La enfermedad cardiovascular causa la muerte del 27% de las mujeres mayores de 60 años en Argentina, según indicaron desde la Red de Hospitales Universitarios, del área de salud de la UBA, que brinda atención a más de 500.000 personas al año. Asimismo, desde este mismo ámbito advirtieron sobre esta afección como la principal causa de muerte en mujeres de dicho grupo etario.
En el pasado reciente, existía la concepción de que las enfermedades cardiovasculares afectaban más a los varones que a las mujeres. Sin embargo, según las cifras de 2021 de la Dirección de Estadísticas e Información de Salud de Argentina, “la mortalidad por enfermedades del sistema circulatorio (que comprenden: enfermedades hipertensivas, isquémicas del corazón, insuficiencia cardíaca, complicaciones y descripciones mal definidas de enfermedad cardíaca, enfermedades cerebrovasculares, ateroesclerosis y demás enfermedades del corazón) fue mayor en las mujeres (53.933 vs. 52.701)”, según resaltaron en un comunicado desde la Fundación Favaloro.
En ese sentido, indicaron que “en el segmento de mayores de 65 años, esta tendencia fue aún superior: murieron un 20% más mujeres que varones (47.947 vs. 39.918)”. De todas las muertes que se produjeron en Argentina en el año 2021, según las estadísticas publicadas por el Ministerio de Salud de la Nación, un 26,10% fueron por causas cardiovasculares, siendo la primera causa de muerte en Argentina.
“Si dividimos por sexo, las mujeres tuvieron un porcentaje mayor de muertes cardiovasculares con respecto al hombre 27,29% vs 24,52%, según la misma fuente. Esto demuestra la importancia de la concientización y prevención de la enfermedad cardiovascular en la mujer”, explicó la doctora Analía Aquieri, médica de la División Cardiología del Hospital de Clínicas de la UBA.
Asimismo, la experta indicó que “la enfermedad cardiovascular tiene mayor incidencia a partir de los 60 años, cuando la mujer se encuentra en menopausia, ya que no tiene el “efecto protector” de los estrógenos (vasodilatación de los vasos sanguíneos, descenso del colesterol malo) y comienza con aumento de los factores de riesgo cardiovascular como la dislipemia (colesterol alto), hipertensión arterial (presión alta), hay mayor sedentarismo, trastornos psicosociales como estrés, depresión. Todos ellos, aumentan la posibilidad de sufrir un evento cardiovascular como es el infarto o el accidente cerebrovascular”.
“Pasada la menopausia, la mujer ya ha perdido la protección que brindan las hormonas femeninas. Esta protección da algunos ‘perdones’ para algunos descuidos durante la juventud, con diversos factores que afectan la salud cardiovascular, aunque no se trate de una protección invencible. Cuando llegan a esa edad, están más desprotegidas que los varones y esto explica por qué al menos se equipara la mortalidad cardiovascular y en las mujeres sigue siendo la principal causa de muerte”, destacó el doctor Oscar Mendiz, Médico especialista en Cardiología Intervencionista, Hemodinamia y Angiografía General y Director del Instituto de Cardiología y Cirugía Cardiovascular del Hospital Universitario Fundación Favaloro.
Al tiempo que Aquieri añadió la importancia de la prevención ya que “las mujeres son vulnerables a cualquier edad. Por ejemplo, el embarazo es una prueba de esfuerzo para el corazón que debe transitar, posiblemente sin controles previos. Pueden existir enfermedades congénitas que ponen en riesgo a la mujer durante el embarazo. También pueden tener trastornos hipertensivos durante el mismo, y esto aumenta su riesgo cardiovascular”.
“Existen otros factores de riesgo propios de la mujer, como las enfermedades autoinmunes (lupus), menopausia precoz, diabetes gestacional, tratamiento de cáncer de mama (radioterapia) que se suman a la lista de factores convencionales compartidos con el hombre. Son vulnerables, porque no hay concientización médica ni en la población general, que existe este problema, y que debemos trabajar ‘lo antes posible’ para poder evitarlo”, añadió la experta del Hospital de Clínicas.
En ese tono, la doctora Andrea Romeo, médica neuróloga, miembro del Servicio de Neurología del Hospital Universitario Fundación Favaloro, destacó: “Deberíamos controlar el corazón durante toda la vida. Si se presentan antecedentes familiares, es esencial que desde la niñez tomemos conciencia de ello y, aunque quizás no sea necesario iniciar tratamientos desde esa edad, debemos comprometernos a llevar un estilo de vida aún más saludable”.
“La vigilancia cardíaca se adapta a cada etapa de la vida, en individuos jóvenes y sanos, podemos enfocarnos en la medición de la presión arterial, realizar un electrocardiograma y análisis sanguíneos para evaluar los factores de riesgo. Mientras que, en individuos con un mayor riesgo, como aquellos con antecedentes familiares o con condiciones médicas preexistentes, se pueden requerir estudios diagnósticos más detallados y específicos”, continuó la experta de la Fundación Favaloro.
Por lo que Aquieri aseguró que “podemos lograr disminuir el riesgo de complicaciones y muerte si controlamos los factores de riesgo cardiovascular”. “Se recomienda realizar controles con profesionales de forma periódica. Es importante conocer los valores de presión arterial, el peso y con un análisis de sangre, la glucemia y el colesterol. Lo que siempre se recomienda es dejar el tabaco en caso de que el paciente sea fumador, realizar actividad física y una dieta rica en frutas y verduras. Además de concientizar a la mujer, a la población en general y a la comunidad médica sobre este problema. Pasan los años, las estadísticas siguen siendo desfavorables, las encuestas de percepción siguen mostrando que no hay conocimiento de esto”.
“Teniendo en cuenta que la enfermedad cardiovascular sigue siendo la primera causa de muerte, tenemos que seguir insistiendo con la comunicación para concientizar. La Argentina tiene un largo camino por recorrer en la prevención incluyendo al Estado y a la educación. En la escuela, los niños aprenden a llevar una vida saludable y pueden ser el vehículo para llevar esa información a los padres. Es más probable que ellos les hagan caso a sus hijos que a sus médicos. Es muy importante prevenir, porque si bien no es gratis, es lo más barato, en términos de costo al sistema de salud y a la calidad de vida de cada individuo. El más beneficiado es uno mismo, pero también estamos ayudando a la sociedad”, añadió Mendiz, quien además es Jefe del Departamento de Cardiología Intervencionista del Hospital Universitario Fundación Favaloro.
Cuáles son los síntomas de la enfermedad cardiovascular
En palabras de Aquieri, “los síntomas de la enfermedad cardiovascular son similares en el hombre y la mujer, en la mayoría de los casos (50% de los infartos en las mujeres tienen síntomas típicos: dolor de pecho opresivo, falta de aire) pero puede presentarse con síntomas atípicos como la sensación de cansancio extremo, debilidad, náuseas y vómitos, dolor mandibular, dolor en muñeca, sensación de aturdimiento”.
“Todos ellos hacen retrasar el diagnóstico ya que pueden confundirse con enfermedades como una contractura muscular, trastornos digestivos, por lo que se recomienda nunca subestimar estos síntomas cuando sean recurrentes”, resaltó la experta. Al tiempo que desde la Fundación Favaloro indicaron que existen cuatro pandemias que afectan actualmente la salud cardiovascular: la de obesidad, la de hipertensión arterial, la de tabaquismo y la de depresión. Todas ellas generan un impacto en el corazón y forman parte de los factores de riesgo.
Cuáles son las cuatro epidemias que impactan en la salud cardíaca femenina
1- Tabaquismo
Según la última Encuesta Nacional de Factores de Riesgo de 2018 en la Argentina, el 22% de los mayores de 18 años consume tabaco, el cual mata a la mitad de las personas que lo consumen, con 8 millones de decesos por año a nivel mundial. Entre los múltiples perjuicios del tabaquismo se encuentran diversos tipos de cáncer, enfermedad cardiovascular, accidente cerebrovascular, enfermedades pulmonares y diabetes. Además, aumenta el riesgo de desarrollar tuberculosis, enfermedades oculares y del sistema inmunológico, incluyendo artritis reumatoidea.
“Los vaporizadores no son buenos para la salud. Son menos nocivos que los cigarrillos, por lo que podrían ser útiles para ciertas personas que quieren cesar el tabaquismo y están utilizando todas las herramientas posibles para lograrlo. Sin embargo, de ninguna manera debería ser un mecanismo de iniciación al tabaquismo. La adictividad está en la nicotina y todos estos dispositivos la contienen. Los jóvenes luego terminan utilizando el vapeo y el cigarrillo”, aseguró el Mendiz.
2. Diabetes
Según dicho relevamiento, 12,7% de las personas mayores de 18 años reportó tener glucemia elevada. Entre las enfermedades asociadas a la diabetes se encuentran la enfermedad cardiovascular, enfermedad renal crónica, daño en los nervios y otros problemas en pies, salud bucal, visión, audición o salud mental. Afortunadamente, muchas de estas se pueden prevenir o retrasar.
3. Obesidad
Uno de cada 4 argentinos mayores de 18 años presenta obesidad. Además, el 36,3% tiene sobrepeso. El exceso de peso se asocia con enfermedades cardiovasculares, diabetes, algunos tipos de cáncer y problemas músculoesqueléticos. “Tenemos que olvidarnos que enfrentar la obesidad es una estigmatización. Si un joven tiene sobrepeso, va a tener una vida mucho peor si no hacemos nada. Respetarlo es ayudarlo con este problema”, explicó Mendiz.
4. Depresión
En Argentina, a partir de los 20 años, 1 de cada 3 personas presenta un problema de salud mental, siendo los trastornos de ansiedad, del estado de ánimo y los problemas por consumo de sustancias los más frecuentes. Existe una relación entre la depresión y la enfermedad cardiovascular.
“La depresión abarca al mundo entero y las personas que la padecen tienen un mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares. Luego de la pandemia COVID-19, debido al aislamiento social obligatorio, esta ha empeorado. Un gran número de personas viven solas, carentes de conexiones sociales, lo que también puede contribuir a un autocontrol deficiente de las comorbilidades médicas y aumento de la mortalidad por enfermedad cardiovascular. Las tensiones asociadas con las crisis económicas también pueden afectar la salud cardiovascular”, describió la Dra. Romeo.
“La prevención es la mejor acción que podemos tomar respecto a esta problemática, ya que es la mejor forma de controlar los factores de riesgo sin esperar a encontrar síntomas con la enfermedad ya establecida”, resaltaron desde la Red de Hospitales Universitarios de la UBA comprende al Hospital de Clínicas “José de San Martín”, el Instituto de Oncología Ángel H. Roffo, el Instituto de Investigaciones Médicas Dr. Alfredo Lanari, el Instituto de Tisioneumonología “Prof. Dr. Raúl Vaccarezza”, al Hospital Odontológico y el Hospital Escuela de Ciencias Veterinarias de la Universidad de Buenos Aires.
Al tiempo que, en el marco del Día del Corazón que se conmemoró el 29 de septiembre, la Fundación Favaloro, junto con el laboratorio Pfizer y su División Upjohn, lanzaron una nueva edición de la campaña ‘¡Alerta! Activá el cuidado de tu corazón’, “una iniciativa de concientización para la prevención de las enfermedades cardiovasculare”, siendo que este espacio se puede acceder a “información segura y confiable para que la comunidad pueda estar informada acerca de cómo cuidar su corazón. Además de encontrar datos relevantes, factores de riesgo, cómo prevenir la enfermedad cardiovascular y más contenido para preservar la salud”.