Cúrcuma: qué es, para qué sirve y cuáles son sus beneficios para la salud

La cúrcuma es una especia que procede de la raíz de la planta llamada “cúrcuma longa”, una planta perenne de la familia del jengibre. Su principal ingrediente activo es la curcumina.

La planta es originaria de la India y de otros países de Asia. Los rizomas se utilizan frescos o se hierven en agua y se secan, tras lo cual se muelen hasta obtener un polvo de color amarillo anaranjado intenso que se utiliza comúnmente como colorante y aromatizante en muchas cocinas asiáticas, especialmente para el curry. También la cúrcuma viene en cápsulas, tés, polvos y extractos.

De acuerdo con la experta en nutrición de la Clínica Cleveland de los Estados Unidos, Nicole Hopsecger, la cúrcuma tiene muchos beneficios para la salud que justifican su incorporación en la alimentación cotidiana. Aunque aclaró el ingrediente curcumina da el color amarillento a la cúrcuma y eso puede manchar la ropa.

El tesoro de la cúrcuma, según Hopsecger, reside en los beneficios de la curcumina, que tiene propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. Los investigadores están estudiando si puede ayudar en enfermedades en las que interviene la inflamación, desde la artritis a la colitis ulcerosa.

Mary-Eve Brown, nutricionista y experta en dietas en oncología clínica en Johns Hopkins Medicine de los Estados Unidos, explicó que “al igual que otros coloridos alimentos vegetales, la cúrcuma es rica en fitonutrientes que pueden proteger el organismo neutralizando los radicales libres (contaminación, luz solar) y protegiendo las células de los daños”.

Las dietas ricas en alimentos vegetales se asocian a la prevención de afecciones médicas como el cáncer y las enfermedades cardiovasculares.

Paola Hernández, licenciada en Nutrición y docente en la Universidad ISALUD en la Argentina enfatizó en que la cúrcuma tiene beneficios para la salud como antioxidantes y anti-inflamatoria. Pero es importante recordar que, para aprovechar los beneficios de ese alimento, “se debe llevar una alimentación y estilos de vida saludable, ya que no existen alimentos mágicos”.

“Cualquiera que esté tratando de controlar la inflamación podría beneficiarse de la adición de un poco de cúrcuma a sus alimentos”, señaló Brown. Mencionó afecciones inflamatorias como la artritis y otros trastornos articulares, la colitis, las alergias y las infecciones.

En un estudio con pacientes con colitis ulcerosa publicado por la revista Randomized Controlled Trial, los que tomaron 2 gramos de curcumina al día junto con la medicación prescrita tuvieron más probabilidades de permanecer en remisión que los que tomaron el medicamento solo.

“No será necesariamente útil durante un brote activo, pero puede ayudar a prolongar la remisión”, explicó Hopsecger.

El consumo de cúrcuma también puede ayudar al cerebro al mejorar la memoria. Otro ensayo clínico que se publicó en The American Journal of Geriatric Psychiatry demostró que 90 miligramos de curcumina tomados dos veces al día durante 18 meses ayudaron a mejorar el rendimiento de la memoria en adultos sin demencia.

“Los investigadores pensaron que la reducción de la inflamación cerebral y las propiedades antioxidantes de la curcumina conducían a un menor deterioro de la neurocognición, que es la capacidad de pensar y razonar”, comentó Hopsecger. Recomendó siempre consultar a un profesional de la salud si se tiene duda o preocupación por problemas de memoria.

Hay evidencias preliminares de que la cúrcuma podría ser tan eficaz como el fármaco omeprazol para tratar los síntomas de la indigestión, según un trabajo reciente en la revista BMJ Evidence-Based Medicine.

Los investigadores asignaron aleatoriamente a 206 pacientes de entre 18 y 70 años con malestar estomacal recurrente (dispepsia funcional) de causa desconocida, reclutados en hospitales de Tailandia entre 2019 y 2021, a uno de los tres grupos de tratamiento durante un período de 28 días.

De los 206 pacientes inscritos, 151 completaron el estudio, con 20 en el grupo de la curcumina; 19 en el grupo del omeprazol; y 16 en el grupo del tratamiento combinado, que abandonaron.

Los pacientes de los tres grupos tenían características clínicas y puntuaciones de indigestión similares, evaluadas mediante la herramienta de evaluación de dispepsia, conocida como SODA, al inicio del ensayo. Se volvió a evaluar a los pacientes a los 28 días y de nuevo a los 56 días.

Las puntuaciones SODA indicaron reducciones significativas de la gravedad de los síntomas en el día 28 para el dolor (-4,83, -5,46 y -6,22) y otros síntomas (-2,22, -2,32 y -2,31) en los grupos combinado, curcumina sola y omeprazol solo, respectivamente.

Estas mejoras fueron aún mayores después de 56 días para el dolor (-7,19, -8,07 y -8,85, respectivamente) y otros síntomas (-4,09, -4,12 y -3,71, respectivamente).

Se puede sumar a todos los platos como sopas, guisos, arroces, zumos vegetales, ensaladas, entre otros. Es ideal preparar una infusión con té verde, pimienta, cúrcuma y unas gotas de zumo o jugo de limón.

También la cúrcuma encaja muy bien con platos de arroz, guisos y lentejas, con berenjena, espinacas, pollo y pescado.

Los mismos agentes de la cúrcuma que apoyan la salud digestiva pueden también causar irritación si se ingiere en grandes cantidades, informó Medical News Today. La cúrcuma estimula el estómago para producir más ácido gástrico. Si bien esto ayuda a la digestión de algunas personas, realmente puede afectar a otras.

También las propiedades purificantes de la cúrcuma pueden generar sangrados con mayor facilidad. No está claro por qué sucede esto. Las personas que tienen problemas en la sangre, especialmente las que poseen la sangre muy delgada, es mejor que no consuman cúrcuma.

La persona puede preparar el té de cúrcuma usando polvo puro de cúrcuma o cúrcuma rallada, molida o deshidratada.

Las preparaciones de cúrcuma fermentada, que se venden comúnmente como productos de té, afirman tener mayores concentraciones de curcumina biológicamente disponible o absorbible.

Para preparar una taza de té de cúrcuma, los ingredientes que se necesitan son: 1 taza de agua o leche, 1 cucharadita de cúrcuma, 1 cucharadita de canela, 1 cucharada de miel y media cucharadita de pimienta negra

Primero se debe hervir el agua o la leche. Luego se deben añadir los demás ingredientes al líquido hirviendo. Se sumerge durante 10 a 15 minutos. Después de completar estos pasos, es posible colar el té en un recipiente y dejar que se enfríe antes de beberlo.