¿Pueden las sobrevivientes de cáncer de mama reducir la frecuencia de las mamografías?

Un nuevo estudio británico sugiere que, solo tres años después de haber sido declaradas libres de cáncer, estas mujeres podrían estar bien haciéndose mamografías con menos frecuencia.

Una mamografía es una imagen de la mama tomada con rayos X. Los médicos indican las mamografías para buscar signos de cáncer de mama en sus etapas iniciales.

(Por Ernie Mundell - HealthDay News) - Según las directrices actuales de EEUU, las mujeres mayores de 49 años que han sobrevivido a un cáncer de mama en etapa temprana deben someterse a una mamografía cada año “indefinidamente”.

Pero un nuevo estudio británico sugiere que, solo tres años después de haber sido declaradas libres de cáncer, estas mujeres podrían estar bien haciéndose mamografías con menos frecuencia.

"El ensayo demostró que los resultados de someterse a mamografías menos frecuentes no fueron peores que los de someterse a mamografías anuales para este grupo de mujeres", señaló la autora principal del estudio, Janet Dunn, profesora de ensayos clínicos de la Universidad de Warwick, en Reino Unido.

Los hallazgos se presentaron esta semana en el Simposio Anual de Cáncer de Mama de San Antonio. Dicha investigación se considera preliminar hasta que se publique en una revista revisada por pares.

Este procedimiento médico ha estado en debate sobre a qué edad y con qué frecuencia las mujeres deben empezar a hacérsela

En el ensayo participaron más de 5200 mujeres que se sometieron a una cirugía para extirpar un cáncer de mama en etapa temprana. Todas estas mujeres tenían 50 años o más cuando fueron diagnosticadas, y no mostraron signos de recurrencia tumoral tres años después de sus cirugías.

En ese momento, el equipo de Dunn asignó al azar a las mujeres a uno de dos grupos. En un grupo, las mujeres se sometieron a mamografías anuales, de acuerdo con las recomendaciones, durante los siguientes cinco años.

Las mujeres del segundo grupo se sometieron a mamografías menos frecuentes: una vez cada dos años para las mujeres que se habían sometido a una tumorectomía conservadora de la mama; o una vez cada tres años para las mujeres que se habían sometido a una mastectomía completa.

El resultado: durante el periodo de estudio de cinco años, un porcentaje similar (pequeño) de supervivientes experimentó una recurrencia de su cáncer, independientemente de la frecuencia con la que se hicieran una mamografía: un 5.9 por ciento entre el grupo de mamografías anuales y un 5.5 por ciento entre el grupo de mamografías menos frecuentes, reportó el equipo.

Es una de las herramientas clave para detectar un tumor (Gettyimages)

La supervivencia también fue similar: la supervivencia general fue del 94,7 % en el grupo de mamografías anuales y del 94,5 % en el grupo de mamografías menos frecuentes.

Reducir las mamografías tampoco pareció causar daño mental a las mujeres: las evaluaciones anuales de la calidad de vida no mostraron diferencias en el bienestar mental, la angustia y otras preocupaciones de las mujeres, anotó el equipo de Dunn.

"La reducción en la frecuencia de la vigilancia mamográfica reduce la carga sobre el sistema de atención de la salud, reduce los inconvenientes para las mujeres que tienen que someterse a estas mamografías y reduce el estrés asociado de esperar los resultados", anotó Dunn en un comunicado de prensa de la reunión.

Qué es una mamografía

A medida que la mujer avanza en edad, es más recomendable hacérsela

Una mamografía es una imagen de la mama tomada con rayos X. Los médicos indican las mamografías para buscar signos de cáncer de mama en sus etapas iniciales. Pero ha estado en debate a qué edad y con qué frecuencia las mujeres deben empezar a hacerse ese examen para tener beneficios y reducir riesgos.

En los Estados Unidos, el Grupo de Trabajo sobre Servicios Preventivos recomendó que las mujeres de todos los orígenes raciales y étnicos con un riesgo medio de desarrollar cáncer de mama deberían empezar a someterse a mamografías periódicas a los 40 años.

Antes solo lo sugería como una decisión individual hasta los 50 años. Los expertos que forman ese Grupo de Trabajo son un grupo independiente de especialistas en atención primaria y prevención que revisa sistemáticamente las pruebas de eficacia y luego elabora recomendaciones sobre servicios clínicos preventivos.

Argumentaron que la nueva recomendación para que todas las mujeres se sometan a pruebas de detección del cáncer de mama cada dos años a partir de los 40 años busca “reducir el riesgo de morir por esta enfermedad”.