Argentina transita un brote histórico de dengue, la enfermedad viral transmitida en la región por el mosquito Aedes aegypti, que sigue preocupando a las autoridades de salud y a los ciudadanos de 19 de las 24 jurisdicciones nacionales. En Argentina, la ANMAT aprobó en abril de 2023, una vacuna contra la enfermedad y el gobierno nacional advirtió que sigue las directivas de la OMS/OPS que “actualmente no recomienda que se incluya” en los programas nacionales de inmunización para su aplicación gratuita, una disposición que también están siguiendo las autoridades sanitarias de la Ciudad de Buenos Aires.
En Argentina, el último Boletín Epidemiológico Nacional indicó que desde la semana 31 de 2023 —fines de julio y principios de agosto— hasta la semana 10 de 2024 -principios de marzo- “se registraron 120.007 casos de dengue: 109.313 sin antecedentes de viaje (autóctonos), 3.917 importados y 6.777 en investigación, resultando en una incidencia acumulada hasta el momento a nivel país de 255 casos cada cien mil habitantes”.
Frente a estos números en alza, las personas se hacen muchas preguntas sobre una de las herramientas disponibles para prevenir la enfermedad: la nueva vacuna contra el dengue aprobada por la ANMAT en 2023.
En pos de aclarar su conveniencia y aplicación en este momento, el ministro de Salud de la Ciudad de Buenos Aires, Fernán Quirós explicó en una entrevista radial por qué no se está dando en forma masiva y cuándo esto podría cambiar.
“La vacuna lleva un año en el mercado”, dijo, pero a pesar del poco tiempo desde el inicio de la aplicación se sabe que “es segura y es eficaz porque sino la ANMAT no la hubiera aprobado”, además, “no tiene efectos adversos diferentes a cualquier otra vacuna”. Además, “está demostrada la eficacia en niños, adolescentes y jóvenes”, señaló en diálogo con Radio Rivadavia.
“Sospechamos que como la vacuna está demostrada en jóvenes es proyectable esos datos a adultos jóvenes. Pero probablemente la eficacia en mayores de 60 años no sea la misma y no sabemos si es suficiente o no”, afirmó Quirós, por eso “parece ser claro que tiene que ser indicada para gente joven en zonas de alta circulación endémica al día de hoy”.
“Mi posición personal —destacó— es que en estos meses vamos a tener información mucho más precisa de a quién vacunar, cómo vacunar en otros lugares”, pero “para la Ciudad de Buenos Aires, que es lo que yo tengo que recomendar al día de hoy, no tengo información para recomendar. Como el dengue en la ciudad es epidémico y no hay circulación persistente [NdeR: que lo hará endémico], necesitamos un poco más de información que espero para junio o julio y así prepararnos para la campaña del verano que viene, porque esta es una enfermedad que viene a la Ciudad todos los veranos. Así podamos hablarle a la sociedad porteña y decirle con claridad a quienes se la recomienda y a quienes no”.
Quirós se refirió también a las personas que ya tuvieron dengue y si es recomendable la vacuna. “Técnicamente se discute si vacunar ‘sucio’, es decir, vacunar a todos o vacunar con un test previo de serología, porque el hecho de decir ‘tuve dengue’, no alcanza para esa estrategia, porque el 70% de lo que tiene el dengue son asintomáticos y no saben que lo tuvieron. Entonces, si vos querés vacunar a los que tuvieron dengue, tenés que hacer primero un test diagnóstico y luego vacunar, lo cual hace prácticamente impracticable las campañas de vacunación en todas partes del mundo porque casi nadie hace campaña de vacunación con serología previa. Se ha intentado con la hepatitis el virus B, pero es muy complejo”.
Y completó: “Yo me tomé el trabajo de revisar toda la bibliografía desde el año ‘78 a esta parte, que demuestran o hablan sobre el aumento del riesgo de la segunda vez que una persona tiene dengue, y hay dos tipos de bibliografía que analiza los fenómenos inmunológicos y dan la explicación posible o plausible de que la segunda vez podría tener más gravedad”.
“Hay dos experiencias publicadas que indican que eso es cierto. El brote de dengue cubano del año ‘81 y su relación con 5 niños que lo tuvieron dos veces. Y un brote de dengue del sudeste asiático. El brote de dengue cubano es de muy bajo impacto”, señaló el ministro.
Pero, de la bibliografía más reciente, “hay dos que dicen lo contrario, es decir, que no pueden encontrar una diferencia tan significativa de gravedad ante el contagio por segunda vez, según un estudio publicado en Nature sobre casos en la India, el país con más dengue en el mundo. Investigadores han publicado y demostrado que los niños que tuvieron por primera vez dengue comparado con los que tuvieron por segunda vez no pudieron encontrar una gravedad significativa en los que tuvieron por segunda vez”, por lo tanto, consideró que repetir el contagio “no es lo grave que todo el mundo repite por todos lados y probablemente esa gravedad se asimile a ser una persona mayor de edad o tener una comorbilidad”.
“La tasa de mortalidad del dengue es muy baja, no supera el 0.2 o 0.3% y la tasa de internación también es baja. El tema es que la gente que se interna tiene más chance de complicarse, por supuesto, pero ni punto de comparación, ni con la gripe ni con el COVID en términos de tasa de mortalidad”, concluyó el funcionario porteño.
Postura nacional de la vacuna contra el dengue
Fuentes del Ministerio de Salud de la Nación consultadas por Infobae reiteraron que, “respecto de la vacuna contra el dengue, actualmente la OPS/OMS no recomienda que se incluya la vacuna del dengue en los programas nacionales de inmunización de los países”, por eso no está incluida en el Calendario Nacional de Vacunación al día de hoy.
“Luego de múltiples revisiones con las sociedades científicas y referentes de sectores académicos de infectología, desde el Ministerio de Salud de la Nación se concluyó que en un contexto de brote como el actual, la vacuna no está recomendada como estrategia de Salud Pública para evitar la propagación de la enfermedad”, afirmaron.
Y destacaron: “El Ministerio de Salud continúa trabajando intensamente para tomar las medidas sanitarias más convenientes y oportunas, que den solución sanitaria a la problemática de esta enfermedad que desde el año 2023 ya es endémica en el país, y analizando la evidencia científica para determinar la conveniencia de un programa de inmunización en aquellas zonas más afectadas”.
Con respecto de la vacuna contra el dengue, aprobada en Argentina por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) en abril de 2023, actualmente la OPS no recomienda que se incluya en los programas de inmunización de los países.
Sin embargo, en áreas geográficas subnacionales específicas donde se considere introducir la vacuna, su implementación debe estar acompañada de medidas cuidadosas para garantizar la evaluación, el seguimiento de la seguridad y efectividad de la vacuna; así como también, que las comunidades y profesionales sanitarios implicados estén plenamente informados de los posibles beneficios y riesgos.
En este momento, la estrategia recomendada por el Ministerio de Salud de la Nación y la OPS/OMS para prevenir y controlar las enfermedades transmitidas por mosquitos continúa estando centrada en la colaboración entre la comunidad y los equipos de salud, se subrayó.
Las acciones clave incluyen el control del mosquito transmisor, la prevención de picaduras, una atención oportuna y adecuada de los casos, y el compromiso continuo de las comunidades.
La implementación integrada y simultánea de estas acciones reducirán los riesgos asociados no solo al dengue, sino también a otras enfermedades transmitidas por el mosquito como zika y chikungunya.