El aumento de la longevidad en el mundo es un hecho que plantea situaciones nuevas, desde más oportunidades para las relaciones intergeneracionales y a la búsqueda de bienestar en años que suelen transcurrir con menor actividad laboral. Sin embargo, a veces son los adultos mayores los más vulnerables al abuso y maltrato, tal como se observa a través de los hechos de violencia que tienen como víctimas a las personas mayores.
Cada 15 de junio se celebra el Día Mundial de Toma de Conciencia de Abuso y Maltrato en la Vejez para visibilizar la realidad de muchas personas que deben gozar de los mismo derechos a lo largo de toda su vida.
El maltrato durante la vejez consiste en “un acto o varios actos repetidos que le causan daño o sufrimiento a la persona y puede manifestarse en forma de maltrato físico, sexual, psicológico o emocional. También como agravios por razones económicas o materiales, abandono o desatención”, según define la Organización Mundial de la Salud (OMS). La agencia sanitaria alertó que una de cada seis personas mayores de 60 años sufre o sufrió algún tipo de maltrato en sus entornos comunitarios.
En ese contexto, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) estima que entre 2019 y 2030 número de personas de 60 años o más aumente en un 38%, de mil millones a 1,4 mil millones, superando en número a la juventud a nivel mundial, y este crecimiento será especialmente mayor y más rápido en las regiones en vías de desarrollo, y esto requiere que se preste mayor atención a los desafíos específicos que afectan a las personas mayores, incluso en el campo de los derechos humanos.
Las cifras del maltrato a la vejez
Para tomar dimensión de esta problemática, la Secretaría de Bienestar Integral del Ministerio de Salud de la Ciudad de Buenos Aires, difundió datos de su programa Proteger, una iniciativa interdisciplinaria de asistencia a personas mayores víctimas de maltrato. CABA es la ciudad con mayor población de personas mayores en Argentina, con un total de 667.210 habitantes, pronosticados según datos del último relevamiento de 2022.
Existen distintos tipos de maltrato o abuso: físico, emocional, financiero, de abandono y negligencia. El tipo de maltrato más recurrente en las personas mayores es la violencia psicológica o emocional que proviene de sus vínculos cercanos, en la familia o allegados.
El año pasado ingresaron al programa Proteger 1.460 pedidos de ayuda de personas mayores que se encontraban en situación de violencia, lo que representa un 20% más de consultas respecto al 2021. El 65% de los victimarios fueron de género masculino y 5 de cada 10 sufrió maltrato por parte de sus hijos.
La prevalencia en cuanto a los tipos de maltratos, según el último estudio relevado destacó que:
- 70 % del maltrato es psicológico
- 25% abandono
-16% patrimonial
-16 % físico
Según las personas que acudieron a pedir ayuda, en el 83% de los casos la modalidad de la violencia es intrafamiliar y doméstica; 11% social y 6% institucional.
Cómo darse cuenta si un adulto mayor fue víctima de maltrato
La presencia de ciertos indicadores, como señales físicas, manifestaciones emocionales o alteraciones en el comportamiento observables en las personas mayores, su entorno familiar o cuidadores, en el vínculo con éstos últimos, pueden generar sospecha de ocurrencia de malos tratos:
- Parece tener miedo de un familiar o de un cuidador profesional. Su comportamiento cambia en su presencia o muestra una actitud de defensa ante ciertas personas, o se refiere al cuidador/a o familiar como una persona que siempre está enojada, que tiene fuerte carácter o que grita.
- No responde preguntas espontáneamente, mira a algún familiar o cuidador/a como pidiendo permiso.
- Manifiesta con frecuencia que se cayó o tuvo un accidente. Chequear si tiene viejos y nuevos hematomas al mismo tiempo, o presenta una historia de caídas y heridas sin explicación.
- Prestar atención a las señales físicas, si se lo observa con deshidratación, desnutrición, debilidad o extrema delgadez.
- Refiere pérdida frecuente de pertenencias y dinero. Prestar atención si la acompañan personas extrañas que retienen su documentación personal (tarjetas de débito, escritura de propiedad); o si su vida no es acorde a sus ingresos, no tiene alimentos, tiene servicios impagos.
- Presenta signos de baja autoestima y depresión. La persona demuestra cambios bruscos en el estado anímico, frases que denotan baja autoestima, actitudes que la muestran ansiosa, agitada, retraída o temerosa; e incluso sintomatología depresiva, como sentimientos de desamparo, llanto, amenaza de suicidio o manifestación de deseos de morir.
- Se aísla de sus relaciones sociales. La persona presenta replegamiento físico y evita el contacto social, o deja de realizar actividades que le resultaban placenteras.
- No va a sus consultas médicas: otro signo de alarma es que descuide su salud, que haya una ausencia de controles médicos de larga data o una historia de automedicación de psicofármacos y/o analgésicos.
Para quienes tengan más de 60 años, residan en la Ciudad de Buenos Aires de forma permanente o temporaria y atraviesen alguna situación de violencia, el programa Proteger brinda contención psicosocial, apoyo emocional, asesoramiento legal, acceso a justicia y un lugar de resguardo en situaciones de riesgo de vida.
Quienes estén atravesando una situación de violencia o conozcan a alguien que sufre de maltrato físico, psicológico o financiero, pueden llamar al 0800-222-4567. En caso de urgencia, llamar al 911 ó al 107 (SAME) o buscar información aquí
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