Dormir bien es esencial para la salud cardiovascular y el bienestar general. Es por eso que, cuando no se logra un buen descanso, la concentración y el estado de ánimo, entre otros aspectos, se ponen en jaque. Incluso, si esta situación se sostiene en el tiempo, a la somnolencia característica se le suman severas consecuencias asociadas con el desarrollo de distintas patologías. La apnea del sueño es la condición más frecuente en estos cuadros y se estima que el 70% de las personas afectadas no saben que lo padecen.
Con el objetivo de identificar las señales de los problemas de sueño, Infobae presenta, junto a la Fundación Argentina del Sueño (FAS) y la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria (AAMR), un cuestionario médico para que los lectores de América Latina conozcan cuál es su estatus de calidad del sueño.
Las preguntas claves de esta encuesta fueron diseñadas por expertos y son utilizadas por los especialistas en Medicina del Sueño de todo el mundo como un recurso efectivo para identificar pacientes con riesgo de apneas del sueño, una enfermedad muy frecuente pero también muy subdiagnosticada. En esta tercera entrega, cuáles son los tratamientos que utilizan ante la apnea del sueño.
¿Cómo realizar la encuesta?
De forma sencilla, y tras ingresar en este enlace, podrá completar un formulario que le permitirá recibir una respuesta por parte de los expertos de la Fundación Argentina del Sueño.
Cada devolución sobre el nivel de riesgo de padecer apneas del sueño es única y personalizada, por eso es importante llenar la encuesta una sola vez. Durante las próximas semanas, repasaremos diversos puntos relacionados con las apneas del sueño y otros trastornos que provocan un mal descanso.
Cuáles son los tratamientos para la apnea del sueño
La apnea del sueño es un trastorno por el cual una persona hace una o más pausas en la respiración o tiene respiraciones superficiales mientras duerme, las cuales pueden durar entre unos pocos segundos y, en casos graves, más de un minuto. Esta condición puede ser tratada con medidas “conservadoras” y otras más complejas.
Entre las conservadoras se pueden enumerar: evitar el alcohol, los psicofármacos, el sobrepeso, además de dormir de costado. También es importante prevenir la congestión nasal, un factor frecuente. Dicho de otro modo, al tener la nariz bloqueada se tiene a respirar por la boca. En general, con estas simples medidas, un grupo de personas se benefician y corrigen las apneas.
En los cuadros moderados y severos de apnea de sueño, se aplican otras técnicas más complejas.
Dispositivo de avance mandibular: son piezas de ortodoncia que hechas artesanalmente por los ortodoncistas. El objetivo es llevan el maxilar inferior unos milímetros más adelante. Utilizar este método requiere de que la dentadura esté en óptimas condiciones. Además, es esencial que la articulación temporomandibular, que conecta la mandíbula con la parte lateral de la cabeza, se encuentre en el mismo estado. Caso contrario, hay dolor e incomodidad.
Procedimientos quirúrgicos: son intervenciones complejas y, en algunas ocasiones, con una sola cirugía no es suficiente. Estas cirugías pueden ir desde extirpación o reducción de tejido, reubicación del hueso maxilar, e implantes, entre otros. Es importante aclarar que el tipo de intervención debe ser muy bien elegido por el profesional, el cual tiene que estar técnicamente preparado para su realización.
Positiva continua en las vías respiratorias (CPAP, por sus siglas en inglés): es la terapéutica más difundida y con mejores resultados para el tratamiento de las formas moderadas y severas. Se trata de una máscara nasal conectada a un aparato que impulsa aire a una presión mayor que la que se encuentra en el ambiente. Mediante una tubuladura, que se encuentra conectada a un pequeño compresor, el aire llega hasta la nariz y desde allí se transmite hasta la garganta, con lo cual queda abierta y el aire entra y sale normalmente.
Vale destacar que la presión necesaria para corregir las apneas es individual para cada paciente y por lo tanto debe ser regulada en cada caso. Es un método no cruento, no invasivo y con excelentes resultados en todo el mundo, ya que produce la eliminación inmediata de los ronquidos y las apneas. Además, permite la normalización del oxígeno en la sangre, la estabilización de la frecuencia cardíaca y del sueño, con lo cual se alcanza un descanso reparador y desaparece la somnolencia diurna con sus graves consecuencias para la calidad de vida y la salud cardiovascular.
Para conocer su riesgo de apnea del sueño, complete el formulario en el siguiente enlace
* Dr. Daniel Pérez Chada (MN 47.085) es presidente de la Fundación Argentina del Sueño. Consultor del servicio de Neumonología y director de la Clínica del Sueño del Hospital Universitario Austral
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