Las infecciones del tracto urinario (ITU) pueden estar provocadas por la bacteria Escherichia coli al comer carne, por lo que la gente debe extremar las precauciones al manipular y preparar los alimentos, han advertido los científicos.
Un nuevo estudio de la Universidad George Washington, EEUU, sugirió que alrededor de 1 de cada 14 infecciones urinarias puede estar provocada por bacterias procedentes de la carne, que pueden vivir en el intestino antes de acabar en el tracto urinario.
Los investigadores recogieron muestras de infecciones por E. coli en hospitales de Arizona y descubrieron que alrededor del 8% eran cepas animales transmitidas por los alimentos, como las que se encuentran en el pollo, el pavo y el cerdo.
Alrededor del 85% de las infecciones urinarias están causadas por E. coli, y la investigación sugiere que un número significativo de ellas puede deberse al consumo de carne.
Aunque se sabía que comer carne cruda o ingerir accidentalmente bacterias podía provocar un malestar estomacal, no se sabía que las bacterias podían permanecer en el intestino y causar problemas más adelante.
Los expertos advierten de que las personas también pueden transmitir accidentalmente el microbio si no se lavan bien las manos después de manipular la carne.
“Especialmente las aves de corral”
“A nivel individual, yo diría que cualquiera que ya sea propenso a las infecciones urinarias debería tener especial cuidado al manipular carne cruda, sobre todo de ave”, afirmó Lance Price, profesor de salud ambiental y ocupacional de la Universidad George Washington.
Y añadió: “Si la gente manipula productos cárnicos crudos y no se lava lo suficiente -lo que puede ser difícil-, la E. coli podría introducirse directamente en el tracto urogenital”.
Algunas cepas de E. coli se encuentran normalmente en el intestino humano y suelen ser inofensivas, pero a veces pueden transferirse al tracto urinario, provocando dolorosas infecciones de vejiga.
Algunas ITU también pueden provocar infecciones renales más graves; los síntomas incluyen fiebre, escalofríos, dolor de espalda, náuseas o vómitos e infecciones sanguíneas potencialmente mortales.
También hay indicios de que las ITU pueden provocar confusión temporal y ser una causa importante de caídas en las personas mayores.
Las mujeres corren más riesgo porque su anatomía pélvica facilita que las bacterias se desplacen hasta las vías urinarias tras ser expulsadas del organismo.
Vehículo de exposición humana
En un artículo publicado en la revista One Health, los investigadores concluyeron: “La carne puede ser un importante vehículo de exposición humana a cepas de E. coli patógenas extraintestinales procedentes de animales destinados a la alimentación”.
“Aproximadamente el 8% de las cepas clínicas de E. coli aisladas en nuestra población parecían ser cepas zoonóticas transmitidas por los alimentos”. Los expertos señalaron que vacunar a los animales contra seis de las cepas más peligrosas de E.coli sería una forma de garantizar que no entren en el suministro de alimentos.
“A escala de la población, los productores de animales destinados a la alimentación podrían investigar formas de eliminar las cepas más peligrosas de E. coli de sus animales mediante programas de vacunación”, añadió Price.
Y concluyó: “Los productores y la salud pública saldrían ganando, ya que algunas de las cepas más peligrosas para las personas también causan problemas en los animales”.
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