Buenos Aires fue sede esta semana de un importante seminario de salud en el que expertos nacionales e internacionales debatieron sobre enfermedades desatendida, el uso de inteligencia artificial, el acceso a medicamentos y las claves de la medicina moderna con las últimas investigaciones científicas para el mejoramiento de la salud de todas las personas, a partir de llegar a ellas de manera más eficaz y rápida.
Es que en el marco del XXI Simposio Internacional de la Fundación Mundo Sano, durante dos días, los profesionales más destacados a nivel global en el campo de varias enfermedades epidémicas, compartieron sus conocimientos y experiencias, en torno del diagnóstico, la prevención, el tratamiento y el control de varias enfermedades.
Y en esos temas, y tal como ocurre hoy en casi todos los ámbitos de la vida, la inteligencia artificial entró en la conversación para mostrar cómo impacta en el mejoramiento de la salud de las personas. Ese fue el tema del primer panel, moderado por Daniela Blanco, directora Editorial de Infobae, quien señaló el avance de esa tecnología en el ámbito científico y realzó su importancia en la vida humana y en el diagnóstico de enfermedades, tratamientos y vacunas.
El primer orador, Mariano Sigman, licenciado en Física de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y doctorado en Neurociencias en la Universidad Rockefeller de Nueva York. comenzó contado la historia de Eliza, el primer programa informático diseñado en el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) entre 1964 y 1966, por Joseph Weizenbaum, y que era capaz de procesar el lenguaje natural. Weizenbaum parodiaba al psicólogo Carl Rogers e intentaba mantener una conversación de texto coherente con el usuario, buscando palabras clave en la frase escrita y respondiendo con una frase modelo registrada en su base de datos.
Se trató del primer bot conversacional que brindaba respuestas muchas veces convincentes a tal punto que algunas personas creyeron que en verdad estaban dialogando con un interlocutor humano.
“Lo que pasó con Eliza, que fue tremendamente sorprendente, es que, si bien fue rudimentaria y no fue tan inteligente, a la gente le encantaba hablar con ella y ahí lo que revelamos es parte de lo que creo que ha sido la fiesta de la inteligencia artificial. ¿Qué cosas te parecen como fundamentalmente humanas en este caso? La empatía, la sensación de sentir que estamos conectando con alguien, en realidad no son tan difíciles de emular. Entonces, en ese sentido, la inteligencia artificial nos pone en un lugar en el cual nos pide este ejercicio de humildad, de darnos cuenta que pensamos que son profundamente sofisticadas. Estos artilugios que son redes neuronales artificiales, tratan de emular el cerebro humano”, precisó Sigman.
Y para explicarlas, citó el ejemplo que dio el tenista André Agassi en su libro de memorias. “Boris Becker era un gran sacador de tenis y Agassi un gran receptor. Cuando un tenista saca lo que quiere es que el que va a recibir no descifre el saque, no pueda leer a dónde va a sacar y por lo tanto esconde sus intenciones. Baja la cabeza, no la inclina hacia el lugar donde va a sacar. Y entonces, pese a esto, como Agassi justamente era un genio extraordinario, se dio cuenta que Becker hacía un acto reflejo con su lengua al sacar y con ello mostraba a qué lugar iba a sacar. Y esto, por supuesto, le daba una enorme ventaja a Agassi, porque sabía el sitio al cual iba a sacar y así podía anticiparse”.
Y agregó: “La red neuronal artificial hace lo mismo. Observa todos los datos posibles, los más evidentes, como la posición de la cabeza de un tenista cuando va a sacar una pelota, la posición de los ojos hacia donde se inclina el hombro. En este caso, si el problema es identificar a dónde va a sacar una persona, pero también los que no parecen evidentes y trata de establecer relaciones entre lo que puede observar y lo que puede predecir”
“Y como tiene tal cantidad de cómputo, tal cantidad de explorar este espacio puede encontrar estos atributos, estos lugares que nos dan información y que nos permiten predecir algo que pueda ser relevante. Llevemos esto del dominio del deporte, del dominio del cerebro humano, a otro dominio, el de la salud, y al dominio de la inteligencia artificial”, finalizó Sigman.
A continuación, Paula Petrone, profesora, investigadora asociada y jefa del equipo de Ciencias de Datos biomédicos del Instituto de Salud Global de Barcelona habló sobre la aplicación de la inteligencia artificial en el diagnóstico y la predicción de riesgo en el área de la medicina y la salud.
“Hay tres pasos efectivos en los que la inteligencia artificial nos ayuda contra una enfermedad. Uno es detectar, el segundo es curar y el último es monitorear. Dentro de lo que es detectar, hablamos de imagen médica, diagnóstico precoz, cálculos de riesgo de enfermedades que hacemos todos los días. Dentro de curar hablamos de pensar en cómo mejorar esos diagnósticos, aplicando mejores hábitos saludables en nuestra vida, descubriendo nuevas drogas, nuevos biomarcadores y nuevos targets. Y el último paso es monitorear, que significa seguir a los pacientes con estos wearables, o dispositivos que llevamos a diario, que miden nuestros pasos, nuestro sueño y también nos ayudan a detectar enfermedades de manera precoz. Allí el Deep Learning y el Machine Learning tiene mucho para ayudarnos”, precisó Petrone, quien, en el hospital de Barcelona donde trabaja, está desarrollando con su equipo una plataforma de vigilancia de movilidad internacional.
“Seguimos a la gente que viaja para entender dónde están, cómo se enferman, por qué se enferman y predecir en el futuro y de manera precoz, qué enfermedades, qué vectores nuevos van a ocurrir. A los pacientes les pedimos datos sobre su historia clínica, su edad, sus comorbilidades, la educación, su empleo, todo lo que ellos pueden darnos. Y para que lo hagan para fomentar la adherencia, los ayudamos, los seguimos, les damos atención médica remota, telemedicina. Además, calculamos el riesgo de enfermarse antes de viajar. Esto hace que la gente venga al Hospital Clínic y empiece a trabajar con nosotros. Este es un nuevo prototipo que estamos desarrollando para poder saber dónde están las enfermedades y de esta forma ayudar a las poblaciones más vulnerables”, remarcó la experta.
Verónica Andreo investigadora, asistente del CONICET y docente de la Maestría de Aplicaciones de la Información Espacial en el Instituto Gulich, estudia los determinantes ambientales de la distribución de animales, vectores de agentes infecciosos y de riesgo de enfermedades zoonóticas y vectoriales.
Para ello se nutre de datos espaciales abiertos que provienen de distintas fuentes y que están distribuidos en los sitios web de las agencias espaciales o sus proveedores de datos. El sistema permite a usuarios no especialistas en la materia, acceder a información actualizada sobre la distribución de hospedadores y vectores, así como de las enfermedades que ellos causan, para la toma de decisiones sobre políticas públicas. Combina información de los satélites argentinos SAOCOM y de otras misiones internacionales.
“Este desarrollo es el resultado de una larga trayectoria de trabajos que se lleva adelante desde el Instituto Gulich (perteneciente a la CONAE y a la Universidad Nacional de Córdoba) en el área de la epidemiología panorámica, con más de 20 años de historia, y de las colaboraciones realizadas con diferentes organismos, como los ministerio de Salud de la Nación y de la provincia de Córdoba, y organizaciones civiles como la Fundación Mundo Sano”, dijo Verónica Andreo, investigadora del CONICET. Además, destacó que con esta herramienta “se baja la barrera de acceso a la información satelital para usuarios no especialistas, al ponerla a disposición en un mismo sitio con datos de hospedadores y vectores de agentes patógenos, y casos de enfermedades”.
La herramienta que próximamente estará online, es amigable, útil para visualizar y planificar acciones y está orientada a distintos tipos de usuarios, con diferentes permisos. Un nivel de usuario general va a poder ver el sistema con información histórica y actualizada a escala regional, combinar capas y descargarlas. Otro tipo usuario, perteneciente a municipios o al sistema de salud, podrá poder cargar sus propios datos y procesarlos, ver la distribución de las diferentes variables y crear mapas de riesgo a nivel local. Además de los datos generales de la Argentina, podrá acceder a información espacial sobre 10 sitios centinelas distribuidos en diferentes regiones del país, con una resolución espacial de 10 metros.
Lucha contra el dengue
Otro de los interesantes bloques del Simposio fue el de la lucha contra el dengue, particularmente en Colombia, donde desde hace siete años se implementó un novedoso programa eficaz en tres ciudades para bajar la cantidad de personas afectadas por la enfermedad que transmite el mosquito Aedes aegypti.
En las ciudades colombianas de Medellín, Bello e Itagüí, la enfermedad no constituyó ningún brote y tuvo una disminución notable de los contagios en un 90% luego de la implementación del World Mosquito Program que utilizó la estrategia de liberación de mosquitos infectados con la bacteria wolbachia que impide la replicación de distintos virus que afectan a los humanos.
El médico infectólogo colombiano Iván Darío Vélez, que coordina la investigación en su país precisó, en una entrevista que concedió a Infobae, que la iniciativa internacional, que tiene el apoyo de la Fundación Melinda y Bill Gates, se replica también en otros países latinoamericanos y asiáticos. “Implementamos este innovador programa sanitario de la mano del World Mosquito Program que consiste en crear mosquitos con la bacteria wolbachia que es efectiva para impedir que el insecto pueda transmitir enfermedades virósicas al ser humano”, remarcó el experto.
“Para hacer esto construimos un insectario grande y muy prolífero. Es una verdadera fábrica ya que puede producir 40 millones de huevos con Wolbachia por semana”, indicó Vélez.
“Si un insecto macho tiene Wolbachia y se aparea con una hembra que no la tiene, los huevos no eclosionarán. Y si la hembra la tiene y el macho no, ella pondrá huevos y todos eclosionarán, pero toda su descendencia será portadora de la bacteria. Al cabo de algunas generaciones, casi todos los individuos ya son portadores y, por tanto, no transmiten nada”, resumió el doctor Vélez.
La rabia, una enfermedad que no nos deja
A pesar de los avances en medicina, la rabia sigue entre nosotros. La enfermedad causa 59.000 muertes de seres humanos al año en más de 150 países. Expertos de todo el mundo buscan brindar soluciones para erradicarla. Uno de ellos es el doctor Terence Scott, director de programas de la Alianza Global para el Control de la Rabia, con sede central en el Reino Unido, quien fue uno de los disertantes en el XXI Simposio Internacional de la Fundación Mundo Sano.
“Existen las herramientas para eliminar la rabia transmitida por perros. Se puede prevenir al 100 % y la vacuna antirrábica para perros tiene la capacidad de eliminar con eficacia la enfermedad en su origen animal”, explicó Scott. Al tiempo que detalló qué es clave para implementar realmente el enfoque “Una Salud” para bajar las muertes por rabia.
Después de una mordedura, las personas deberían acudir a un centro de salud para recibir orientación sobre la rabia, le curen la herida y debería tener acceso a la inmunización post-exposición, que previene el desarrollo de la enfermedad, según la indicación de un profesional de la salud.
“Se necesita educación para la prevención, implementar la vacunación para los perros, y la atención oportuna de las personas si fueran afectadas por la mordedura de un perro”, concluyó el experto a Infobae.
Las sesiones siguientes se dedicaron a la lepra, que es otra enfermedad desatendida, con la exposición sobre “la discriminación y estigmatización con base en la lepra”, a cargo de Alice Cruz, de Naciones Unidas, y un conversatorio con la escritora y comunicadora Gisela Galimi, autora del libro “Una palabra tuya bastará para sanarnos”, que recopiló testimonios. Además hubo otra sesión que trató sobre el “desarrollo de nuevos medicamentos para programas de desparasitación masiva”.