Según el Instituto Nacional del Envejecimiento de Estados Unidos los olvidos leves son una parte normal del envejecimiento y no de problemas graves de memoria. Sin embargo, siempre está la duda acerca de si estas fallas, que con los años se vuelven cada vez más frecuentes, pueden ser el síntoma temprano de un declive cognitivo o de alguna afección neurológica como el Alzheimer.
El doctor Gustavo H. Cerezo (MN 66559), cardiólogo miembro de la Federación Argentina de Cardiología (FAC), explicó a Infobae que “somos un cúmulo de neuronas que aprenden y contribuyen a nuestra comprensión del mundo que nos rodea. Pero a medida que envejecemos las neuronas se desgastan, el cerebro declina en sus funciones y nuestra agilidad mental se sume en una apacible lentitud”.
Así los olvidos son normales cuando se envejece porque con el aumento de la edad hay una declinación de las funciones cognitivas pero también pueden ser la forma de inicio de alguna enfermedad. De allí la importancia de diferenciar lo que es un olvido normal de uno patológico.
Según el Instituto Nacional del Envejecimiento de Estados Unidos los problemas graves de memoria dificultan las actividades cotidianas, como conducir y hacer las compras. Las señales pueden incluir:
- Hacer las mismas preguntas una y otra vez
- Perderse en lugares conocidos
- No poder seguir instrucciones
- Confundirse con el tiempo, las personas y los lugares
“Antes del primer olvido o pérdida de memoria, nuestro cerebro estuvo sufriendo durante años en forma silenciosa. Las arterias cerebrales fueron enfermando, perdiendo su función y ocluyéndose en forma progresiva. Pero una oportuna intervención puede prevenir, retrasar o atenuar las consecuencias del daño vascular del cerebro”, sostuvo a Infobae el doctor Augusto Vicario (MN 67075), cardiólogo miembro de la FAC.
El doctor Lisandro Olmos, especialista en rehabilitación neurológica y director de Rehab Center, exdirector médico del Centro de Rehabilitación FLENI, Sede Escobar, explicó a Infobae: “En el año 1999, Petersen un investigador de Mayo Clinic, describió lo que se denominó deterioro cognitivo mínimo un concepto que hablaba de una mínima disfunción cognitiva inicial sobre todo en muchas personas que posteriormente desarrollaban enfermedades como Alzheimer. Sin embargo, en el año 2003 un equipo de expertos incluyendo el propio Petersen, propone clasificar al deterioro cognitivo mínimo en función de los dominios afectados que son múltiples, entre ellos la memoria, la atención, la capacidad de resolución de problemas, la capacidad de pensamiento abstracto, cálculo, etcétera”.
Por su parte, el doctor Alejandro Andersson, neurólogo y director médico del Instituto de Neurología Buenos Aires (INBA), explicó a Infobae en una nota reciente que hay una clasificación muy útil que es la de dividir a los trastornos de memoria entre benignos y patológicos. “Un olvido benigno es, por ejemplo, cuando no me salen un nombre, un apellido o cierto dato, y al rato, aparece. Quiere decir que el acceso a la información a nuestro archivo está un poco más lento, pero el dato no se ha perdido, lo teníamos dentro de la cabeza en los circuitos del cerebro. En cambio, cuando uno jamás recuerda el dato y se ha perdido y borrado por completo, ahí estamos ante un caso de lo que se llama olvido patológico, y ese es un claro momento para hacer una consulta médica”, indicó el especialista.
Explican los expertos que el Alzheimer es una enfermedad de comienzo muy gradual, que evoluciona lentamente tanto en la fase preclínica como en la clínica. “En la fase preclínica se van muriendo las neuronas, porque se va acumulando sobre ellas el beta amiloide, que destruye de a poco el esqueleto interno de las neuronas, que se van muriendo”, describió Andersson.
El tema es que hasta que no se llega a determinado número de neuronas dañadas esto no tiene una expresión clínica. “Como el daño habitualmente comienza en los hipocampos, que son estructuras del cerebro que están en la cara medial y que tienen que ver con la memoria, cuando el grado de degeneración neuronal llega a un determinado punto, ahí sí, pasamos a la fase clínica donde muy gradualmente, empieza a comprometerse la memoria”, dijo Andersson. Justamente una reciente investigación publicada esta semana en la revista Neurology señaló que la reducción del hipocampo parece reflejar disminución del pensamiento de una persona.
Según la doctora Clarisse Bezerra, médica del Centro Hospitalar Universitário de Santo António, en Portugal en una nota en Saude, “cuando surgen los primeros síntomas del Alzheimer, muchas veces son confundidos con exceso de estrés y depresión, por lo que el diagnóstico de Alzheimer precoz termina por ser tardío. Lo ideal es consultar a un neurólogo siempre que surjan síntomas y haya antecedentes familiares de la enfermedad”.
El doctor Andersson explicó qué ocurre en el caso de la evolución del Alzheimer: “El tipo de memoria que primero se compromete es la que tiene un tiempo y un lugar. La memoria de lo que estudiamos, si aprendimos una poesía de memoria o si sabemos que la Revolución Francesa fue en 1789, eso lo vamos a seguir teniendo perfectamente archivado, pero nos va a costar mucho recordar lo que guardamos recientemente en la memoria de nuestra historia. Por ejemplo, qué desayunamos a la mañana; si llamamos o no a Fulanito... todas esas cosas que uno memoriza y que son de hace un ratito”.
Y continuó: “Muchas veces tiene que ver con la memoria de trabajo, donde vamos a notar o van a notar los demás algunas fallas y, en general, son como distracciones porque cuesta archivar la memoria episódica, la histórica, la que tiene un tiempo y lugar. Entonces, la que primero se compromete es la memoria muy reciente, en la medida en que el cuadro se va haciendo más importante el tiempo de compromiso a la antigüedad de los datos va siendo mayor, por eso es que los pacientes que tienen Alzheimer mucho más avanzado se pierden en la casa donde están, pero se acuerdan perfectamente de la casa donde nacieron, por ejemplo”.
Y describió el médico que la evolución del cuadro suele comenzar muy gradualmente por la memoria y poco a poco va invadiendo hasta tomar todos los tipos de memoria, porque luego se compromete la capacidad de prestar atención, que es la puerta de entrada de la memoria.
La enfermedad de Alzheimer generalmente no es hereditaria, aclaró la doctora Bezerra. “Sin embargo, el riesgo de padecer la enfermedad es mayor en el caso de personas con Alzheimer en la familia, debido a que existen alteraciones genéticas que se pueden heredar de los padres y favorecen su desarrollo.”
Qué es el deterioro cognitivo leve
Algunas personas mayores tienen una afección llamada deterioro cognitivo leve, lo que significa que tienen más problemas de memoria que otras personas de su edad. En general pueden cuidarse a sí mismos y realizar sus actividades normales. “El deterioro cognitivo leve puede ser un indicio temprano de la enfermedad de Alzheimer, pero no todas las personas que lo tienen desarrollarán esta enfermedad”, dice el Instituto Nacional del Envejecimiento de Estados Unidos y enumera estas señales del deterioro cognitivo leve:
- Perder cosas a menudo
- Olvidar ir a eventos o citas importantes
- Tener más problemas para encontrar las palabras deseadas que otras personas de la misma edad.
El instituto recomienda consultar al médico ante estas primeras señales para un seguimiento de los cambios en la memoria y otras habilidades de pensamiento a lo largo del tiempo. Puede haber hábitos y comportamientos que pueden ayudar a ejercitarlos.
El doctor Olmos detalló: “El deterioro cognitivo propio de la edad o deterioro cognitivo leve es una precisión subjetiva que va acompañada de quejas referidas a pérdida de capacidades cognitivas pero estos déficit cognitivos no deben interferir en la independencia de la persona en su día a día y no deben poder relacionarse con otras enfermedades o patologías como trastornos psiquiátricos neurológicos o adicciones, por lo tanto, la principal diferencia respecto a un paciente con demencia es el mantenimiento de la Independencia en las actividades de la vida diaria pese a un cierto grado de deterioro cognitivo. Hoy en día se considera que el deterioro cognitivo mínimo puede permanecer en esa situación o estado o, en algunos casos, eventualmente evolucionar a enfermedades como la demencia por enfermedad de Alzheimer. Frente a estos síntomas es necesario hacer una evaluación neuropsicológica completa para poder evaluar los diferentes dominios cognitivos memoria, lenguaje, razonamiento viso espacial, funciones ejecutivas capacidad psicomotora y velocidad de procesamiento”.
Destacó el experto que cuando se considera que alguna de las esferas cognitivas arriba mencionadas pueden estar impactando en las capacidades sociales, laborales y de interacción en la comunidad se debe consultar al médico.
10 cambios normales de la memoria
La Alzheimer’s Association creó una lista de síntomas de la enfermedad de Alzheimer y señaló cómo se presentan si son solo un tema asociado a la edad.
1. Cambios de memoria que afectan la vida cotidiana. Uno de los síntomas más comunes del Alzheimer en las etapas tempranas, es olvidar información recién aprendida. Por el contrario, un cambio típico de la edad es olvidarse de vez en cuando de nombres o citas pero acordarse de ellos después.
2. Problemas para planificar o resolver situaciones comunes. Un cambio típico de la edad es cometer errores de vez en cuando al hacer cuentas.
3. Dificultades para desempeñar tareas habituales en la casa. Por ejemplo, necesitar ayuda de vez en cuando para usar el microondas o el celular puede ser una señal de envejecimiento.
4. Desorientación de tiempo o lugar. Es posible que las personas afectadas por Alzheimer se desorienten con las fechas, estaciones y el paso del tiempo. Un cambio típico de la edad es confundirse sobre el día de la semana pero darse cuenta después.
5. Problemas para comprender imágenes visuales. Algunas personas con Alzheimer pueden padecerlos. En el caso de un cambio típico de la edad no está relacionado con la comprensión de las imágenes sino, por ejemplo, con cambios de la vista relacionados con las cataratas.
6. Dificultades con el uso de palabras. Un cambio típico de la edad es tener problemas a veces en encontrar la palabra exacta al hablar y recordarla después.
7. Perder objetos. Un cambio típico de la edad es de vez en cuando, colocar cosas (como los lentes o el control remoto) en un lugar equivocado.
8. Disminución o falta del buen juicio. Un cambio típico de la edad es tomar una mala decisión de vez en cuando, pero no como ocurre en quienes padecen Alzheimer, que pueden realizar acciones con consecuencias graves, por ejemplo, en el manejo de la economía cotidiana.
9. Pérdida de iniciativa o apatía. Un cambio típico de la edad es estar a veces cansado de las obligaciones del trabajo, de familia y sociales. Otra cosa es no tener motivación para realizar actividades sociales, proyectos en el trabajo o deportes.
10. Cambios en el humor o la personalidad. Las personas con Alzheimer u otra demencia pueden llegar a sentirse confundidas, deprimidas, temerosas o ansiosas. A diferencia de ellas, un cambio típico de la edad es desarrollar maneras muy específicas de hacer las cosas y enojarse cuando la rutina es interrumpida.