El pavo, conocido científicamente como Meleagris gallopavo, se ha establecido como uno de los alimentos principales de numerosas celebraciones, entre ellas la Navidad. En Latinoamérica, por ejemplo, la carne de esta ave es bastante solicitada para la cena de Nochebuena, donde es acompañada por una serie de guarniciones y ensaladas. Lo cierto es que su popularidad se ha extendido más allá de su origen en América del Norte debido a su perfil nutricional, ya que ofrece beneficios para la salud.
Beneficios nutricionales del pavo
Proteínas: un plato típico de pavo contiene aproximadamente 27 gramos de proteína y nueve aminoácidos esenciales requeridos para favorecer el crecimiento y reparación muscular. Esto, según un metanálisis de 2022, lo convierte en una opción especialmente positiva para quienes buscan perder peso o aumentar su masa muscular magra.
Asimismo, estudios indican que el pavo, al ser una carne baja en grasa, puede ser una fuente de proteínas más adecuada que las carnes rojas, relacionadas con mayores riesgos de enfermedades cardiovasculares y cáncer.
Vitaminas: este alimento también aporta una considerable cantidad de vitaminas del grupo B, claves para el funcionamiento del cuerpo. Es particularmente abundante en vitaminas B3 (niacina), B6 (piridoxina) y B12 (cobalamina), indispensables para la comunicación celular, la producción de neurotransmisores y la síntesis de ADN.
Un plato de aproximadamente 113 gramos (4 onzas) de pechuga de pavo proporciona hasta el 70% de la ingesta diaria recomendada de niacina, el 54% de la de piridoxina y el 30% de la de cobalamina. En tanto, investigaciones señalan que aumentar los niveles de vitamina B, principalmente los presentes en esta carne, pueden multiples beneficios, como mejorar la salud cognitiva.
Minerales: el pavo es fuente de minerales como selenio, zinc y fósforo, fundamentales para procesos como la producción de hormonas tiroideas, la expresión genética, la síntesis de enzimas y la mineralización ósea. Por ejemplo, un plato de pavo ofrece el 47% de la dosis diaria recomendada de selenio, el 13% de la de zinc y el 32% de la de fósforo.
Estos nutrientes, según Chelsea Rae, licenciada en ciencias de los alimentos, nutrición y promoción de la salud de la Universidad Estatal de Mississippi, contribuyen a un envejecimiento saludable y al correcto funcionamiento de múltiples procesos biológicos en el organismo. Sin embargo, es importante que personas con afecciones renales consulten con su médico o dietista sobre las cantidades apropiadas para su dieta.
En resumen, el pavo emerge como un alimento versátil y nutritivo, con una rica composición de proteínas, vitaminas y minerales que potencian la salud y bienestar, especialmente durante las fiestas pero sin limitarse a ellas. La inclusión de este ave en la dieta podría ser favorable para diversos aspectos de la salud, respaldada por su aval científico en cuanto a nutrición y prevención de enfermedades.
Consejos para consumir pavo
De acuerdo con la experta, para incorporar el pavo en las comidas y meriendas, se deben seguir estas recomendaciones:
- Mantener la carne cruda separada de los productos agrícolas y otros alimentos mediante la utilización de diferentes tablas de cortar al preparar los ingredientes.
- Al cocinar pavo, la temperatura interna recomendada es 165 F (unos 75°C). Probar en tres lugares, incluida la parte más gruesa de la pechuga, la parte interna del muslo y la parte interna del ala.
- Intente condimentar el pavo con hierbas y especias en lugar de sal.
- El pavo combina bien con cereales integrales y verduras para una comida abundante. Sin embargo, pequeñas porciones de las sobras pueden aumentar fácilmente la proteína de los refrigerios.