La cantante estadounidense e ícono pop Madonna fue hospitalizada en terapia intensiva por causa de una “grave infección bacteriana” que se manifestó el sábado pasado. La afección hizo que la artista tuviera que aplazar su próxima gira “Celebration”.
Madonna, de 64 años, estuvo en la unidad de cuidados intensivos de un hospital de Nueva York. ”Su salud está mejorando, sin embargo todavía está bajo cuidado médico”, dijo ayer su representante. Hoy se supo que la artista fue dada de alta. Está en su casa, aunque se desconoce si la gira quedará en pausa.
A finales de 2020, Madonna se había sometido a una operación de prótesis de cadera tras sufrir una lesión en su gira Madame X. Si bien aún no se difundió cuál es exactamente la especie de bacteria que afectó a la cantante, las infecciones por ese tipo de patógenos son frecuentes en los seres humanos. En algunos casos, incluso, la infección puede tener un desenlace fatal.
Un estudio realizado por investigadores del Instituto de Métricas y Evaluación Sanitaria (IHME es su sigla en inglés) de los Estados Unidos, que depende de la Universidad de Washington en Seattle, reveló que las infecciones bacterianas produjeron la muerte de 7,7 millones personas en todo el mundo en 2019.
Eso significó que uno de cada ocho fallecimientos ocurrieron por las bacterias. En total, las muertes estuvieron asociadas a 33 patógenos bacterianos. tanto resistentes como susceptibles a los fármacos antimicrobianos. El trabajo fue publicado el año pasado en la prestigiosa revista médica The Lancet.
Los investigadores afirmaron que, en conjunto, las 33 bacterias son la segunda causa de muerte en todo el mundo. Ante el peligro que implican, pidieron más dinero para investigar los métodos de prevención de las infecciones, las mejores formas de distribución de los antibióticos y el desarrollo de vacunas.
Los científicos revelaron que sólo las enfermedades cardíacas mataron a más personas que las infecciones bacterianas. Sólo cinco bacterias entre los 33 son responsables de la mitad de la muertes: Staphylococcus aureus, Escherichia coli, el neumococo o Streptococcus pneumoniae, Klebsiella pneumoniae y Pseudomonas aeruginosa.
Los científicos hicieron un llamado de atención para que se investiguen más formas de detener la propagación de esos patógenos, algunos de los cuales se están volviendo lentamente inmunes a la acción de los medicamentos que se desarrollaron para controlarlos: los antibióticos.
Es que el uso excesivo de los fármacos ha hecho que enfermedades antes tratables se conviertan en algo más difíciles de controlar. El problema se conoce como resistencia antimicrobiana y fue además agravado durante la pandemia por el coronavirus.
Más de tres cuartas partes de las muertes bacterianas se debieron a infecciones del sistema respiratorio inferior, del torrente sanguíneo o del estómago. El más mortífero de los 33 es el Staphylococcus aureus, —conocido como estafilococo áureo o estafilococo dorado— que se cobró 1,1 millones de vidas.
Los cuatro patógenos más peligrosos se asociaron a más de 500.000 muertes cada uno: Escherichia coli (950.000), Streptococcus pneumoniae (829.000), Klebsiella pneumonia (790.000) y Pseudomonas aeruginosa (559.000). Las tasas de mortalidad fueron similares entre hombres y mujeres. Sin embargo, hubo una gran variación en las distintas partes del mundo.
El África subsahariana registró la mayor tasa de mortalidad, con 230 muertes por infección bacteriana por cada 100.000 personas. En cambio, en las zonas más ricas, como Europa Occidental, Norteamérica y Australasia, sólo se registraron 52 muertes por cada 100.000 personas. Los expertos sostuvieron que las superbacterias suponen una amenaza mayor que el cambio climático.
Qué son las bacterias y cómo se puede hacer prevención
Las bacterias son microorganismos unicelulares. Pueden vivir en muchos tipos de entornos diferentes.También viven en el cuerpo humano.
La mayoría de las bacterias no son perjudiciales, y muchas son incluso útiles. Pueden ayudar al organismo humano a digerir los alimentos y a eliminar otras formas nocivas de bacterias que intentan invadirlo . Pero incluso las útiles pueden hacer daño si crecen donde no deben.
Las bacterias pueden causar muchos tipos de infecciones, dependiendo de cómo se esté expuesto y qué parte del cuerpo infecte. Por intoxicación alimentaria, se puede desarrollar la gastroenteritis. También están las infecciones de la piel, los oídos o de los senos paranasales de la nariz, las infecciones de transmisión sexual —como sífilis, clamidia y gonorrea, entre otras— y la neumonía bacteriana, que afecta al sistema respiratorio, entre muchas otras.
De acuerdo con la reconocida Clínica Cleveland de los Estados Unidos, existen diferentes formas de reducir el riesgo de contraer infecciones bacterianas y de actuar en prevención. Una de ellas es la vacunación. Existen vacunas para muchas enfermedades bacterianas, como el tétanos, la tos ferina, la difteria y las bacterias que causan ciertas formas de meningitis (Neisseria meningitides), neumonía (Streptococcus pneumoniae, Haemophilus influenzae tipo b) e infecciones del torrente sanguíneo.
Se recomienda mantener buenos hábitos de lavado de manos, llevar ropa limpia y seca y no compartir objetos personales con otras personas. Si se tiene alguna herida, hay que mantenerla limpia porque las grietas en la piel permiten la entrada de bacterias.
También se deben adoptar hábitos alimentarios seguros. Esto incluye almacenar los alimentos adecuadamente, calentar la carne y las aves a una temperatura que elimine las bacterias y lavar o pelar las frutas y verduras antes de comerlas. Se debe utilizar preservativo durante cualquier tipo de relación sexual.
Para evitar las infecciones bacterianas transmitidas por picaduras de insectos, se debe usar ropa protectora al estar al aire libre, utilice insecticida en aerosol y revisarse a sí mismo y a las mascotas en busca de garrapatas después de estar al aire libre. Por ejemplo, la enfermedad de Lyme es una infección causada por una bacteria llamada espiroqueta.
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