Las principales causas de problemas de visión central y ceguera en personas mayores de 50 años son la degeneración macular relacionada con la edad y el edema macular diabético, dos afecciones que tienen un gran impacto en la calidad de vida de quienes las sufren.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), aproximadamente 196 millones de personas en todo el mundo padecen degeneración macular relacionada con la edad, y de ellos, alrededor de 10,4 millones experimentan una pérdida visual moderada a total. Esta condición es especialmente preocupante entre los mayores de 60 años, ya que constituye la principal causa de ceguera en este grupo etario.
En cuanto al edema macular diabético, surge como una complicación de la diabetes, afectando a unas 21 millones de personas en todo el mundo. Es la principal razón detrás de la pérdida de visión en adultos en edad laboral.
En Argentina, cerca del 10% de las personas con diabetes se ven afectadas por esta condición. Los expertos advierten que con el aumento de la diabetes a nivel mundial, más personas estarán en riesgo de desarrollar esta enfermedad ocular.
La aprobación en Argentina de faricimab, un nuevo tipo de anticuerpo monoclonal, promete cambiar el panorama para aquellos que sufren estas condiciones, al disminuir significativamente la frecuencia con la que deben someterse a tratamiento.
El doctor Marcelo Zas, presidente de la Sociedad Argentina de Oftalmología (SAO), destacó: “Los beneficios de esta nueva molécula, en términos de calidad de vida del paciente, son fundamentales”.
Estudios de Fase III han mostrado que aproximadamente el 80% de los pacientes pudieron extender el intervalo de tratamiento más allá de los tres meses después de dos años de terapia, lo que representa un avance significativo en el tratamiento de estas enfermedades.
“Faricimab ha demostrado poder extender el intervalo entre las dosis hasta las 16 semanas, lo que permite bajar la carga del tratamiento y hacerlo más confortable y adecuado para el paciente”, agregó Zas.
“Faricimab a través de una inyección intravítrea no genera ningún tipo de dolor. El procedimiento, que dura unos minutos, se realiza bajo anestesia en gotas y con todos los cuidados necesarios para prevenir infecciones”, señaló por su parte Arturo Alezzandrini, presidente de la Sociedad Argentina de Retina y Vítreo y ex presidente de la SAO. Este aspecto es crucial para garantizar una mayor adherencia de los pacientes al tratamiento.
Andres Bastien, jefe de la Sección Retina del Hospital Italiano de Buenos Aires, subrayó la importancia de personalizar el abordaje terapéutico para estas condicion: “Lo que buscamos a través de las nuevas terapéuticas es el mantenimiento de la visión, la posibilidad de extender los intervalos entre tratamientos -lo que impacta en una mayor adherencia-, la accesibilidad y por supuesto la seguridad para el paciente”.
Edema macular diabético
El edema macular diabético se presenta en pacientes que padecen diabetes, como consecuencia de la acumulación de líquidos en la retina, lo cual puede provocar daños severos en los vasos sanguíneos de esta zona. Este afección puede derivar en la pérdida de la visión si no se maneja adecuadamente.
La principal causa del edema macular diabético reside en el mantenimiento prolongado de niveles elevados de glucosa en la sangre, un proceso que daña las pequeñas venas en la retina, particularmente en la mácula, área responsable de la visión detallada y necesaria para actividades como leer y conducir.
El correcto manejo de la diabetes, junto con la estabilización de los niveles de glucosa, constituye la piedra angular en el tratamiento y prevención de esta enfermedad. Además, se recomienda la consulta oftalmológica anual para evitar consecuencias irreversibles en la visión del paciente.
Degeneración macular asociada a la edad
En Argentina, más de un millón de personas sufren de degeneración macular asociada a la edad (DMAE), una patología ocular que deteriora la mácula y se manifiesta principalmente en dos formas: seca y húmeda.
La seca representa el 90% de los casos, caracterizándose por una evolución más lenta en comparación con la húmeda, que es notablemente más agresiva y puede causar una pérdida rápida de la visión central. De los casos registrados en el país, más de 110.000 pertenecen a la categoría húmeda.
La DMAE húmeda se distingue por síntomas como la percepción de líneas rectas de forma torcida y ondulada, además de la posible aparición de una mancha oscura en el centro del campo visual que tiende a aumentar de tamaño progresivamente.
Una de las mayores dificultades que enfrenta el tratamiento de esta condición es la detección temprana, ya que muchos afectados no identifican de forma inmediata los síntomas, confundiéndolos con el envejecimiento normal. Sin una intervención adecuada, esta condición puede avanzar hasta provocar una pérdida significativa de la visión central.
La DMAE impide a quienes la padecen distinguir detalles finos, tanto de cerca como de lejos, afectando gravemente su calidad de vida. Pese a esto, la visión periférica generalmente se mantiene funcional. Esto puede llevar a una condición conocida como ceguera legal, una situación en la que, aunque no se pierde completamente la visión, las personas no son capaces de realizar actividades cotidianas como conducir, leer, escribir, o reconocer rostros.
Para ambas enfermedades el diagnóstico precoz es fundamental para poder realizar un tratamiento acorde, a tiempo y de esa manera disminuir las complicaciones visuales. “Dentro de los síntomas tempranos más frecuentes encontramos, la disminución de la visión y/o la metamorfopsia o distorsión de las imágenes. Por lo tanto, frente a cualquier cambio en cuanto a la visión habitual se recomienda concurrir al oftalmólogo para un examen completo y tratamiento a tiempo si así lo necesitara,” enfatiza el doctor Bastien.
Ensayos clínicos en Argentina
Argentina participó de las etapas de ensayos clínicos de la molécula faricimab. Durante este procesose seleccionan los centros con mayor nivel de equipamiento, experiencia en ensayos clínicos, conducta en investigación y cantidad de pacientes con la condición a estudiar.
El doctor Patricio Schlottmann oftalmólogo, especialista en Retina y Jefe de Investigación Clínica en Charles Centro Oftalmológico (MN 99561) destacó que “Argentina tiene una larga tradición de participación en ensayos clínicos, existe una muy sólida agencia regulatoria y pacientes muy informados al respecto.
Y agrego: “Es de esperar que los beneficios vistos en el ensayo de faricimab sean igualmente visibles en la población general. La reducción de la frecuencia de tratamiento y alta eficacia logrará mantener a los pacientes en tratamiento activo por más tiempo. Muchas veces los pacientes abandonan los tratamientos por la escasa eficacia y necesidad de tratamiento frecuente.”
“Hasta la fecha, tanto en los estudios clínicos como en vida real su tolerancia es excelente y prácticamente no se han descrito efectos adversos de importancia. Además, es el primer y único fármaco dual que actúa sobre los distintos mecanismos de producción de estas enfermedades (DMAE y EMD), por lo cual su efectividad es superior a la de las otras drogas”, concluye el doctor Alezzandrini.