Estos jugosos frutos rojos, conocidos en algunos países de América del Sur como “frutillas” y en la mayoría de los países de habla hispana como “fresas”, son mucho más que un simple placer estacional. Años de investigación han revelado múltiples beneficios para la salud asociados a su consumo. Desde potenciar la función cerebral hasta proteger el corazón, estas deliciosas frutas demuestran ser extraordinariamente nutritivas.
Un estudio reciente de la Universidad Estatal de San Diego descubrió que comer el equivalente a dos tazas de fresas frescas al día puede mejorar la función cerebral y reducir la presión arterial, según publicó Good Housekeeping. El estudio analizó a adultos que consumieron fresas liofilizadas en polvo a diario durante dos meses. Los participantes mostraron mejoras en pruebas cognitivas que evaluaban aspectos como la memoria y la velocidad de procesamiento, y también experimentaron una reducción en la presión arterial sistólica.
“A pesar del pequeño tamaño de la muestra del estudio, estos hallazgos son significativos, especialmente cuando se consideran en el contexto de la población de adultos mayores”, comenta la dietista Jaclyn London a Good Housekeeping. Si bien el contenido antioxidante de las fresas ha sido reconocido desde hace tiempo, es notable destacar los beneficios cognitivos tangibles del consumo de esta fruta liofilizada. Según los investigadores, los efectos antiinflamatorios y los altos niveles de antioxidantes de las fresas probablemente contribuyen a estos beneficios para la salud cerebral.
La prometedora investigación sobre las fresas y la salud cerebral procede de un reciente estudio realizado por la Dra. Shirin Hooshmand y sus colegas de la Universidad Estatal de San Diego según reseña Good Housekeeping. Su estudio analizó a unos 35 adultos mayores sanos que consumieron diariamente, durante 8 semanas, fresas liofilizadas en polvo o un polvo de control.
El polvo de fresa o frutilla proporcionaba el equivalente a unas 2 tazas de fresas frescas al día. Al final del estudio, el grupo de la fresa experimentó un aumento del 5,2% en la velocidad de procesamiento cognitivo, un descenso del 3,6% en la presión arterial sistólica y un aumento del 10,2% en los niveles de antioxidantes.
Como explicó la Dra. Hooshmand, dietista titulado: “Tras el consumo diario de fresas (equivalente a dos tazas de fresas frescas) durante 8 semanas, la velocidad de procesamiento cognitivo aumentó un 5,2%, la presión arterial sistólica disminuyó un 3,6% y la capacidad antioxidante total aumentó significativamente un 10,2%”.
Aunque el tamaño del estudio era pequeño, se suma a investigaciones anteriores que sugieren el potencial de las fresas para potenciar el cerebro. La Dra. Hooshmand y su equipo están preparando otros estudios para seguir analizando los efectos de las fresas en distintas poblaciones.
Otros estudios sugieren que las fresas pueden prevenir enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer. El Rush Memory and Aging Project encontró que las personas que consumían más fresas tenían un 34% menos de riesgo de desarrollar Alzheimer, según consignó Cleveland Clinic. Los antioxidantes de las fresas parecen proteger contra la inflamación y el daño celular relacionados con el Alzheimer.
Además de ser beneficiosas para el cerebro, las fresas también ofrecen ventajas cardiovasculares. “Comer unas cuantas fresas no solo satisface el apetito, sino que también es una elección saludable para el corazón”, afirma la dietista Bailey Flora a Cleveland Clinic. La fibra, la vitamina C, los antioxidantes y los efectos antiinflamatorios de las fresas favorecen la salud cardíaca. Las investigaciones indican que el consumo de fresas puede reducir el colesterol LDL, disminuir los triglicéridos y mejorar la sensibilidad a la insulina. Según un estudio finlandés, las fresas atenúan el pico de insulina y azúcar en sangre tras consumir pan blanco, evidenciando su potencial contra la diabetes, publicó el sitio de noticias de salud y bienestar WebMD.
Con un perfil nutricional destacado, como el 160% del valor diario de vitamina C por taza, las fresas ofrecen más beneficios en cada bocado. “Son deliciosas y naturalmente bajas en azúcares. Es una combinación inigualable”, señala Flora a Cleveland Clinic. Gracias a la vitamina C, el manganeso, el folato y los polifenoles, las fresas brindan vitaminas, minerales y antioxidantes que fortalecen la inmunidad, retrasan el envejecimiento y combaten enfermedades, según el Centro Nacional para la Información Biotecnológica.
La próxima vez que vea un puñado de jugosas fresas o frutillas rojas, recuerde que son más que un simple tentempié. Incorporar fresas a su dieta puede ofrecerle beneficios tangibles para su cerebro, corazón, niveles de azúcar en sangre y más.