Panax ginseng es una palabra que evoca misterio y antigüedad. Esta planta, que en algunos sitios es conocida como “la planta de la vida”, ha sido objeto de admiración en Asia durante incontables generaciones. Su reputación no es un fenómeno moderno, ya que ha sido valorada desde tiempos ancestrales por sus potenciales beneficios para el organismo.
Con el tiempo, el ginseng atravesó fronteras, ganando reconocimiento en Europa Occidental y en las Américas. Originaria de la familia Araliaceae y del género Panax, esta planta se destaca, sobre todo, por su raíz. Su consistencia carnosa y robusta se enriquece con el paso de los años, acumulando más principios activos. En general, se consume vía oral en las infusiones.
El hábitat natural de esta hierba se encuentra en zonas frías, especialmente en montañas de países como Corea del Sur, Corea del Norte, Japón, Canadá, México, China y Rusia.
El cultivo del panax ginseng es un arte en sí mismo, ya que requiere de un cuidado meticuloso y de condiciones específicas para prosperar. Los agricultores dedican años, incluso décadas, para cultivar raíces de calidad superior. Esta dedicación y paciencia reflejan la estima y el valor que se le otorga a esta planta en diversas culturas alrededor del mundo. Pero, ¿qué beneficios tiene para la salud?
“Panax ginseng, también conocido como ginseng coreano, es una hierba que se ha utilizado para diversos fines de salud, y no debe confundirse con otras formas de ginseng. Se considera un adaptógeno, que son sustancias naturales que se cree que estimulan la resistencia del cuerpo a los factores estresantes”, según el sitio médico MedlinePlus, que es producido por la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos (NLM, por sus siglas en inglés), la biblioteca médica más grande del mundo y parte de los Institutos Nacionales de la Salud de EE. UU. (NIH, por sus siglas en inglés).
En tanto, de acuerdo al mismo medio de difusión especializado, “la ingesta de Panax ginseng podría mejorar el pensamiento, las habilidades aritméticas y los tiempos de reacción en personas sanas de mediana edad, pero no en adultos jóvenes. De todas formas, tomar panax ginseng solo no parece ayudar a la memoria, pero tomarlo con extracto de hoja de ginkgo parece mejorar la memoria en personas sanas entre las edades de 38 y 66 años”.
Por otro lado, el ginseng también tiene el mote de ser un ingrediente afrodisíaco, ya que tendría un efecto revitalizante en el sistema nervioso, y su acción compensatoria frente a la fatiga y el estrés haría que la recuperación de la potencia sexual sea más factible. “La ingesta de Panax ginseng solo o con otros ingredientes parece mejorar la excitación sexual y la satisfacción en adultos posmenopáusicos. También parece mejorar el deseo sexual en mujeres que informan problemas sexuales”, señalaron los expertos de MedlinePlus. Y destacaron que esta planta podría “mejorar la función sexual en adultos con disfunción eréctil”.
Cabe aclarar que el ginseng no es una solución universal a los problemas de salud. Aunque proporciona algunos beneficios significativos, no puede obrar milagros en casos de problemas más profundos. Es esencial ser consciente de sus posibles efectos secundarios y, como con cualquier remedio natural, hay que usarlo con conocimiento y moderación, y consultar a un profesional de la salud antes de consumirlo. Esto garantizará que se aprovechen al máximo sus bondades sin correr riesgos innecesarios.
El ginseng ha sido objeto de numerosas investigaciones científicas en todo el mundo. Estos estudios han buscado validar sus propiedades medicinales y comprender mejor sus mecanismos de acción en el cuerpo humano. En 2022, los expertos de Mayo Clinic realizaron un análisis de estudios anteriores para conocer el uso de esta planta en casos de síndrome de fatiga crónica (SFC), “una enfermedad crónica compleja y a menudo incapacitante que está surgiendo en todo el mundo, sin que aún se haya identificado una terapia curativa o definitiva. El ginseng se ha utilizado ampliamente para tratar la fatiga en otros grupos de pacientes y afecciones”, según destacaron.
“Los hallazgos del estudio destacan un beneficio potencial de la terapia con ginseng en el tratamiento del SFC”, plantearon en Mayo Clinic, aunque adiviertieron que aún “es necesario realizar futuros estudios rigurosos para proporcionar más evidencia”.