Alerta por casos de rabia: se duplicaron los contagios en la provincia de Buenos Aires

La rabia, una enfermedad causada por un virus del género Lyssavirus, volvió a la provincia de Buenos Aires en forma preocupante. Según el último Boletín Epidemiológico provincial, los casos se duplicaron en lo que va del año respecto a 2022, con detección de distintos animales enfermos y casos de mordeduras en humanos.

Se trata de una enfermedad zoonótica viral que afecta tanto a los animales domésticos como a los salvajes y puede llevar a la muerte. Zoonótica significa que se transmite de animales a humanos, a través de mordeduras o rasguños, generalmente por el contacto con saliva contaminada.

Cuando en mayo de 2021 murió una mujer de 33 años en Coronel Suárez por rabia a causa de la mordedura de un gato infectado, hacía 40 años que se tenía registro de un fallecimiento en territorio bonaerense y 13 años en el país. El caso anterior se había registrado en 2008, en la provincia de Jujuy.

El último episodio de mordedura a un humano ocurrió el 5 de mayo en la localidad bonaerense de San Jorge, en Laprida, donde un hombre fue mordido por un gato. Mientras la persona permanece internada en evolución, el gato murió. Actualmente se encuentra en proceso de identificación la variante antigénica del virus rábico involucrado.

A partir de este resultado se iniciaron las acciones sanitarias de bloqueo de manera inmediata con los equipos de zoonosis locales y el apoyo provincial de Zoonosis Rurales, asistiendo a territorio con provisión de vacunas antirrábicas de uso animal. En este operativo de bloqueo de dos días se abarcó 500 metros a la redonda del caso índice. Se vacunaron un total de 252 caninos y felinos. También se realizó relevamiento de cadáveres y búsqueda de otros contactos, tanto animales como humanos.

“En cuanto a la persona mordida por el caso índice, en seguimiento por accidente potencialmente rábico (APR), se realizó la notificación correspondiente en el SNVS y se inició de manera oportuna el tratamiento postexposición cuando acudió a un centro de salud local. Durante el 2023 se remitieron desde el área de zoonosis local del municipio de Laprida al Laboratorio de Zoonosis Urbanas 2 muestras de murciélagos que resultaron negativas y 1 muestra de felino que resultó positivo”, comunicó el Boletín Epidemiológico de la Provincia de Buenos Aires (Semana del 23 al 29 de abril) sobre los casos de rabia.

“Las vacunas preventivas para las enfermedades más graves del perro y el gato son indispensables. La vacunación de distintas enfermedades como la rabia, la parvovirosis, el moquillo, coronavirosis canina y todas las enfermedades respiratorias virales del gato, deben ser combatidas mediante la vacunación animal”, explicó a Infobae el veterinario Juan Enrique Romero.

Y agregó: “Si queremos tener a nuestros afectos mucho tiempo en salud, hay que vacunarlos todos los años, toda la vida del animal”.

Las estadísticas muestran que se han registrado 132 casos en el 2018 en territorio bonaerense, 89 casos en el 2019, 66 casos en el 2020, 67 casos en 2021, 82 casos en el 2022 y 58 casos en lo que va del 2023. Eso significa que la rabia en la Provincia está en crecimiento. Mostró un aumento del 23% de 2021 a 2022. Y en lo que va del año 2023 duplica los casos registrados en 2022.

Así, mientras el promedio de casos de rabia detectados en animales en 2022 fue de 1 cada 4 días y medio, la detección este año trepó a un caso cada 2 días.

El boletín epidemiológico advierte que los murciélagos son la principal causa de la expansión de rabia, ya que suelen morder a perros y gatos y luego éstos lo hacen a los humanos. “Los murciélagos son la principal fuente de transmisión a los animales y las personas, mediante contacto con su saliva ante un accidente por mordedura, aunque también existe la posibilidad de que haya un pasaje viral de estos reservorios naturales a otras especies no vacunadas, lo que se denomina fenómeno de spillover. Cabe aclarar que, según estadísticas del Laboratorio de Zoonosis Urbanas, aproximadamente un 6,7% de los quirópteros (murciélagos) muestreados son positivos a rabia”, destaca el comunicado emitido por el Ministerio de Salud bonaerense.

Y completó: “Los últimos casos de spillover detectados en la PBA fueron: 1 felino en Chascomús (2002), 1 felino en Lomas de Zamora (2008), 1 felino en Punta Indio (2009), 1 canino en Villarino (2012), 1 felino en La Matanza (2014), 1 felino en Valeria del Mar (2017), 1 felino en Balcarce (2020), una persona en Coronel Suarez mordida por un felino que no estuvo disponible para diagnóstico (doble spillover por variante 4 o T. brasiliensis), 1 canino en el Delta de San Fernando por variante Eptesicus spp. (2021) y este último caso de un felino en la localidad de San Jorge en Laprida (variante en proceso de identificación, SE 18/2023)”. Hasta la semana epidemiológica 18 de 2023, en el laboratorio de referencia bonaerense recibieron 54 cabezas de caninos, 78 cabezas de felinos, 4 cabezas de zorros y 756 murciélagos. En el mismo período, 58 murciélagos y un felino resultaron positivos.

El crecimiento de los casos de rabia en la provincia de Buenos Aires expuso la preocupación de las autoridades sanitarias bonaerenses que alertaron sobre la actual situación al afirmar “que un caso de rabia humana representa una debilidad en el sistema de salud”.

“La importancia de la rabia para la salud pública, tanto en Argentina como en el mundo, radica en la alta letalidad que presenta la enfermedad. Aunque en los últimos tiempos se ha logrado en Argentina una importante reducción de los casos de rabia animal, su vigilancia y control siguen teniendo relevancia por la gravedad del evento. Se debe incentivar la vigilancia e investigación epidemiológica de este evento con el objeto de lograr una constante actualización de la normativa y de su difusión. Se debe tener en cuenta que un caso de rabia humana representa una debilidad en el sistema de salud debido a que existen herramientas para prevenir la enfermedad”, destacó el Ministerio de Salud bonaerense.

“Por ello, se deben intensificar las acciones de vigilancia en los ciclos aéreos y terrestres mediante una correcta identificación de los mismos; también se debe aplicar una adecuada estrategia de inmunización en personas y particularmente en animales en riesgo, ya que éstos son la principal fuente de infección para las personas”, concluyó.

Esencialmente, la enfermedad ataca al sistema nervioso de los mamíferos, incluyendo a los humanos. Una vez que los síntomas clínicos se manifiestan y si no es tratada, la rabia termina siendo mortal, tanto para los animales como las personas. Si bien es mortal, la buena noticia es que es 100% prevenible a través de la vacunación.

Los expertos afirman que si se vacuna al 70% de los perros y gatos en áreas de alto riesgo se puede romper con el ciclo de transmisión de la rabia. Por todo esto, la vacunación es la mejor forma de control y protección para animales y personas, dado que protege a las mascotas frente a la posibilidad de exposición a la enfermedad a través de los animales salvajes, y neutraliza la potencial transmisión a los humanos.

Alrededor de 60.000 personas mueren cada año en el mundo a causa de esta enfermedad, lo que implica 160 personas por día o 1 cada 9 minutos, y casi la mitad de las víctimas fatales son niños.

“La rabia es una enfermedad devastadora en muchas partes del mundo; especialmente en África y Asia, pero también en América y algunas partes de Europa. En Argentina, los murciélagos son altos transmisores de la enfermedad y los animales domésticos no están siendo vacunados en el porcentaje requerido. La vacunación es esencial para erradicar la enfermedad. Si bien estamos viviendo épocas complicadas en nuestro país y en el resto del mundo, es importante continuar trabajando en la educación y prevención. La vacunación no puede quedar en segundo plano. La lucha contra la rabia salva vidas”, explicó a Infobae la médica veterinaria Silvina Muñiz, vicepresidenta de Aveaca (Asociación de Veterinarios Especializados en Animales de Compañía de Argentina).

“También se piensa que los animales que viven en departamento no requieren vacunas, porque no están en contacto con animales callejeros. Ése también es un mito: Los animales domésticos también pueden contraer rabia, se pueden contagiar por ejemplo por murciélagos, que son muy comunes en los edificios y transmiten la enfermedad”, precisó Muñiz, que destacó que desde Aveaca informan sobre la importancia de la enfermedad con referentes a las asociaciones internacionales para ayudar a enfrentar esta problemática, a la vez que promueven el plan de vacunación preventivo.

“Estamos trabajando en la educación a la sociedad a través de nuestras redes sociales. Los veterinarios actualmente llevan la posta concientizando a la población. Es un trabajo minucioso de toma de conciencia y responsabilidad, que en los últimos años ha mejorado mucho al afianzarse el vínculo humano-animal”, indicó. La experta precisó que el periodo de incubación de la rabia suele ser de 2 a 3 meses, aunque puede variar dependiendo de factores como el lugar de entrada del virus y la carga viral.

También existen dos formas de la enfermedad. La primera es la rabia furiosa, en la cual se presentan signos de hiperactividad, comportamiento excitable, alucinaciones, salivación excesiva y dificultad en la deglución, la muerte se produce a los pocos días por paro cardiorrespiratorio. Y la segunda es la rabia paralítica, en esta los músculos se paralizan de forma gradual, comenzando en el sitio de la mordedura o rasguño, se desarrolla un coma paulatino y finalmente se produce la muerte.

En Argentina, si bien la rabia está en principio controlada, la enfermedad se mantiene latente en poblaciones de murciélagos en todo el país y por lo tanto la vacunación de las mascotas sigue siendo esencial para evitar la enfermedad tanto en ellos como en las personas. Esto se debe a que los murciélagos con rabia cambian sus hábitos y pierden su capacidad de volar, exponiendo a mascotas curiosas a las mordeduras.

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