Hace cuatro años el virus SARS-CoV-2 que causa el COVID-19, desconocido hasta ese momento, paralizó a la población global y desató la pandemia que avanzó en todo el planeta. Parece un pasado muy lejano, pero el coronavirus no nos abandonó y aún circula en el mundo. Es más, ha evolucionado a través de la variante Ómicron y sus distintos sublinajes, capaces de propagarse con facilidad para sobrevivir todo este tiempo.
Las vacunas son la herramienta más poderosa de la ciencia para frenar el avance del virus y prevenir la hospitalización. Las vacunas contra el COVID bivalentes -que empezaron a distribuirse en Argentina a principios del 2023 y aún se aplican en los vacunatorios- fueron diseñadas en 2022 para inmunizar contra la cepa ancestral del coronavirus (la identificada en Wuhan en 2020) y la variante Ómicron.
Sin embargo, el virus sigue evolucionando y los nuevos sublinajes dominan los contagios -hoy impulsados por el sublinaje JN.1- por lo que en el hemisferio norte desde septiembre pasado ya se utilizan las vacunas monovalentes actualizadas de Pfizer/BioNTech, Moderna y Novavax para combatir la subvariante XBB.1.5 de Ómicron, la cepa original y otras estrechamente relacionadas, como JN.1.
Conocidas como monovalentes XBB, las fórmulas ARNm actualizadas se aplican en Europa y Estados Unidos y son las que actualmente recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS). En ese mismo sentido, los Centros para la Prevención y Control de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) aconsejan recibir las dosis actualizadas de Pfizer/BioNTech, Moderna, o Novavax (los tres laboratorios que las distribuyen en EEUU) para evitar la infección grave por COVID.
En Argentina, las formulaciones monovalentes -que fueron aprobadas hace varios meses por la FDA en Estados Unidos y por la agencia regulatoria europea- están en proceso de autorización en la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT). Ante la consulta de Infobae, el Ministerio de Salud de la Nación no anticipó cuándo podrían estar disponibles para ser aplicadas en los vacunatorios.
En nuestro país, en las últimas cuatro semanas se registró un aumento notorio de nuevas infecciones por coronavirus según los datos del Ministerio de Salud de la Nación. Así lo refleja el número de casos semanales que supera los 2.700, y también el porcentaje de positividad que se ubica en el 25% superando por primera vez el 10% desde septiembre de 2023.
A pesar de esta fuerte suba de casos que está estrechamente relacionada a las bajas coberturas de vacunación, existe un gran porcentaje de la población que aún no recibió las dosis de refuerzo para mantener la protección contra las formas graves de la enfermedad.
Por ello, expertos infectólogos consultados por Infobae remarcan la importancia de estar al día con los refuerzos de COVID para sobrellevar principalmente el próximo otoño e invierno austral, época en la que todos los virus respiratorios circula con mayor intensidad.
Diferencias entre vacunas monovalentes y bivalentes
Las vacunas más actualizadas contra el coronavirus son las dosis monovalentes basadas en la plataforma de ARN mensajero, los laboratorios Pfizer y Moderna las diseñaron el año pasado para enseñar al cuerpo a combatir la subvariante XBB.1.5 Ómicron y en la misma fórmula también previenen contra los linajes anteriores del virus.
La Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) anticipó que es posible que en el futuro sea necesario actualizar anualmente la composición de las vacunas contra la COVID, como ocurre con la vacuna contra el virus de la influenza, que se renueva en cada temporada.
Esto ocurre por dos aspectos cruciales, en primer lugar, la protección de las vacunas contra el COVID disminuye con el paso del tiempo y, en segundo lugar, el coronavirus desarrolla continuamente nuevas variantes que pueden eludir la inmunidad previa. En ese sentido, la variante JN.1, descendiente del sublinaje BA.2.86, ya ha sido clasificada por la OMS como variante de interés y se ha vuelto rápidamente prevalente en algunos países, como Francia, Estados Unidos, Reino Unido y Singapur.
Consultado por Infobae, el doctor Daniel Stecher, jefe de la División Infectología en Hospital de Clínicas “José de San Martín”, explicó que las vacunas monovalentes utilizadas actualmente tienen la estructura del virus XBB 1.5: “La recomendación para su uso se basa en una mayor respuesta inmune medida por anticuerpos”.
“Sin embargo, la OMS también reconoce que los mecanismos de inmunidad son diversos y no se limitan solo a esta respuesta de anticuerpos neutralizantes y que las vacuna bivalentes siguen siendo útiles y pueden utilizarse dado que disminuyen el impacto de la enfermedad con menos gravedad, internaciones y mortalidad”, precisó el médico infectólogo y consideró muy probable que “en los próximos meses estén disponibles las monovalentes en Argentina. De todas maneras, siguen siendo eficaces las vacunas bivariantes disponibles actualmente”.
Desde el punto de vista de la infectóloga Silvia González Ayala, presidenta de la Sociedad Argentina de Infectología Pediátrica (SADIP), “la decisión es utilizar la vacuna bivalente hasta que se agoten las dosis. De cualquier manera, es algo que va a venir por decantación. La vacuna monovalente XBB se está utilizando en el hemisferio norte en los países centrales desde mediados de septiembre de 2023 y es la vacuna recomendada por la Organización Mundial de la Salud”.
“Hasta el momento, los países del Cono Sur que compraron la vacuna son Chile, Uruguay y Perú, quienes la van a tener disponible a partir de marzo. En Argentina aún no hay noticias oficiales (sobre cuándo se aplicarán las monovalentes), pero seguramente va a ocurrir en los próximos meses, cuando se terminen las dosis de las bivalente y vuelvan a adquirirse, ya los laboratorios van a estar produciendo únicamente las monovalentes actualizadas”, agregó González Ayala a Infobae.
“Pese a que no están disponibles en el país las nuevas vacunas monovalentes bajo la plataforma ARN mensajero, las personas deben vacunarse con las vacunas bivalentes disponibles. Es importante que lo hagan anualmente con un refuerzo y si son mayores de 50 años o con comorbilidades es necesario que lo hagan cada 6 meses. Es clave hacerlo frente al importante aumento de casos importante registrados en el país en las últimas semanas”, explicó a Infobae el doctor Ricardo Teijeiro, (MN 58065), médico infectólogo del Hospital Pirovano y miembro de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI).
“En este momento estamos con un brote significativo de casos COVID, que por suerte están generando casos leves de la enfermedad. Pero para el otoño e invierno se espera un incremento. Además, este año el coronavirus va a circular en conjunto con otros virus como la gripe, el sincicial respiratorio y el neumococo. Por eso la vacuna es importante”, enfatizó el especialista.
En tanto, Stecher destacó que el actual aumento del número de casos de COVID obedece entre otros factores a la baja cobertura de vacunación de la población. “Además, los casos graves con internación y mortalidad se están dando en personas con vacunación incompleta o no vacunadas. Es clave promover la importancia de la vacunación como estrategia preventiva”.
En ese sentido coincidió el doctor Gerardo Laube (MN 51819), médico infectólogo y Profesor de la facultad de Medicina de la Fundación Barceló, que precisó a Infobae lo importante que es que la gente se vacune, independientemente de que las cepas circulantes en el mundo no sean las que actualmente tenemos en las vacunas disponibles en el país, ya que las formulaciones más actualizadas suelen “tardar en llegar”.
El especialista señaló que es similar a lo que ocurre con el virus de la gripe, que va mutando y a medida que se identifican los distintos serotipos, se van diseñando las vacunas correspondientes para los nuevos serotipos que están circulando. “Siempre es conveniente que los individuos que tienen factores de riesgo y fundamentalmente los mayores de 50 años, vayan recibiendo las dosis correspondientes de refuerzo”, sostuvo el experto.
“Lo importante es vacunar porque eso genera respuestas incluso de tipo protección cruzada. En biología no se puede hacer pronósticos pero, de alguna manera podemos saber que en la época invernal es donde más virus respiratorios empiezan a circular. Razón por la cual uno puede, de alguna manera, pensar que habría un incremento de casos”, sostuvo Laube.
El médico clínico internista Luis Cámera, quien formó parte del comité de expertos que asesoró a la presidencia durante los primeros meses de la pandemia, remarcó a Infobae que “cada vez están apareciendo mutaciones del SARS-CoV-2 que son más contagiadoras y que además tienen más capacidad de evadir la protección de las vacunas. Igualmente, las bivalentes sirven para inhibir la variante nueva, que es JN.1, llamada popularmente Pirola”.
El doctor Cámera consideró que la propia evolución del coronavirus y sus mutaciones hará que sea necesario “un plan de vacunación de refuerzo con cierta periodicidad. Los inmunólogos están hablando de seis meses, pero quizás parece mucho, por eso el plan probablemente de vacunación va a tener que ser un plan anual como mínimo”, indicó
“Las reinfecciones no son severas, en la mayoría de los casos la enfermedad se manifiesta como una gripe o un poquito más, pero ¿cuál es el problema con las reinfecciones? Que algunas enfermedades relacionadas con el COVID están apareciendo con mayor frecuencia. O sea, el fenómeno que se llama long COVID o COVID prolongado, con una serie de síntomas que empeoran cuando uno va aumentando el número de reinfecciones”, agregó Cámera.
“¿Y por qué hablo de reinfecciones? Todo Occidente, más del 95%, ya ha sido infectado una vez a partir de la crisis del Ómicron hace exactamente dos años atrás. O sea, los nuevos episodios de COVID en muchos casos están generando daños en otros órganos como microtrombosis, daños cardíacos y, sobre todo, se está estudiando si puede generar una especie de envejecimiento neurológico precoz”, sostuvo Cámera.
Quiénes se deben vacunar
- Grupos de alto riesgo
La médica especialista en medicina interna e infectología María Fernanda Rombini (MN 97087) subrayó a Infobae que la vacuna contra el COVID se recomienda fuertemente para quienes se encuentren dentro de grupos con alto riesgo de desarrollar formas graves de enfermedad, como son las personas de 50 años o más, las personas gestantes (en cualquier trimestre de la gestación) y las personas de 6 meses o más con inmunocompromiso.
Este grupo debe recibir una dosis de refuerzo contra COVID-19 si han transcurrido 6 meses desde la última dosis aplicada, independientemente de la cantidad de refuerzos recibidos previamente.
- Grupo de riesgo intermedio
Por su parte, añadió que las personas menores de 50 años con comorbilidades que no afectan al sistema inmune (enfermedades crónicas y obesidad) y las personas con mayor riesgo de exposición (personal de salud y función estratégica) se incluyen en el grupo de riesgo intermedio de desarrollar formas graves por infección de COVID-19. En estos casos, la recomendación es que, si ya han recibido un refuerzo en los últimos 6 meses, recuerden la importancia de recibir un refuerzo anual.
- Grupo de riesgo bajo
Por último, para las personas consideradas con bajo riesgo de complicaciones, es decir aquellas menores de 50 años sin comorbilidades, se recomienda que la vacunación de refuerzo contra la COVID-19 sea anual. Es importante recordar que todas las jurisdicciones cuentan con dosis suficientes para completar esquemas de vacunación y aplicar los refuerzos correspondientes. A su vez, las personas pueden asistir a los vacunatorios de forma espontánea para recibir su dosis.
Cambio de estrategia vacunatoria
La OMS cambió su estrategia de vacunación en octubre del año pasado al considerar que la gran mayoría de la población mundial ya ha pasado la enfermedad al menos una vez. El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, aseguró que una inyección alcanza para protegerse contra la enfermedad.
“Una sola dosis es suficiente para la inmunización primaria”, apuntó el director de la agencia sanitaria internacional e hizo hincapié en que esta “simplificación” de la estrategia de vacunación ayudará a mejorar la “aceptación” de la misma. La decisión fue tomada por el Grupo Estratégico Consultivo de Expertos en Inmunización (SAGE, por sus siglas en inglés).
Los expertos del SAGE indicaron que, las vacunas ARN monovalentes que se basan en la variante Ómicron XXB, mostraron un índice mayor de protección que las vacunas bivalentes.
La variante Ómicron XXB es una de las más prevalentes en la actualidad. Sin embargo, desde la OMS subrayaron que, cuando estas vacunas no están disponibles, cualquiera de las otras vacunas “continúan siendo efectivas a la hora de prevenir formas graves del virus en los grupos de riesgo”.
Las recomendaciones de vacunación en Argentina
El Ministerio de Salud de la Nación señala que es importante que todas las personas a partir de los 6 meses de edad cuenten con esquema primario y al menos un refuerzo aplicado en los últimos 6 meses.
- Menores de 50 años y sin ningún tipo de comorbilidad: corresponde una dosis de refuerzo al año (esquema inicial completo).
- Menores de 50 años con comorbilidades o personal de salud o que cumple funciones estratégicas: corresponde aplicarse una dosis de refuerzo a los 6 meses y luego una vez al año (esquema inicial completo).
- Mayores de 50 años, inmunocomprometidos y personas gestantes: corresponde una dosis de refuerzo cada 6 meses (esquema inicial completo).