Insumos médicos que no se consiguen por falta de dólares, repuestos para equipos o directamente equipos nuevos demorados varios meses en la aduana y los costos operativos que se dispararon en los últimos meses son hoy la realidad que atraviesa la medicina argentina.
Esa escasez de insumos básicos y complejos médicos preocupa a los centros médicos, a los profesionales que deben operar o tratar pacientes y a los propios enfermos y sus familias que deben llamar diariamente para saber si la institución médica obtuvo el insumo o si la obra social logró destrabar su ingreso, en medio de un problema de salud que muchas veces es grave.
Varias fuentes consultadas por Infobae destacaron que el problema comenzó el año pasado y se agravó a mediados de éste con el alza del dólar y con el cambio del sistema aduanero que alargó los tiempos de aprobación de los giros de divisas.
Uno de estos insumos necesarios son los líquidos de contraste que se usan para tomografías (se utilizan contrastes iodados) o para resonancias magnéticas (se usa gadolinio).
La realización de tomografías computadas son importantes para detectar, diagnosticar y tratar enfermedades vasculares que pueden derivar en derrames cerebrales, insuficiencias renales e, incluso, la muerte. También las tomografías permiten detectar tumores o patologías en tórax, abdomen, pelvis, pulmón, hígado, riñón, ovarios y páncreas. Por ejemplo, la imagen permite confirmar la presencia de un tumor, medir su tamaño, identificar su ubicación y determinar el alcance que tiene sobre tejidos cercanos. En el caso de las resonancias, éstas permiten estudiar tumores, hemorragias internas y lesiones intracraneales.
“Nos enfrentamos a una situación crítica debido a la escasez de insumos médicos esenciales, para llevar adelante las prácticas que brindamos en nuestras instituciones. Es el caso del contraste para resonancia y tomografía, lo que afecta directamente la realización de esos estudios, así como la calidad de atención de los pacientes”, explicaron a Infobae desde la Cámara de Instituciones de Diagnóstico Médico (CADIME).
“Prestadores asociados a CADIME informan que distintos proveedores manifestaron que no tienen stock hasta abril o mayo de 2024 de un determinado producto de contraste endovenoso para tomografía, y hasta diciembre próximo para el resto de los contrastes”.
“Con relación a los precios, los aumentos en insumos y en reactivos de diagnóstico que utilizan los laboratorios de análisis clínicos para llevar adelante sus prácticas van desde 50% a 400%, sin perjuicio de que varios proveedores están vendiendo con limitaciones o con precios que rigen al momento de hacer el pedido abonando con transferencia inmediata”, remarcó esa cámara empresaria.
La situación crítica de la cardiología
La cardiología hoy es una de las especialidades más afectadas por la cantidad de personas que deben someterse, por ejemplo, a angioplastias y colocación de stents.
El doctor Oscar Mendiz, jefe del Departamento de Cardiología Intervencionista de la Fundación Favaloro describió a Infobae la delicada situación que atraviesa su especialidad. “Es muy triste y desgastante la actual situación. Tener que llamar para ver si tenemos lo básico para operar realmente es preocupante. Ahora estoy en un congreso cardiovascular en San Francisco, EEUU, y mientras me capacito con nuevas técnicas avanzadas de operación, debo llamar por teléfono a la Argentina para saber si tenemos los elementos suficientes para las operaciones de hoy”.
Y agregó: “Faltan válvulas para cateterismo, falta material de contraste. La situación no tiene un viso de mejora, y al contrario parece estar empeorando. Los proveedores no tienen insumos. Tienen dificultad para importar estos materiales. También hay una disparada de precios e incluso falta de precios. No saben a cuánto venderlo y no saben si los van a poder reponer en el exterior. Los hospitales compran insumos a 30, 60 o 90 días. Y los proveedores quieren el dinero al instante por los problemas inflacionarios”.
“Hay que convocar a todos los actores para solucionar este problema. El sistema de salud ya estaba en problemas antes de la pandemia y luego se volvió crítico y esta situación económica lo terminó de explotar”, concluyó Mendiz.
En tanto, el doctor Alejandro Palacios, que forma parte del Colegio Argentino de Cardioangiólogos Intervencionistas (CACI), coincidió, en diálogo con Infobae que “hay escasez de insumos” para hacer las intervenciones.
“La primera causa de muerte en el país y en el mundo es la cardiovascular, donde el infarto es el principal responsable. Por eso, las angioplastias primarias son un elemento clave para evitarlo. Es la intervención más practicada contra el infarto. Y ahora tenemos problemas para realizarlas con y sin stents. Por ejemplo, en una angioplastia con stent se utilizan un introductor, una cuerda, un catéter guía, balón, insuflador y material de contraste. Son todos insumos que hoy están faltando a la hora de operar. Y ni hablar de los stents. Cuando uno opera necesita tener disponible de 30 a 40 de diferentes tamaños y medidas, de acuerdo a cada paciente y la gravedad de su lesión. Hoy no tenemos esa cantidad disponible”, explicó Palacios.
“Hemos tenido que dilatar otras operaciones como las de endoprótesis aórtica, o el reemplazo percutáneo de la válvula aorta. La autorización demora hasta un mes por la falta de materiales. Las prótesis son importadas y están a precio dólar libre”, indicó el experto.
Otra cuestión crítica que planteó Palacios es la reutilización de material descartable. “El Ministerio de Salud autorizó la reutilización de ciertos insumos hasta tres veces. Pero en la práctica, muchos lugares lo hacen hasta cinco veces, lo cual es un problema dado el deterioro que sufren los materiales”, indicó.
Gabriel Giovanetti, director del sector compras del Centro Médico Gedyt, especialista en Gastroenterología y Endoscopía, explicó a Infobae la preocupación por la falta de insumos y repuestos desde hace ya varios meses.
“Estamos con mucha incertidumbre. Se observa en faltantes de insumos y hasta entregas en cuotas. Somos testigos de negociaciones que se caen de un día para el otro, cuando antes teníamos acuerdos anuales o semestrales, ahora muchas veces se buscan sustitutos según la especialidad médica, lo cual genera costos extra que debemos absorber. Intentamos cubrir al paciente que tiene una situación grave de salud y no podemos dejarlo solo”, sostuvo Giovanetti.
También destacó el problema con el instrumental médico: “Hoy, ese instrumental que se rompe o tiene una falla no se puede arreglar. Hay mucho instrumental que está al límite del uso. Si se rompe un endoscopio o un gastrocheck, para determinar si una persona es celíaca o tiene intolerancia a la lactosa, tenemos un grave problema. Hoy en día no hay repuestos y un equipo nuevo no puede entrar desde aduana”.
Y concluyó: “Estamos esperando desde hace más de seis meses un repuesto de una lavadora de endoscopio que aguarda todavía una aprobación SIRA en aduana”, señaló en referencia al actual sistema de importación. Y concluyó: “Hoy todos estamos trabajando mal. Tanto el personal médico, que tiene que buscar insumos en todos lados, y también el paciente, que llama preocupado para ver cuándo se repone el faltante”.