Si bien los estadounidenses con síndrome de Down tienen un apoyo vital en el seguro Medicaid, el programa de seguro financiado públicamente tendrá que responder al creciente número de adultos mayores con esta patología, dicen los investigadores.
“A medida que más personas con síndrome de Down sobreviven hasta edades más avanzadas, el sistema de Medicaid necesita estar preparado para apoyar a esta población con una atención personalizada, sensible y completa”, dijo el coautor de un informe publicado recientemente en la revista JAMA Health Forum, Eric Rubenstein, profesor asistente de epidemiología en la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Boston, en un comunicado de prensa de la escuela.
Los autores del estudio señalaron que la esperanza de vida ha aumentado sustancialmente para las personas en Estados Unidos que tienen síndrome de Down, pasando de una edad media de 4 años en la década de 1950 a 57 años en 2019. La mayoría de esta población tiene un alto riesgo de desarrollar enfermedad de Alzheimer o demencias relacionadas y otras condiciones de salud crónicas a medida que envejecen.
Para ver cómo los estadounidenses con síndrome de Down utilizan los servicios de Medicaid, el equipo de investigación estudió a más de 120.000 adultos con esta condición genética. Es raro que las personas con síndrome de Down estén empleadas a tiempo completo, por lo que el análisis de Medicaid representa a casi todas las personas con esta condición, explicó Rubenstein.
Para el estudio, los investigadores utilizaron datos de salud federales para examinar la inscripción en Medicaid, el uso de atención médica y los costos. También incluyeron a 1.2 millones de adultos con discapacidades intelectuales pero sin síndrome de Down, y a 6 millones de adultos sin diagnóstico de discapacidades del desarrollo, durante un período de 2011 a 2019.
Para las personas con síndrome de Down, la inscripción media en Medicaid fue de ocho años y los costos de atención médica fueron casi cuatro veces mayores que los de las personas sin discapacidades del desarrollo, mostraron los hallazgos. Los investigadores no encontraron diferencias sustanciales dentro de estas mediciones entre individuos con síndrome de Down y aquellos con diferentes discapacidades intelectuales.
La mayoría de los adultos con síndrome de Down están automáticamente inscritos en Medicaid a través del Seguro Social, un programa de seguro de red de seguridad, por lo que es poco probable que pierdan su cobertura.
Sin embargo, el estudio mostró que los adultos asiáticos, afroamericanos, nativos americanos e isleños del Pacífico con síndrome de Down tenían reclamaciones y costos de Medicaid más bajos que sus contrapartes blancas.
Los autores dijeron que esto sugiere que aún existen barreras para el cuidado de la salud. ”En nuestro trabajo, vemos costos y reclamaciones más altos entre los inscritos blancos, pero menos hospitalizaciones de pacientes internos y menos condiciones crónicas”, dijo Rubenstein.
“Creemos que esto indica que los inscritos blancos tienen mejor acceso a la atención, reciben más servicios de salud preventiva y tienen beneficios adicionales de Medicaid, como exenciones de servicios basados en el hogar y la comunidad”, agregó el experto de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Boston.
*Cara Murez. Health Day Reporters © The New York Times 2023