelen manifestar que ya no pueden recordar cosas como lo hacían antes, que se olvidan de compromisos importantes o que ya no recuerdan lo que otras personas les dicen”, dijo a Infobae la licenciada Marina Dolmatzian, miembro del Departamento de Neuropsicología de INECO.
Y explicó que muchas veces esas fallas de la memoria aparecen como una manifestación de problemas atencionales o de evocación de la información. “Si no prestamos atención a la información que debemos adquirir, probablemente esa información no sea almacenada en nuestra memoria y no podamos recordarla luego de manera adecuada”, agregó la experta de INECO.
Lisa Genova, licenciada en biopsicología y doctora en Neurociencia de la Universidad de Harvard, autora de “Recordar: la ciencia de la memoria y el arte de olvidar”, expresó que puede resultar más difícil acceder a los recuerdos con el tiempo y la edad.
“Es perfectamente normal y no necesariamente indica enfermedad o dolencia, pero aun así puede resultar inquietante. Sin embargo, hay cosas que puedes hacer ahora mismo para volverte más resistente al olvido”, señaló en un artículo en CNBC News.
Y añadió: “Como neurocientífica formada en Harvard con más de 20 años de experiencia, cuando la gente me pregunta cómo puede mejorar su capacidad de recordar, me gusta compartir mis estrategias”, dijo. Los siguientes son sus consejos.
Cómo mejorar la memoria
1 - Visualizar la imagen en la mente
“Cuando creas una imagen mental de lo que estás tratando de recordar, le agregas más conexiones neuronales. Estás profundizando las asociaciones, haciendo que la formación de esa memoria sea más sólida, y sea posible recordarla más tarde”, explicó Genova y recomendó escribir recordatorios en mayúsculas, resaltarlos con un marcador o con un círculo, todos recursos para grabarlos en la mente.
Por su parte, la licenciada Dolmatzian aconsejó ”tomarse el tiempo de organizar es una estrategia efectiva para mejorar nuestra memoria. Por ejemplo, si quiero ir a la verdulería y recordar las frutas y verduras que necesito comprar podría agruparlas por color o por la letra con la que comienzan. Será mucho más fácil recordar dos o tres listas más cortas y ordenadas que una gran lista sin criterio alguno”.
2 - Usar la imaginación
Las personas con buena memoria tienen la mejor imaginación, afirmó Genova. “Para ayudar a que un recuerdo sea inolvidable, utilice imágenes creativas. Vaya más allá de lo obvio y agregue elementos extraños, sorprendentes, vívidos, divertidos, físicamente imposibles e interactivos a lo que está tratando de recordar, y así el recuerdo se mantendrá”.
3- Hacer asociaciones con la vida personal
“Haz que lo que estás aprendiendo sea exclusivo para ti. Asócialo con tu historia y opiniones personales y fortalecerás tu memoria”, dijo Genova.
A su vez la experta de INECO recomendó crear reglas mnemotécnicas: “Armar una frase o palabra más simple que contenga las iniciales de la información que queremos recordar puede ser de gran ayuda. Esta palabra nueva será la clave o pista para que se pueda evocar la información”.
4- Buscar la emoción
Se tienden a recordar experiencias llenas de emoción o sorpresa: éxitos, humillaciones, fracasos, bodas, nacimientos, divorcios, muertes, afirmó Genova.
“La emoción y la sorpresa activan tu amígdala, que luego envía un mensaje alto y claro a tu hipocampo, en el cerebro: ‘¡Oye! Lo que está pasando ahora es extremadamente importante. ¡Recuerda esto!’”, dijo la neurocientífica.
5 - La práctica hace la perfección
La repetición y el ensayo fortalecen los recuerdos. “Los recuerdos musculares se vuelven más fuertes y se recuperan de manera más eficiente cuanto más ensayas una habilidad. Debido a que estos recuerdos le dicen al cuerpo qué hacer, este mejora en la realización de estas tareas físicas con la práctica”, dijo Genova.
6 - Utilizar muchas señales de recuperación
Las señales son cruciales para recuperar recuerdos, dijo la experta. Las señales pueden ser cualquier cosa asociada con lo que se está tratando de recordar: la hora del día, una canción o un olor.
“Los olores son señales de memoria especialmente poderosas porque el bulbo olfatorio, donde se perciben los olores (se huele en el cerebro, no en la nariz), envía fuertes entradas neuronales a la amígdala y el hipocampo, las partes del cerebro que consolidan los recuerdos”, explicó la científica.
7 - Exteriorizar la memoria
Las personas con mejores recuerdos utilizan ayudas como listas, calendarios, notas adhesivas y otros recordatorios.
“Es posible que le preocupe que esto sea de alguna manera una trampa o que empeore las capacidades de su memoria si confía demasiado en estas ‘muletas’ externas en lugar de usar su cerebro. Nuestros cerebros no están diseñados para recordar hacer cosas más tarde. Escríbalos”, recomendó la experta.
Algunos recordatorios útiles, según Genova son:
- Tener en cuenta el contexto. La recuperación de la memoria es mucho más fácil y rápida cuando las condiciones internas y externas coinciden con las que eran cuando se formó esa memoria. Las circunstancias de aprendizaje también importan. “Por ejemplo, si te gusta beber un Frappuccino de moca mientras estudias para un examen, tómate otro cuando lo hagas para que tu cerebro vuelva a esa mentalidad”, dijo Genova.
- Dormir lo suficiente. “Necesitas dormir de siete a nueve horas para consolidar de manera óptima los nuevos recuerdos que creaste hoy”. La experta dijo que si no se duerme lo suficiente, algunos de los recuerdos pueden ser borrosos, inexactos o incluso faltantes. “Dormir lo suficiente es fundamental para guardar todo lo que haya aprendido y experimentado en su memoria a largo plazo, y reduce el riesgo de desarrollar Alzheimer”, afirmó Genova.
- Relajarse. “El estrés crónico es una mala noticia para nuestra capacidad de recordar. Además de hacerte más vulnerable a una gran cantidad de enfermedades, perjudica la memoria y reduce el tamaño del hipocampo”, expresó Genova. Y recomendó practicar yoga, meditación, ejercicio y las prácticas de atención plena, gratitud y compasión, para entrenar al cerebro para que sea menos reactivo, frenar la respuesta al estrés y mantenerse saludable frente al estrés tóxico crónico.
La actividad física es esencial para una buena memoria. Un estudio de la Universidad de Harvard comprobó que siguiendo un programa de ejercicio físico moderado durante seis meses, mejoró sus memorias y habilidades de pensamiento.
En otro estudio, se presentó que los perfiles de las personas que con más frecuencia desarrollan actividades físicas fuertes como correr, nadar, andar en bicicleta, jugar partidos individuales de tenis, el baile aeróbico o esquiar eran los que habían logrado pausar los efectos del envejecimiento en el cerebro.