El cáncer de colon o colorrectal es uno de los más frecuentes y es la segunda causa de muerte vinculada al cáncer en todo el mundo, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Afecta al colon (intestino grueso) o al recto y no suele provocar síntomas hasta que la enfermedad se encuentra en estadios avanzados.
Por lo general, aparece como grupos pequeños de células llamados pólipos que se forman en el interior del colon, justamente estas lesiones precursoras brindan una “ventana de tiempo” para iniciar el tratamiento temprano, lo que aumenta la probabilidad de un abordaje terapéutico exitoso.
Por eso, los chequeos preventivos son fundamentales para salvar vidas.
Si se detecta a tiempo, más del 90% de los casos de cáncer de colon pueden curarse. Como suele ser asintomático en su primera fase, es primordial consultar al médico y hacerse los estudios de chequeo.
El cáncer de colon suele afectar a adultos mayores, aunque puede ocurrir a cualquier edad. En ese sentido, recientes estudios muestran que desde 1990, el cáncer de colon está creciendo entre los adultos jóvenes.
El cáncer de colon en adultos jóvenes
Un estudio realizado por la Sociedad Estadounidense contra el Cáncer (ACS, por sus siglas en inglés) reveló una suba preocupante de diagnóstico del cáncer de colon en adultos jóvenes. Lo que interpela a un cambio en el abordaje de la enfermedad, con más personas diagnosticadas a edades más tempranas. De acuerdo a los autores, los cánceres de colon y recto se han convertido en Estados Unidos en una de las principales causas de muerte por cáncer en personas menores de 50 años.
El Task Force contra el cáncer de colon, compuesto por la Sociedad Americana de Endoscopia Digestiva, la Sociedad Americana de Gastroenterología, la Sociedad Americana de Cirugía y la Asociación Americana de Oncología, llevan más de una década revisando las estadísticas y observaron la tendencia del incremento del cáncer de colon en edades más tempranas.
Los síntomas del cáncer de colon pueden incluir sangrado rectal, cambios repentinos en los hábitos intestinales, pérdida de peso inexplicable y dolor abdominal.
Este panorama llevó a modificar la edad en la que se realiza el screening o tamizaje de cáncer de colon y anticiparlo de los 50 años a los 45 años en Estados Unidos, Canadá, Europa y Asia Oriental, detalló el presidente de la Fundación Gedyt y señaló que en Argentina y algunos países latinoamericanos por el momento sigue siendo a partir de los 50 años y hasta los 75.
Observábamos con preocupación que a los 50 años, cuando las personas venían a hacerse el tamizaje de colon, ya encontrábamos cáncer instituido. Sabemos que desde la aparición de un pólipo hasta que se convierte en cáncer pueden pasar entre 5 y 8 años. Por lo tanto, concluimos que debíamos comenzar antes con el screening.
Los estudios para detectar el cáncer de colon
Existen dos herramientas para la detección temprana del cáncer de colon: el primer paso para la prevención es el Test Inmunológico de Materia Fecal (FIT, por sus siglas en inglés), un estudio que se hace en casa y se entrega en el laboratorio, y que, al medir muestras ínfimas de sangre, puede detectar la presencia de un pólipo.
El FIT permite detectar potenciales diagnósticos y es una herramienta fundamental de la medicina preventiva.
En el caso de FIT positivo, el paciente deberá realizarse una colonoscopia. Si se encuentran elementos patológicos, se inicia el tratamiento individualizado por la patología. Del total de las personas que realizan el FIT, se estima que un 10% deberá hacerse la colonoscopía.
La comunidad científica ya incorporó el concepto de cáncer de colon de aparición en edad temprana (early onset CCR), una tendencia a la que no escapa América Latina, con más diagnósticos en menores de 50 años.
Sin embargo, aún no existen políticas de salud públicas orientadas a bajar la edad de los estudios preventivos en la región, aunque algunos médicos comenzaron a hacerlo en sus consultorios y en su práctica diaria.
Por qué el cáncer de colon se detecta a edades más tempranas
Dado que no se han observado cambios genéticos ya que la herencia no ha variado, creemos que la obesidad en la niñez y adolescencia está creciendo y esto, al actuar mediante la insulina, podría ser un factor importante en el desarrollo del cáncer de colon en personas jóvenes.
El experto precisó que recientes investigaciones establecieron una asociación entre el consumo de gaseosas azucaradas (sobre análisis de la dieta en Estados Unidos) y encontraron que también podría tener una implicancia.
Además, la llamada comida rápida o chatarra, como los productos ultraprocesados, embutidos y alimentos con alto contenido de azúcares, tiende a alterar la microbiota intestinal. Algunas bacterias son generadoras de protección para el cáncer de colon, mientras que otras son estimuladoras de la patología.
Otro punto a considerar es que en los últimos años se ha observado que en niños o adolescentes que han tomado muchos antibióticos desde la infancia, hay una predisposición a alterar la microbiota y favorecer el cáncer de colon en jóvenes.
Esto significa que existen factores de riesgo para desarrollar el cáncer de colon que son absolutamente prevenibles: combatir la obesidad, el sedentarismo, la dieta alta en ultraprocesados, y el tabaco.
Lo que no podemos cambiar es la parte genética, pero todos estos aspectos de estilo de vida sí pueden modificarse para prevenir la enfermedad.
*El doctor Luis Caro es médico gastroenterólogo y un referente de su especialidad en América Latina. Es director general del centro GEDyT (Gastroenterologia Diagnóstica y Tratamiento). También dirige la carrera de Endoscopía Digestiva de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y preside la Fundación Gedyt. Es presidente para Latinoamérica de screening de cáncer de colon en la Asociación Mundial de Endoscopía (WEO)